Africanía, Afrocubanismo, Afrodescendencia: ¿De qué estamos hablando?

Por Cofradía de la Negritud

Queridos amigas y amigos,

Les recordamos que el próximo sábado 28 de mayo, a las 3 de la tarde, en la Casa Comunitaria del barrio La Ceiba (antiguo Sindicato de Cerveceros), sita en la avenida 51 esquina a calle 48, La Ceiba, Playa, llevaremos a cabo el panel y debate “Africanía, Afrocubanismo, Afrodescendencia: ¿De qué estamos hablando?”

Integrarán el panel los escritores Roberto Zubarno de la editorial de la Casa de las Amércias; Tomás Fernández Robaina, de la Biblioteca Nacional José Martí y Eliseo Altunaga, de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños. Moderador del panel lo será el compañero Tato Quiñones.

La ocasión será propicia, además, para homenajear al compañero Altunaga por su 70 cumpleaños.

Con un abrazo fraternal,

Cofradía de la Negritud

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  1. DESAPARECIO LA PRESENCIA CULTURAL DE LOS ESTRATOS MORENOS Y NEGROS DEL SÉPTIMO FORO DE LA DIVERSIDAD CULTURAL QUE SE ESTÀ REALIZANDO EN LA CIUDAD CARACAS
    Por Antonio José Guevara.
    Prensa Alternativa el Negrero
    Se abrió al debate en la Sala José Félix Ribas del Complejo Cultural Teresa Carreño…, y los panelista y voceros estuvieron atentos para ubicarse y jugar el papel que le corresponde en el Séptimo Foro de la diversidad Cultural que se instaló en Caracas, exaltado por el Vice ministro Benito Irady, organizado por el Centro de la Diversidad Cultural, desde el 26 de Agosto hasta el 02 de Septiembre y donde se ha buscado promover todas nuestra manifestaciones autóctonas, y la diversidad de las poblaciones que fueron incluidos en el Censo 2011, con el firme propósito de fortalecer la importancia que tuvo la participación de nuestros pueblos en la construcción de un pensamiento originario, en el que se viene haciendo aportes importante por descolonizar la memoria y resaltar que a pesar de lo complejo y variabilidad del acto discursivo de los diferentes panelistas y voceros, no se nota la presencia de quienes en Venezuela, siempre nos hemos caracterizados por defender el gentilicio y nuestra identidad venezolana (la cual no obviamos y ponemos en cada debate por delante de cualquier epíteto racial) en el que se ha querido de manera solapada imponer un sola postura, en vista que pareciera quererse obviar y no aceptar, que en la construcción de la República de Venezuela (a partir de 1811), solamente contó con la presencia nuestros epónimos libertarios negros-negras, morenos-morenas indígenas, mantuanos- mantuanas y criollos, los cuales jugaron un papel importante en la conformación de la venezolanidad, los cuales inspiraron respeto por su bravura, destreza en el manejo de la armas y gran inteligencia en la planificación y organización militar.
    En este sentido, se debe enarbolar la transparencia en el debate, en el que se debe buscar visibilizar los diferentes momentos históricos que hicieron parte de esa invisibilizaciòn historiográfica, pero creemos que este tipo de evento, sigue adoleciendo de la presencia de los venezolanos que poseen una piel negra y morena, en el que pareciera que se no se quisiera visibilizarlos, olvidándose que la interculturalidad debe entenderse como un paradigma que obedecen a diferentes configuraciones culturales e interculturales, que no se puede desprender del contexto social e ideológico que rodea a cada uno de las instancias de representación social (los gobiernos, organizaciones, movimientos sociales y culturas), en el que tal proceso exige buscar orientaciones que tengan que ver con la transformación de la conciencia en sí mismo, con el objetivo de lograr la interconexión de las culturas y sociedades para alcanzar la comunicación y diálogo intercultural simétrico y equitativo.
    Por ello es importante tomar en cuenta a estas poblaciones que se auto reconocieron como morena y negra en el foro de la diversidad que se está dando en los espacios de la Sala José Félix Rivas, en donde pareciera que no se quiere asumir una postura gregaria, transparente, honesta e incluyente a favor de estos estratos que vinieron a conformar la venezolanidad y que sentimos que quienes se encargaron de su organización, ha querido imponer una postura que demuestra lo lejos que estamos de alcanzar la unidad entre los venezolanos, mientras el ventajismo y el oportunismo sean la premisas que se impongan, si no entendemos la necesidad de ser álgidos en el debate y unidos en la acción (cuestión que en todo acto, siempre nuestro Presidente Chávez remacha) en el que nos estamos olvidando que se hace necesario llegar a consenso, en vista que no se puede obviar que esta es la patria de Bolívar, lo que representa en el mundo la revolución bolivariana, nuestra historia política, geográfica y socio étnica, para darle vida a unos imaginarios que consideramos que tienen una mínima presencias en esta tierra de libertadores, porque no puede ser que si la población total venezolana es de 28.946.101 venezolanos y venezolanas aproximadamente (Según Censo de Vivienda y Habita 2.011), solamente 181.157 venezolanas y venezolanos se reconocieron como afro descendientes (es decir 0.7 por ciento), presentes mayormente en los estados Miranda (42.264 de una población de 2.675165), Carabobo (21.281 de una población 2.245.744) y Aragua (19.874 de una población 1,630.306). Más de 15 mil en el estado Zulia de una población de 3.704.404, 18.675 se encuentran en el Distrito Capital de una población de 3.704.404, 3.369, en el estado Monagas 6.364 de una población de 905.443, en Vargas (6.070 de una población de 352.920,) en Falcón (5.600 de una población de 9028479), en Bolívar (población 1.410.964 y 5.334 en Anzoátegui (poblaciòn1.469.747), 5.287 se ubicaron en el estado Yaracuy, 4.286 en Sucre de una población de 896.291., 2.716 en Mérida, 2.287 en Nueva Esparta, 2.256 en Guárico, 2.122 en Portuguesa, 2082 en Táchira, 1.790 en Barinas, 1.383 en Cojedes, 1.206 en Trujillo, 956 en Delta Amacuro, 875 en Apure, 529 en Amazonas y 16 en Dependencias Federales (Ver Cuadro de la Población Censada 2011 por entidad Federal y su Tasa de Crecimiento. Fuente INE) .
    Esto representa que se está haciendo deshonesto y que se está negando en el Foro nuestra presencia, como reconocimiento constitucional, para introducir un término y darle marco constitucional que población venezolana rechazó y en el que se hace necesario que los voceros culturales empecemos a desmontar nuestra propias concepciones, como las teorías que incentivaron la colonización de la memorias de los países que ellos llamaron provincia y por ello no vemos con buenos ojos que no se haya incluido en el debate tales posturas (las culturas negras y la morenas) porque se está buscando minimizarlas, olvidándose que somos venezolanos, estamos en la patria de Bolívar y que el estrato moreno y negro representan la población mayoritaria en Venezuela ( según los resultados del Censo de Habita y Vivienda 2011.), los cuales no se puede echar a un lado, para darle auge a un estrato social que solamente logró el 0.7 de la población, en en el que pareciera que quienes organizaron el foro de la diversidad no se han dado cuenta que la diversidad cultural es una condición de convivencia por la no discriminación entre culturas y es por ello que la lucha por la autonomía admite la conciencia de la existencia de otras culturas, la conciencia de que el procesos mismo de experimentar la discriminación o de luchar contra ello le suma algo a la cultura propia, en el que se debe velar las condiciones actuales en las cuales se producen pérdida de tradiciones, costumbres, adaptaciones o asimilaciones a otras culturas en condiciones de inequidad, avasallamiento y cosificación cultural; es cierto que no estamos viviendo un “encuentro cultural” sino más bien un proceso de constante usurpación, ocasionado por desigualdades y asimetrías por las potencialidades de las culturas por imponerse y determinar las condiciones de este encuentro hacia modelos civilizatorios totalitarios y hegemónicos. Sin embargo, dichas asimetrías y desigualdades si no se llevan a la arena de la multiculturalidad y el diálogo intercultural, a un encuentro e incluso, a un cuestionamiento de la cultura del otro. Tal desafío implica un proceso de reivindicación, reconstrucción, re identificación, no tanto en base a la historia de haber vivido, como comunidad, pueblo o nacionalidad discriminada en una sociedad mestiza, se trata de luchar contra la discriminación concreta, contra la naturalización de las asimetrías sociales cotidianas, contra prejuicios y exclusiones, contra una sola concepción de lo que es desarrollo, progreso e institucionalidad modernizada colonial.
    Es por ello que en las posturas que se están ventilando en dicho foro, se debió buscar la inclusión de todos los que nos encontramos en los predios de esta gran patria, lo cual llama a la reflexión, puesto que no se puede hablar de diversidad, cuando no se quiere llegar a consenso y asumir una actitud de ponerse a la saga contra cualquiera postura que forme parte del gentilicio de la identidad venezolanas para echar la racionalidad de los hechos histórico (en que se fundamentó la colonización de la memoria) a un lado, sin internalizar que tales estratos que se caracterizan por poseer una piel oscura, contaron con el desprecio de sus originarios, los cuales despreciaron su propia idiosincrasia, aceptaron la del colonizador y cuando fueron a reflexionar, eran demasiado tarde, porque ya estaban colonizados, conquistados y sometidos a las implicaciones del poder imperial que para la época se hacían trasparente a través de la imposición del etnocentrismo de su cultura, y por ello creemos que la poca comprensión se convirtió, en una trabas que impiden el acceso concreto a la verdad, por ser demasiadas cerrada y excluyente, lo cual creemos que sigue impidiendo el buen discernimiento, en el cual sentimos que sin la presencia de la culturas negras y morenas no se puede llegar a posiciones mucho más abiertas que permitan superar la camisa de fuerza de las ideologías colonizadoras…, en donde se hace necesario asumir posición y establecer el diálogo en fortalecer la etnicidad venezolana y fundamentalmente la unidad de todos los venezolanos.
    Ello nos lleva hacer una reflexión profunda acerca de desmontar, revisar nuestra propias posturas y echar a un lado, aquellas que no ayudan a fortalecer todo aquello que nos enriquece como pueblos que tenemos orígenes distintos, con historias diferentes y costumbres diferentes para poder entender que hay que hacer todo lo posible por buscar esa “unidad en la acción”, a la cual nuestro Presidente Hugo Rafael Chávez Fría siempre hace mención y que enarbola en cada discurso que hace, porque hay que ver con mucha sutileza que se hace necesario buscar conceso, en un país que se considera multiétnico, pluricultural, pero que además reconoce “…el ejemplo histórico de nuestro libertador Simón Bolívar y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes y de los precursores y forjadores de una patria libre y soberana…”(Preámbulo de la CBRV), en el que los estereotipados como negros fuimos reconocidos después de doscientos años de vida republicana, como “forjadores”, lo cual quiere decir que eran tan inteligentes estos desarraigados, seres humanos, humanos gregarios (a pesar de tener tal carga histórica negativa que le atribuyó las culturas europeas) tuvieron la capacidad de reconocer que se encontraban en espacios geográficos distintos, aprender sus diferentes idiomas, crear una toponimia distinta a la original diferente a la de los africanos, europeos e indígenas, y simplificar para poder comprender las posturas del colonizador, como sus influencias diversas y complejas, y como se habían convertido en la clave del empobrecimiento colonial del que hemos sido víctimas, producto de la imposición de la dominación occidental.
    Por ello sostenemos que no reconocemos como venezolanos de piel negra y no aceptamos que nos pongan ningún epíteto ante del venezolanos, originarios de la república y de esta gran nación que se llama Venezuela y lo planteamos con gran integridad y sin discusión, puesto que nacismos en la tierra de Bolívar y eso nadie nos lo va a quitar, porque reconocemos que llevamos la sangre de un Imaginario libertario que independizo cinco naciones, en el que se puede notar que quienes asumieron su bandera, tuvieron la capacidad de echar a un lado su linaje, estatus social, propiedades para ir a hablar con los libertarios Haitianos y pedir ayuda en pro de la independencia venezolana y no se convirtieron en parcelas, porque sabían que era necesario la “unidad de la acción”, en el que se comprendió que esos negros, morenos, pardos o mulatos, se había convertidos en el alma y espíritu de la gesta libertaria, en sujeto crítico, solidario, cooperativo, autogestionario, bolivariano y no entendemos que se utilice este momento histórico para imponer postura que no encajan dentro de la realidad venezolana, en el que se hace necesario con mucha urgencia, fortalecer nuestro autoestima para poder combatir los argumentos que impusieron tal condición inhumana que permitió convertir a seres humanos racionales en sub humanos, depositarlo en asientos y después venderlos como subhumanos o animales y en el que se debe entender que se hace necesario predicar la participación organizada sobre la base de la nueva materialidad dentro de la República que se está formando hoy en Venezuela, encauzada dentro de los parámetros del socialismo, humanitario y comunitario, porque algo que no podemos olvidar, es que este proceso bolivariano no sólo produjo un nuevo individuo, ideológicamente, políticamente, socialmente, culturalmente, biológicamente y genéticamente, sino que además, la variedad de experiencias sociales y culturales permitieron reinterpretar nuestras experiencia y procesos históricos, según nuestras necesidades y consecuencias, en el que unos venezolanos de color negro y moreno crearon una existencialidad que los llevó a convertirse en sujetos creadores de cultura, puesto que el aporte que hicieron, marcó un hito de gran trascendencia en la humanidad y es la única herramienta con que contamos para elevar nuestro estima y eliminar los vestigios que quedan de la irracionalidad cometida por quienes se dieron el lujo de alimentar el oficio impío de cazar a seres racionales y depositaron en asientos para luego venderlos a los barcos europeos.