Boicoteando a Israel… desde adentro.

Por: Mya Guarnieri1
Israelies explican por que se unieron al movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones.

Un activista palestino sostiene un pan producido en irsrael que se vende en una tienda de alimentos en el pueblo de Ramallah ubicado en Cisjordania.

Fue Egipto2 el que me hizo pensar acerca del movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS)3 seriamente. Ya estaba en el momento conduciendo un pequeño boicot dirigido a los bienes producidos en los asentamientos, silenciosamente leyendo etiquetas en las tiendas para estar seguro que no estaba comprando nada que viniera de dentro de la linea verde. Estaba haciendo esto hace tiempo, pero en un punto me di cuenta que el objetivo de mi boicot era un poco ingenuo, y entonces entendí que no era suficiente. No es solamente las colonizaciones y la ocupación, dos caras de la misma moneda, los que ponen un serio obstáculo a la paz y lesionan los derechos humanos de los palestinos: es todo aquello que los patrocina, el gobierno y las instituciones. Es la burbuja en la que muchos de los israelíes viven, la ilusión de la normalidad. Es el sentimiento de los israelíes que el estatus quo es sustentable. Y los asentamientos son un parte de la cortina de humo, un objetivo conveniente para la rabia. Los israelíes deben confrontar una de las mayores injusticias que han resultado de su Estado, la Nakba4, la expoliación de cientos de miles de palestinos.
Mientras el movimiento BDS direcciona que, entre otras preocupaciones, los tres principios del movimiento son el respeto al derecho de retorno palestino, resaltado por la declaración 194 de la ONU, el fin de la ocupación y la igualdad de derechos para los ciudadanos palestinos en Israel, me mantuve reacio a verme involucrado. Debo confesar que me daba miedo el movimiento. No pensaba que fuera de ayuda. Estaba seguro que el movimiento BDS solo provocaría que Israel profundizar sus acciones más y más. Solo haría peores las cosas para todos, razoné. Egipto fue el punto de inflexión para mi. Estaba estimulado por imágenes de la gente tomándose las calles demandando el cambio. Y mientras los Papeles de Palestina probaban que el gobierno parecía solo intentar mantener el status quo, conozco a muchos israelíes que están hartos de ello. Hay madres que no quieren enviar a sus hijos al ejercito; soldados que se quejan de patrullar los asentamientos. Recientemente hable con un hombre de 44 años, alguien normal padre de dos hijos, quien me dijo que quería quemar algo, que estaba tan frustrado con el gobierno y tan preocupado por el futuro.

Y Egipto es uno de los muchas excusas ahora mismo. Entonces, ¿qué puede ser hecho para dar a Israel escarmiento? ¿que puede ser hecho para envalentonar a los israelíes para que peleen por un cambio, para luchar por la paz, para liberarse a si mismos del conflicto que mina su propia auto-determinación, su libertad? El movimiento BDS se ha hecho con numerosas victorias, lo que es una de las razones para que el Knesset5 Israelí este tratando de pasar una ley, conocida como la ley del boicot, que efectivamente criminalizaría a los que se unan al movimiento, sujetándolos a grandes multas. Y algunos de los que están involucrados con el BDS están ahora sintiendo una gran presión del estado.

La máscara de la democracia de Israel.

Leehee Rothschild, de 26 años, es una de los israelíes que han respondido al llamado palestino del 2005 promoviendo el BDS. Recientemente su apartamento en Tel Aviv ha sido allanado. Mientras que la policía hacía esto bajo la pretensión de una búsqueda de drogas, ella fue llevada a la estación para hacerle una corta interrogación que se centraba enteramente en política. “La persona que vino a liberarme (del interrogatorio) era un oficial de la inteligencia que decía estar en cargo de monitorear actividad política en el área de Tel Aviv” dijo Rothschild. Fue este oficial quien pidió la orden de búsqueda. Desde que se llevó a cabo la operación Plomo Fundido6 activistas israelíes han reportado una incrementada presión de la policía así como de las fuerzas de seguridad -conocidas por su acrónimo hebreo Shabak. El subsiguiente mandato incluía, entre otras cosas, el objetivo de mantener Israel como un estado judío, haciendo de aquellos que abogaban por la democracia un objetivo.

Allanamientos a casas, como el que sufrió Rothschild, no son raros, tampoco las llamadas de la Shabak. “Obviamente (la presión) es nada comparado con lo que los palestinos tienen que vivir” dijo Rothschild, “pero creo que estamos tocando hilos finos”. Cuando fue preguntada por ella ley del Boicot comento: “si la ley pasa, hará desnudar un poco más, la mascara israelí de la democracia.

Amor profundo.

De su vinculación con el BDS, Rothschild resalta que no estuvo consciente del movimiento hasta que se convirtió en un tema principal de discusión dentro de la izquierda radical israelí, en la que ya estaba activa. Y aun después de que escuchó sobre ello, no se integro inmediatamente. “tenía mis reservas acerca de ello (BDS)” Rothschild recalca, “pensé en ello durante un largo tiempo y lo debatí personalmente y con mis amigos. La mayor reserva que tenía era que lo(s aspectos) económico(s) primero afectarían a la gente débil de la sociedad -la gente pobre- aquellos que tienen el menor efecto en lo que esta pasando. Pero pensé que la ocupación está afectando a esta gente mas de lo que la desinversión puede hacerlo”. Rothschild señala que los fondos estatales invertidos en “seguridad, defensa y oprimiendo a la gente palestina” pueden ser mejor utilizados de mejor forma en Israel ayudando a los estratos socio-económicamente mas bajos; “otra de las reservas que he tenido es que ello puede hacer al publico israelí mas extremista, mas fundamentalista,” añade Rothschild, “pero tengo que decir que el camino que se debe recorrer para para ser mas extremista es muy corto actualmente”. Como israelita Rothschil considera que unirse al movimiento BDS es un acto de cuidado. Es amor profundo al país en el que nació y creció. “espero que para algunas personas sea una cachetada en la cara para que se despierten y vean lo que está sucediendo” dice Rothschild, agregando que el opresor es oprimido también. “los israelíes son también oprimidos por la ocupación, ellos viven en una sociedad que esta militarizada, que es violenta, que es racista”.

Renunciando a los privilegios.

Ronnie Barkan, de 34 años, explica que tomo su primer paso hacia el boicot hace 15 años, cuando rehusó a completar su servicio militar obligatorio: “hay mucha presión social (en Israel)! Barkan afirma, “nos crían para ser soldados desde que estamos en la escuela para bebes. Nos enseñan que es nuestro deber (el servir en el ejercito) y eres un parásito o un traidor si no quieres servir”. “lo que es aun peor es que la gente es criada para ser profundamente racista” agrega. “Todo esta dirigido para apoyar el privilegio (judío) como señores de esta tierra. Soportar al BDS significa renunciar a mis privilegios a esta tierra e insistir en la igualdad para todos.” Barkan compara su ingreso al movimiento del boicot con los “blancos que denunciaron sus privilegios en el apartheid y se unieron a las luchas de los negros en Sur Africa”. Cuando yo me estremezco con la letra A de apartheid, Barkan contrarresta:“Israel claramente cae bajo la definición del “crimen de apartheid” así definido en el Estatuto de Roma”.

Nunca más a nadie.

Algunos se oponen al BDS por que incluye el reconocimiento de los palestinos al retorno. Estos críticos dicen que el cambio demográfico afectaría la auto-determinación judía. Pero Barkan argumenta que “los resaltados fundamentos (del movimiento) son el reconocimiento de los derechos humanos y las leyes internacionales). Hace énfasis que el BDS respeta los derechos humanos tanto para palestinos como para judíos e incluye propuestas de un estado bi-nacional democrático, así como a aquellos que creen en una solución de los dos estados como la mejor respuesta al conflicto. Así mismo afirma que el BDS no es antisemita, tampoco anti-israelí; “la campaña de boicot no tiene como objetivo a los israelíes, tiene como objetivo las políticas criminales de Israel y las instituciones que le son cómplices, no a los individuos,” dice. “así que pensemos por un momento que un académico israelí o un músico va fuera de Israel y es retirado de una conferencia o de un encuentro solo por que es israelí” le pregunte, a lo que respondió: “no, no, esto no entra en las lineas generales del boicot”, y yo le complemente “por que eso no es un boicot, es racismo”. Exacto, me respondió, agregando que el llamado palestino por el BDS es “un llamado muy responsable” que “hace una diferenciación entre las instituciones y los individuos y es claramente un boicot contra las instituciones criminales y sus representantes… dondequiera que hay un área verde tomaremos el acercamiento de forma más suave”.

Aun así, Barkan ha enfrentado criticas por su rol en el movimiento del boicot: “mi abuela quien estuvo en Auschwitz me dice puedes pensar lo que quieras pero no hables en voz alta de tus políticas por que no es bueno y yo le respondo tu sabes quien no hablo en voz alta hace setenta años”. Para finalizar Barkan agrega: “creo que la mejor lección del holocausto es nunca mas hacerlo a nadie y no simplemente nunca mas a los judios”.
1 Periodista y escritor residente en Tel Aviv. Originalmente públicado en: http://english.aljazeera.net. Traducción por Vargarquista.
2Levantamiento popular que derroco la dictadura civil de Mubarak.

3Para consultar sobre esta iniciativa se pueden visitar: http://www.bdsmovement.net/, y en español: http://www.boicotisrael.net/

4Nakba es un término árabe (النكبة) que significa «catástrofe» o «desastre», utilizado para designar al éxodo palestino (en árabe الهجرة الفلسطينية, al-Hijra al-Filasteeniya).

5La Knéset (en hebreo כנסת, «Asamblea») es el parlamento de Israel

6Operación militar Israeli contra el hamas en el 2008-2009

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *