Guía: Guía de sexo seguro para mujeres u hombres trans que mantienen sexo con mujeres u hombres trans.
―¿Ha mantenido usted relaciones sexuales? ―pregunta el médico de manera rutinaria mientras escribe en el ordenador sin mirarme a la cara.
̶―¿Tiene hijos?
―No.
―¿Qué método anticonceptivo usa?
―Ninguno.
―¿Cuántos abortos?
―Ninguno ―por fin desvía la vista de la pantalla del ordenador.
―¿Y cómo lo hace?
―Acostándome con una mujer.
Esta podría ser una típica conversación en la consulta de ginecología entre una mujer que mantiene sexo con mujeres (MSM) y su médico/-a. Y no es un caso aislado sino que se trata de una práctica común en todas las salas de ginecología y obstetricia. Quizá es puro desconocimiento, quizá es intencionado. Lo que sí es cierto es que los protocolos médicos establecidos dentro de estas especialidades pecan de ser discriminatorios (o cuando menos no inclusivos) y dejan fuera a una parte de la población que no se enmarca en los roles mayoritarios.
Presunción de heterosexualidad y sus consecuencias
La presunción de heterosexualidad es un mal muy común, pero que en estas situaciones se vuelve un tanto sangrante. La salud sexual y reproductiva es un asunto que pertenece a la más pura intimidad y que provoca muchos miedos y recelos. Es por ello que muchas MSM no acuden a las consultas de ginecología, prefieren descuidar su salud a tener que pasar una y otra vez por la misma conversación. Es más, no sólo es la conversación, sino la cara que posteriormente pueda poner el profesional de la salud; no olvidemos que la homofobia y bifobia también puede existir entre los médicos como personas que forman parte de esta sociedad.
Las consecuencias pueden ser graves si tenemos en cuenta lo que supone no acudir a las revisiones ginecológicas oportunas. Estas revisiones son útiles para detectar posibles problemas, como pueden ser: cáncer de útero, cáncer de mama, infecciones, ITS (infecciones de transmisión sexual), desórdenes hormonales, etc. Pero no sólo eso, la prevención de ITS queda relegada a un segundo plano, bajo la falsa creencia de que entre mujeres es mucho más difícil el contagio. Quizá ciertas prácticas supongan un riesgo menor, pero no por ello desaparece el riesgo. El sexo oral sin barrera de látex o compartir juguetes sexuales sin haberlos limpiado a conciencia son algunas de las prácticas que ponen en peligro la salud sexual. Sin embargo, ninguna campaña de prevención advierte de ello. Todas las campañas actuales de prevención van dirigidas a dos grandes sectores: jóvenes heterosexuales con el fin de prevenir el embarazo no deseado y, de paso, las ITS (como si el embarazo fuera lo más grave…); y hombres que mantienen sexo con hombres para el VIH (como si fueran los únicos que se pueden contagiar…). ¿Dónde quedan las mujeres que mantienen sexo con mujeres? En un cajón olvidado.
Medidas de autoprotección para MSM
Existen algunas medidas para mantener sexo seguro entre mujeres. En la mayoría, no dejan de ser medidas de autoprotección que han surgido con otros usos o para otros públicos, pero que se adaptan perfectamente a las necesidades de mujeres lesbianas y bisexuales. Habrá que esperar para que haya medidas específicas para este colectivo.
Barrera de látex: se trata de un cuadrante que sirve para colocar en la vulva con el fin de proteger a ambas durante el sexo oral. Con esto se pueden evitar muchas ITS (herpes, sífilis, gonorrea…). Dado que no en todos los sitios lo venden (normalmente, los puedes encontrar en jugueterías eróticas), también se puede usar un preservativo masculino cortado y extendido. Hay quienes recomiendan el papel film para la comida como sustitutivo más barato, pero lo cierto es que este tipo de material es poroso, lo que provoca que los fluidos puedan traspasar y ponerse en contacto con la boca.
Tribadismo: o lo que es lo mismo, frotamiento de vulva contra vulva. Es recomendable hacerlo con ropa ya que las barreras de látex pueden moverse y dejar al descubierto la zona. Si quiere hacerse sin ropa y de manera segura, puede realizarse dicho frotamiento con otra parte del cuerpo (pierna, vientre, etc.).
Preservativo (masculino y femenino) para penetraciones con juguetes, especialmente si luego se van a intercambiar. Además, deberán limpiarse adecuadamente con agua y jabón.
Cambiar de preservativo si se alterna penetración vaginal y anal.
mirales.esDediles y guantes de látex: para penetración con los dedos o la mano.
Si tienes una pareja estable y monógama y queréis no tener que usar todas estas medidas, acudid antes a haceros una analítica de sangre donde se refleje la presencia de alguna ITS antes de dar el paso, para mayor seguridad de ambas. Muchas ITS pueden ser asintomáticas y han podido contraerse en algún momento sin saberlo. La confianza no siempre protege contra estas enfermedades, la precaución sí.