Levantamiento popular en Siria

Por Juan García

La rebelión popular en Siria añade un nuevo escenario a la revolución social en las naciones árabes. Su régimen político sucesorio se ha caracterizado históricamente por la regimentación implacable de los movimientos populares y la represión a la oposición. El estado de excepción en Siria rige hace cuarenta años. El bombardeo a la ciudad de Hama, para someter un levantamiento islámico en 1982, causó 10 mil muertos.

El gobierno en crisis ha recurrido a un cambio en el gabinete, pero ha evitado las concesiones políticas y sociales; caracteriza el levantamiento como fruto de una intervención extranjera. El levantamiento sirio ataca a un ícono del “panarabismo”, en referencia a la unidad nacional árabe bajo la dirección de sus oligarquías.

La denuncia a la intervención foránea es curiosa, dado que el gobierno de Obama se ha empeñado en ‘regularizar’ las relaciones con Siria, que ha respondido con una ‘liberalización’ de la economía y con un freno a sus intentos de manejar la política de Líbano. Siria ha votado, dentro de la Liga Arabe, contra la intervención de la Otan en Libia, dentro de la Liga Arabe, pero nada más. A partir del restablecimiento de relaciones diplomáticas, Obama ha estimulado inversiones y una negociación con el sionismo -la variante preferida de Netanyahu- para poder proseguir con la ‘colonización’ de los territorios ocupados.

El levantamiento le cae a Obama como peludo de regalo -en especial por el empantanamiento de la Otan en Libia, donde los gaddafistas retoman la ofensiva militar. El comunicado de Hamas que apoya al gobierno reclama, sin embargo, “que las protestas en Siria no comprometan la posición contra Israel” (Haaretz, 3/4) -alude a la posibilidad de que la familia gobernante acentúe sus acuerdos con el imperialismo. Israel, por su lado, ha reclamado a Rusia que interrumpa la venta de armas a Siria.

A la movilización contra el régimen se ha sumado el pueblo kurdo, en momentos en que las regiones autónomas kurdas en Irak han vuelto a entrar en conflicto con la mayoría chiíta iraquí, apoyada por Irán -donde la población kurda es reprimida en forma salvaje. Como el Kurdistán tiene su principal territorio en Turquía, estos levantamientos explican la insistencia del gobierno turco para que la Otan medie una salida en Libia con Gaddafi.

La represión en Siria se ha cobrado más de cien muertos.

Esta respuesta ha acentuado la tendencia revolucionaria de la crisis.

Publicado en Prensa Obrera

Declaración del Observatorio Crítico sobre las rebeliones populares en los países árabes

Desde hace semanas somos testigos de las rebeliones populares en países del Norte de África y Medio Oriente, que reivindican simultáneamente libertad política, justicia social, desarrollo económico, soberanía popular y nacional, y democracia integral. Han desenmascarado a caudillos autoritarios (viejos amigos del Norte global o antiguos antimperialistas) y los han enfrentado demandando instituciones abiertas a la participación y derechos universales, sin acudir a las falsas soluciones del fundamentalismo o los pactos de élites.
En Egipto y Túnez, la ciudadanía se mantiene en pie de guerra ante los nuevos gobiernos militares y burgueses “de transición”, pues las exigencias populares no se contentan con el simple cambio de régimen político y van al asalto de cuestiones sociales clave como el control de los medios de producción y de vida. En Libia, el masivo involucramiento en una guerra civil desmonta el idílico cuadro de supuesto Estado popular que goza de las bondades de un exitoso desarrollo económico. En otros países, la gente también ha exigido mucho más que simples cambios de ministros y salidas de gobernantes corruptos.
Estos acontecimientos desmontan las lecturas colonizadoras y racistas de “pueblos bárbaros”, pues muestran los rostros de sociedades modernas, laicas y defensoras de sus mejores tradiciones, de gentes que han copado las plazas, las fábricas y el ciberespacio, combinado la firmeza con la creatividad. Personas que han tomado el control de sus vidas con asombrosa y emocionante capacidad autoorganizativa y han devuelto a la cotidianidad global la palabra REVOLUCIÓN, que parecía desterrada.
Mientras ello sucede, las “grandes potencias” amenazan con intervenciones militares, con su mira puesta en las riquezas y la privilegiada posición geopolítica de la zona. Y algunos gobiernos de Latinoamérica ofrecen una solidaridad injustificable que pretende confundir la defensa de la soberanía de los pueblos con la impunidad para aquellos que los oprimen, en una clara, patética y perversa muestra de “razón de estado”.
Por todo ello, por la trascendencia para la humanidad de estos hechos y en consonancia con nuestras sostenidas posturas de compromiso cívico, l@s activistas del OC expresamos nuestra solidaridad con los movimientos revolucionarios en los países de la Nación Árabe y rechazamos cualquier maniobra que fortalezca los intereses del imperialismo, la perpetuación de la opresión dictatorial sobre esos pueblos, o el retorno de la dominación bajo ropajes “liberadores”. También reclamamos el respeto a las demandas históricas de autodeterminación de los pueblos de Palestina, Sahara Occidental y el Sur de Sudán así como a las reivindicaciones laborales en los propios EE.UU., exigencias que no deben quedar eclipsadas por las recientes rebeliones árabes.
Pero no dejamos de estar conscientes de que ni una estatalidad “propia” (para quienes no la tienen aún) ni el cambio de un gobierno resuelven el problema de la emancipación humana. En cualquier parte del mundo, como hoy en Cuba y en Nuestra América, la lucha contra la dominación capitalista, burocrática y patriarcal sólo será culminada con la expansión de una sociedad radicalmente libre, bajo los principios de la solidaridad, la autogestión y la autonomía. Rechazamos que otros se repartan el derecho a decidir en la vida de la gente, pues creemos que solo la fuerza colectiva con claridad en la denuncia y la acción solidaria internacional les permitirá a los pueblos labrarse un camino de soberanía, liberación y justicia.
¡Por vuestra libertad, y por la nuestra!
En solidaridad,

Red Protagónica Observatorio Crítico (OC) de la Revolución Cubana.