Las entidades firmantes queremos manifestar nuestro rechazo hacia la campaña institucional de la Generalitat Valenciana titulada 23S – Campaña de prevención y sensibilización contra el “Tráfico de Mujeres y Niñas con fines de Explotación Sexual”.
En primer lugar, nos parece una campaña llena de sensacionalismo y estereotipos. La elección de una mujer negra encadenada nos parece especialmente violenta y preocupante, y nos preguntamos por las condiciones de trabajo en la que la actriz ha sido contratada, así como cuánto de la campaña a la que pone cara ha tenido un consentimiento realmente informado. Consideramos la imagen descuidada, ofensiva y racista, en tanto que perpetúa unos estereotipos sobre lo que es ser una mujer racializada en esta sociedad, profundamente dañinos y muy alejados de representar la complejidad y diversidad de lo que supone esta realidad que sus mismas comunidades migrantes y racializadas llevan tanto tiempo recordando a las instituciones del gobierno.
Esta campaña afirma que “acabar con la trata es cosa de todos”, sin embargo, no menciona ninguna medida o propuesta como gobierno autonómico. Más bien parece una forma de evitar responsabilidades, poniendo el enfoque en las personas individuales y no en las leyes que delimitan las posibilidades de explotación. Desde la Generalitat, quizás proponer medidas contra la especulación de la vivienda ayudaría más a las mujeres en situación de vulnerabilidad que esta publicidad.
Las activistas pro-derechos llevan y llevamos décadas criticando este tipo de discursos sobre la trata, el uso no ético de las imágenes y la necesidad de contar con las propias trabajadoras para diseñar las campañas que definen su representación en la sociedad. Somos conscientes de que existe explotación laboral en muchos ámbitos, no sólo en la industria del sexo, sino también en la agricultura y en los trabajos de hogar y cuidados, entre otros. También sabemos que apuntar al sexo comercial como el gran enemigo es una táctica de distracción ante la verdadera causa de la explotación laboral de personas migrantes: las leyes que regulan la inmigración, ya que estas perpetúan las desigualdades entre ciudadanas “de primera” y migrantes, aumentando la precariedad en cualquier sector. La Ley de Extranjería, la prohibición de publicidad a través de la famosa Ley de Solo Sí es Sí, la Ley Mordaza, las ordenanzas municipales y otras medidas a nivel nacional e internacional, son la verdadera causa de la explotación en el ámbito del trabajo sexual.
Además de nuestra crítica a los controles migratorios imperantes, queremos mostrar nuestra solidaridad con les compañeres que se dedican al trabajo sexual y han sido expuestes a esta publicidad violenta. Este tipo de campañas, en lugar de “sensibilizar”, aumentan el estigma y conducen a más precariedad para todes les trabajadores sexuales, así como una vinculación racista de las mujeres de ciertas procedencias y ciertos colores de piel con la industria del sexo, fomentando su marginalización como sujetos de derecho. Hemos visto como en muchos países (Suecia, Irlanda, Francia, etc), criminalizar a los clientes atrae más violencias contra les trabajadores. Esta campaña es parte de un proyecto muy preocupante que hemos visto en los últimos años a nivel estatal y especialmente en nuestra ciudad, que busca normalizar estos discursos, representando a les trabajadores sexuales como víctimas sin agencia propia, y a las personas racializadas como víctimas/criminales que requieren ser vigiladas por la policía, para más adelante legislar acorde a esta ideología sin resistencia ni debate públicos, y por supuesto sin financiación real.
Agradecemos la difusión.