This is a quick translation into English.
original en castellano, más abajo
Paula did not have to tell Luna what had been decided in that meeting because Jose told her at home. On the following day Luna arrived at the shop with red eyes and Paula felt guilty because she had not cried so much. But Luna brought another news.
“Jose is also leaving Fair Trade. Paula had to cover her mouth so that at least only her eyes would be wide open.
The same day on which they would close the shop, Jose would go unemployed, again. Only now Jose and Luna had to pay the mortgage of the attic in which they lived. Finally Paula could close her eyes and kept them thus a little long while. When she reopened them to meet Luna’s, at least there was no longer so much pain in them.
“We have cried much, but when you do not feel supported, it is the correct decision.”
“And now that you are going to do? With the mortgage, and that.”
“ At the moment we have unemployment support.”
“I am really sorry, Luna. To get you into this only for it all to go down the drain so soon. In less than three months.”
“Come one, we thought that it was going to last less than a month!”
Finally they both laughed, but they could not change the subject. They sat down as usual, one next to the till and the other nearer to the door, with a book each.
“So we leave Fair Trade.” Luna raised her eyes from the book that she was not really reading either.
“Well I imagine that we will go to volunteers somewhere else. Or we will set up something else. At the moment and with what I have on my plate, I will need a rest, when we close this.”
“There is Luis.”
“And there will be many more too. We hope. For that reason there is no problem. But I have got a little quite traumatised.
“I wanted to imagine the end of this history. But I did not want it to arrive this soon.”
Jose and Josu arrived at closing time. No were no longer staying until so late in the garage cellar.
“Have I got news for you”, said Jose as a hello. “I have been offered a job with the Andalusian importer of Fair Trade, and another one in a similar organization here, this one as well as Fair Trade, has programs of support for the homeless repairing furniture.”
Paula had heard about Emaus. At least somebody had the job problem solved.
“So, how is the job search going.”
“It goes. Badly.”
“Same here. I am looking for photography courses.”
“Same here, secretary courses, but I do not believe I am going to go for any of them. I might as well move to London.
Luna, Josu and Jose turned to look at Paula.
“Well, you already knew that I had always wanted to go. With the shop, it was a parked dream, and I thought it would be for good then, but now that no longer I have anything, I still have London.”
“And that you are going to do in London?”
“Survive without having to depend on my parents. You have already left your parent’s house, I have not yet. [I have been speaking with the friend of a friend who has lived there for a few months. She says that, having arrived without having anything, is easily work in coffees or restaurants and with that arrive to rent a room. Which cannot be said of here.
“Certain.]
“And what about you, are you moving to Andalusia?
“No, I stay here. I begin next week that comes. And Josu too.”
“Paula turned to look at Josu.”
“Well, cool. I am glad for you. So now we have all indeed left the garage.” They all smiled, Josu with his ever present grin and his zapatista neckerchief.
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castellano
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Paula no tuvo que contarle a Luna lo que se había decidido en aquella reunión porque se lo contó Jose en casa. Al día siguiente Luna llegó a la tienda con los ojos rojos y Paula se sintió culpable porque ella no había llorado tanto. Pero Luna traía otra noticia.
Jose también deja el comercio justo.
Paula tuvo que taparse la boca para que solo se le abrieran desmesuradamente los ojos.
El mismo día en que ellas cerrarían la tienda, Jose se quedaría en paro, otra vez. Solo que ahora Jose y Luna tenían que pagar la hipoteca de la boardilla en la que vivían. Por fin Paula pudo cerrar los ojos y los mantuvo así un momento largo. Cuando volvió a abrirlos y se encontró con los de Luna, al menos ya no había tanto dolor en ellos.
Hemos llorado mucho, pero cuando no te sientes arropado, es la decisión correcta.
Y ahora que vais a hacer? Con la hipoteca, y eso.
De momento tendremos el paro.
Ya lo siento, Luna. Meterte en esto para que luego se vaya al garete. En menos de tres meses.
Venga, que pensábamos que iba a durar menos de un mes.
Por fin rieron las dos, pero no pudieron cambiar de tema. Se sentaron como de costumbre, una junto a la caja y otra más cerca de la puerta, con un libro cada una.
Así que dejamos el comercio justo.
Paula levantó la vista del libro que tampoco ella estaba leyendo.
Hombre imagino que nos iremos de voluntarios a otro sitio. O formaremos otro. De momento con lo que hay, yo necesitare un descanso, cuando cerremos esto.
Está Luis.
Y estarán muchos más también. Esperemos. Por eso no hay problema. Pero yo me he quedado un poco bastante traumatizada.
Yo quería imaginarme el final de esta historia. Pero no que llegase tan pronto.
A la hora de cerrar llegaron Jose y Josu. Ya no se quedaban hasta las tantas en el garaje sótano.
– Noticias traigo – dijo después de saludar -. me han ofrecido trabajo en la importadora de comercio justo andaluza y también en una organización parecida, pero que tiene además de comercio justo, programas de apoyo a sin techo con reparación de muebles.
Paula había oído hablar de Emaus. Al menos alguien tenía la papeleta resuelta.
Que, como va la búsqueda de curro
Pues va. Mal.
Yo también. Estoy buscando cursos de fotografía.
Yo de secretaria, pero no creo que vaya a hacer ninguno. Igual me voy a Londres.
Luna, Josu y Jose se volvieron a mirar a Paula.
– bueno ya sabíais que siempre había querido ir. Con lo de la tienda, era un sueño aparcado, en ese momento pensé que para siempre, pero ahora que ya no tengo nada, me queda Londres.
Y que vas a hacer en Londres?
Sobrevivir sin tener que depender de mis padres. Vosotros ya os habéis ido de casa, yo aún no. estuve hablando con la amiga de una amiga que ha vivido allí unos meses. Dice que, llegando sin tener nada, se encuentra fácilmente trabajo en cafés o restaurantes y con eso llega para alquilar una habitación. Lo cual no se puede decir de aquí.
Cierto.
Y tu que tal, no te iras a Andalucía, no?
No, me quedo aquí. Empiezo la semana que viene. Y Josu también.
Paula se volvió a mirar a Josu.
Vaya, que guay. Me alegro por ti. Así que ahora sí que todos dejamos el garaje.
Sonrieron todos, Josu con su mueca y su pañuelo zapatista de siempre.