Aun así, son ellos mismos los que se han mantenido dignos resistiendo a la prepotencia israelita que les ha robado centímetro a centímetro sus territorios y dividiendo su frontera con un muro de concreto que resguarda la «seguridad» que solo la tienen los poderosos. Son ellos los que han seguido cocinando los pocos víveres que les permiten cultivar o comerciar, mientras en las calles de Jerusalén y otras principales en Israel, siguen pululando los Mac Donalds a los que por supuesto son sus primos lo que deben ir a servir y limpiar las mesas. Ellos siguen caminando las calles, atentos a que sus juegos y secretos juveniles no se pierdan por el temor a el estado de sitio impuesto por los Hebreos.
Y son ellos los que siguen creyendo en la vida, que respetan viviéndola con alegría y manteniendo la esperanza de un mañana mejor para ellos y para sus hijos. Por eso es que no pueden recibir bien una invasión como la que viven en este momento por al ocupación del ejercito semita. Y vendrán intifadas, y vendrán niños encapuchados lanzándole de nuevo piedras a los indestructibles tanques, que son fuertes con la balas pero no con la dignidad. Ellos no les darán la bienvenida a este o cualquier ejercito invasor, no permitirán que su pasado sea acabado por las ínfulas del gran israelí en el futuro ocupando toda la región palestina.
Desgraciadamente sabemos que la resistencia solo les permitirá mantener lo que ahora tienen, por que todo lo perdido solo podrá ser recuperado con años y años de lucha palestina, organización y fraternidad árabe-israelí y solidaridad internacional. El problema de palestina no se solucionara dándole legitimidad, status o beligerancia legal al estado palestino; Es precisamente la no conformación de un estado palestino, de la mano de la destrucción del estado israelí la que permitirá vivir fraternalmente tanto a judíos como palestinos en tierras bíblicas. Son los estados en estos momentos los que atacan o se defienden en guerras a muerte, siendo los únicos pérjudicados la población que muere inocente defendiendo banderas o uniformes que al final nada le darán para si sino solo para sus dirigentes.
El problema no es si se cree en Ala o en Jehová, si se cree en Jesucristo o en Maoma, cada cual puede creer en lo que quiera, hasta no creer es una posibilidad. El problema no es ser culturalmente diferente y hablar unos árabe y otros hebreo, ni siquiera el problema es una cuestión de terrorismo, seguridad nacional, liberación nacional o resistencias. El problema es aceptar la diferencia, y aceptarla como una cualidad que potencia la creación del hombre. Para eso ni Israel ni Palestina necesitan sus estados, menos aun necesitan sus dirigentes; lo único que necesitan es el reconocimiento del otro como igual, y de si mismo como inviolable. No es una pelea por la creación de nuevos mundos eclécticos, es por la perpetuación de este mundo real en el que vivimos y en el que somos diferentes.
Solo la organización en aquel territorio basada en el autoreconoccimiento, la valoración del otro y la búsqueda de la libre asociación hará que se superen los problemas a los que desde hace 50 años han tenido que atender tanto israelitas como palestinos. Solo el respeto por la integridad humana, y la aceptación de la diferencia étnica, lingüística, cultural, sexual, etc… permitirá que este tipo de lapsus mortales desaparezcan, y ya no debamos solucionar nuestros problemas por vías violentas sino por búsqueda de consensos y disensos.
Mientras tanto, mientras el pueblo palestino y el israelita se den cuenta que sus diferencias son posibilidades, que sus religiones no tienen que ser impuestas a otros, y que sus fronteras territoriales no son mas que una excusa de habitación territorial mas no de prohibición de movilidad para el otro, solo hasta entonces deberá mantenerse la resistencia por la sobrevivencia y la dignidad que el pueblo palestino sigue con la cabeza en alto. Los dirigentes sobran para los pueblos dignos. La autonomía y el apoyo mutuo son mas efectivos que la autoridad y la competencia.
No habrán fiestas de bienvenida hasta que los palestinos no sean bien recibidos en tierras israelitas.
Gracias Giovanny; La idea seguro es difundir, por lo pronto el articulo se subio en http://www.nodo50.org/anarcol pero sientase libre de difundir el contenido de este blog como mejor crea.
No se si se la ha ocurrido pero aguanta difundir el artículo – Traducirlo y todo. Está rebueno y sobra decir que la posición política y humana es muy consecuente. Coma pa que la cosa no se quede en mi opinión en mi blog y ya, sino difundirla.Abrazos