Por Elaine Díaz
Cree el cubano vanidoso que emigra a una aldea capitalista que el mundo entero se compone de malls y restaurantes de lujo. Cree, además, que cada uno de los que sale de la isla irá corriendo detrás de las veintitantas marcas de queso azul y de la ansiada carne de res. Impactado por el tamaño de tiendas a las que apenas pueden acceder unos cuantos, cree además que una vez que se ha visto “el mundo” se tiene el derecho de realizar una alfabetización capitalista para el resto desde el más absoluto desprecio por la experiencia individual.
Ignora el cubano vanidoso que ser comunista puede constituir una elección personal y legítima sin imposiciones ni conveniencias. Anémico de argumentos, intenta explicarse la adhesión al proceso revolucionario cubano a partir de “oportunismos” y “prebendas” porque no consigue respetar, no ya comulgar, con la defensa de un sistema político otro, aunque se encuentren (qué paradoja) en la tierra de las libertades, de la inclusión, de la democracia.
Y es que la tolerancia fuera de las costas cubanas es apenas una puesta en escena. La versión nacional del parlamento cubano, tan unánime en todo, tan de acuerdo con cada ley, es calcada y copiada por un sector de la ciudadanía extranjera que apenas practica el respeto a la libertad de expresión cuando se trata de repetir acríticamente el discurso contra “el régimen de Castro”.
Entonces pululan los mensajes directos en Twitter, asumiendo que se mantiene una actitud política por “obligación” o “miedo”, porque resulta más sencillo recrear historias de censura que aceptar el derecho del otro a practicar su ideología política en un espacio de sana coexistencia pacífica.
Poco importa que estés dispuesto a responder preguntas incómodas y a replantearte abierta y críticamente, en “la tierra de las libertades”, las abrumadoras contradicciones de nuestro país. Si no repites punto a punto el guión contra el gobierno cubano, quedas fuera del juego.
A veces me cuestiono si el ansia por ser tan diferentes no los habrá convertido en el reverso de la misma moneda.
Publicado en La Polémica Digital
Yo traté de publicar en el blog de la autora. Nunca me habían aceptado un comentario a pesar de que ella afirma que no bloquea a nadie. Hoy ocurrió el milagro y me aceptaron un comentario corto, pero ya el segundo no pasó la prueba. Así que dejo aquí mi segundo comentario:
Aquí mi respuesta para comentar directamente punto por punto los dislates de este post:
Ya te contesté esta afirmación:
“…Cree el cubano vanidoso que emigra a una aldea capitalista que el mundo entero se compone de malls y restaurantes de lujo…”
Pero falta decir que cuando estás fuera de Cuba, ves tantas y tantas cosas, te das cuenta que el mundo es tan grande que no creo que nadie haga esa afirmación.
“…Impactado por el tamaño de tiendas a las que apenas pueden acceder unos cuantos…”
¿Esto quién te lo dijo? ¿Alarcón? Me recuerda cuando afirmó que en Nueva York los negros no podían entrar a una boutique (al parecer sí a la Casa Blanca) o lo de la trabazón de aviones. Mira que he dado vueltas por el mundo y jamás me han detenido en la puerta de una tienda. Muy por el contrario, las tiendas viven de vender, mientras más gente entre más venden. ¿A quién se le ocurre limitar el acceso a su tienda? Pero además de las pérdidas que esta prohibición supondría, esto puede ser ilegal en muchísimos lugares y se volvería contra los dueños de la tienda.
La última vez que a mi me negaron la entrada a una tienda, fue precisamente en Cuba. Y es hasta el día de hoy el único lugar que conozco donde tales cosas pasan (y he caminado bastante por el mundo).
“…Ignora el cubano vanidoso que ser comunista puede constituir una elección personal y legítima sin imposiciones ni conveniencias…”
Ignora la autora que en los países donde vivimos estos cubanos, es muy normal que cada cual se acoja a la filosofía o partido político que le venga en ganas, sin que por ello nos halemos los pelos. Si eres comunista de corazón, felicidades. Cada uno goza con lo que le gusta. Sólo una cosa… yo también fui comunista a conciencia, viví en la Habana Vieja, recogí tabaco, estuve en movilizaciones… es todo cuestión de tiempo. Eres muy joven todavía. Hablemos de este mismo tema cuando tengas cuarentaytantos y un par de hijos… Entonces repetirás aquello de que si a los 20 no eres de izquierda, no tienes corazón; si a los 40 no eres de derecha no tienes cerebro. Esperemos
“…Y es que la tolerancia fuera de las costas cubanas es apenas una puesta en escena…”
¿No es esto una frase absolutamente intolerante?. Eliane, los cubanos somos así, vivamos en La Habana, en París o en el Tibet convertidos en monjes. Lo que has afirmado es una característica netamente nacional. La única diferencia es que los de afuera somos “más ruidosos”, porque nadie nos tapa la boca ni tenemos que cuidarnos de la del comité, ni estamos optando por un efecto electrodoméstico. Lo decimos y punto, pero seguro que has montado un almendrón, seguro que has oido la intolerancia por cualquier cosa
“…resulta más sencillo recrear historias de censura que aceptar el derecho del otro a practicar su ideología política en un espacio de sana coexistencia pacífica…”
Cada cual tiene su versión de las cosas. Conozco a unas damas que se visten de blanco, van a la iglesia a rezar y se reúnen en casa de una de ellas para hacer cafés literarios a las que la “coexistencia pacífica revolucionaria” les golpea, les grita, la policía las carga por las manos y los piés como si fueran puercos (si no has visto el video, te lo puedo enviar). Conozco casos de esos comentaristas que han recibido una llamada del consulado cubano, informándoles que NO pueden entrar en Cuba por los comentarios vertidos en sus blogs, Facebook, Twitter o en otros Blogs. ¿De qué tolerancia estamos hablando aquí entonces? Eliane, somos cubanos los de acá y los de allá. Ambos somos intolerantes. Si alguna vez AMBAS orillas aprendieran a tolerarse ya el problema de Cuba estaría resuelto desde hace muchísimo tiempo.
“…Si no repites punto a punto el guión contra el gobierno cubano, quedas fuera del juego…”
¿Y esto quién te lo dijo? He tenido blogs desde el 2004 y nadie me dijo nunca lo que decir. He tenido broncas con Yohandry y con Ernesto Hernandez Busto (de Penultimosdías), pero nadie me ha puesto condiciones para decir lo que digo. De hecho y en honor a la verdad sólo me han baneado en blogs oficialistas, los otros se baten conmigo de tú a tú. Yohandry me conminó a que me atreviese a publicar un discurso de Raúl Castro en mi blog el sitio Conexion cubana y así lo hice. Jamás los gallegos me comentaron o preguntaron siquiera el por qué de mi decisión de publicar un discurso (que además nadie lee). El discurso estuvo 2 años publicado hasta que el blog se cerró si no, estaría aún ahí.
A propósito, Yohandry no acepta mis comentarios en su blog o lo que queda de ese blog que una vez fue bueno y hoy es solo una caricatura de lo que fue. Hoy es el blog para criticar a Yoany Sanchez
Cualquiera en este mundo (Cuba no es de este mundo) puede abrir un blog y decir lo que le venga en gana. Yo puedo mentarle la madre a Angela Merkel, que los alemanes ni se van a inmutar.
Ahora te pregunto:
¿Has visto las imágenes de los INDIGNADOS en España? ¿Crees que ellos están fuera del juego? No, ellos están ejerciendo un derecho que sólo la democracia les otorga y de hecho están cambiando el juego. En China les habrían pasado los tanques por encima en la plaza de Tian Amen, en Cuba le habrían soltado las brigadas de respuesta rápida.
¿Has oído hablar del partido de los piratas en Alemania? ¿Has oído hablar del concepto de democracia líquida? Pues es una respuesta de “estos tarados que vivimos en el capitalismo para hacer la sociedad aún más participativa”. Cosas que por lo visto en Cuba ni se toman el trabajo de estudiar y se amarran al libro del manifiesto comunista escrito hace quién sabe cuantos años.
Cuando los cubanos fuera comentamos algo, lo hacemos por dos cosas:
– Porque vivimos en países que aunque tienen problemas, están mucho más avanzados en temas de democracia, participación y calidad de vida que Cuba (no vivo en USA, vivo en Alemania)
– Porque desearíamos que los cubanos dentro de Cuba y nosotros que también somos cubanos, pudiesen ejercer con la misma facilidad sus derechos en su país, como lo hacen los ciudadanos de estos países donde vivimos.
Ser comunista (entiéndase en Cuba ser leninista al estilo post estalinista como en la URSS)puede constituir una elección personal, también el ser anarquista o socialdemócrata y si me apuras liberal. Pero en nuestro país, desde el estado, se difunde el mito de que esas ideologías alternativas a la oficial se asumen solo por mercenarismo. Ese es el prejuicio que debemos cambiar. A ver si Elaine nos puede ayudar.
cubanuestraeu ¿Podrias citarme algunos de los requisitos que se requieren para ser comunista? Ah..y si puede ponme algunas caracteristica de A QUE le llamas comunismo.
¿O es que solo basta con ser mienbro de un partido que se hace llamar Comunista?
El concepto de “comunista” es polisémico, en sentido general podría entenderse por comunista quien defiende la propiedad común sobre los medios de producción, pero en la práctica comunistas se han llamado gente muy diferente y que se combaten entre sí, desde los comunistas de café, que hacen la revolución en un cafetín parisino hasta los comunistas anarquistas que hicieron la revolución en Kronstadt en 1921 contra la dictadura bolchevique, o los que seguían al Atamán Makho con el mismo empeño, por otro lado los herederos de los bolcheviques se llaman a si mismos comunistas a pesar de haberse dividió en sectas que van desde los estalinistas a los trotskistas, pasando por los titoistas, maoístas, y por supuesto nuestros compañeros fidelistas, los cuales, en el caso de nuestro país tiene poco mérito, pues a diferencia del comunista que se enfrenta al totalitarismo o al capitalismo, aquí el ser fidelista, se convierte en una vía fácil para el carrerismo, lo que no implica que no puedan existir comunistas castristas, honestos, es decir que actúen por convicciones ideológicas y no por intereses materiales al estilo de lo que hacen unos cuantos de los supuestos opositores o disidentes.
Al mismo tiempo el concepto de comunista castrista es problemático, un castrista de los sesentas apenas se parece a uno del siglo XXI, será por aquello de la transformación dialéctica. Lo único que se mantiene contacte en la diferencia es la aceptación acrítica de toda idea o concepción del comunismo que venga del hoy retirado comandanta ¿Complacida?
quiero decir constante, no contacte, perdón por la errata
O sea que no has definido quien es no es comunista y por tanto cualquiera puede serlo o llamarse como tal
Y es cierto que soy una persona complacida jajajjaa Pero noto que mi genero te crea tanta dificultad como definir el termino comunista jajajaj
Por cierto no me has mencionado ningun requisito para ser comunista lo cual quiere decir que cualquier requisito es valido ¿O no?
A este post lleno de contradicciones e incoherencias lo prefiero responder directamente en el blog de la autora
Hey, Elaine, qué tal las tierras brasileñas…!!! es una pena que no pudiste darte un saltico por el Foro del OC, pero me alegro que tus proyectos avancen.
Sobre lo que comentas en tu post… sé de lo que hablas… jejeje
Un abrazo.