Declaración de la Casa de las Américas Ante la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez

Declaración de la Casa de las Américas

La muerte del gran conductor Hugo Rafael Chávez Frías priva a Venezuela de su máximo líder, y a toda nuestra América del extraordinario artífice de su unidad. Pero lo que Chávez logró hacer desde finales del siglo pasado, y en especial en este siglo XXI, permite asegurar que su desaparición física no implica, en forma alguna, la de su enorme contribución.

Venezuela mantendrá, gracias a su pueblo, a su gobierno y a sus fuerzas armadas inquebrantablemente fieles a su legado, el camino abierto por él. Y las realizaciones de carácter continental que auspició (baste mencionar algunas como el Alba, la Unasur y la Celac) constituyen hitos vivientes donde perdurará su obra.

La Casa de las Américas ha expresado en reiteradas ocasiones su admiración y su gratitud por la excepcional faena integradora del ser humano mayor que fue, que es. Desde la labor que es nuestra razón de ser, acercar culturalmente a la América Latina y el Caribe, no nos cansamos de exaltar y agradecer lo que Chávez ha hecho para que ese acercamiento incluya lo esencial de nuestros países. Con total coherencia él llamo al suyo República Bolivariana de Venezuela.

En su «Canto a Bolívar» Pablo Neruda le hizo decir al Libertador que despertaba cada cien años, cuando despierta el pueblo. Con el gran compañero Chávez, Bolívar volvió a despertar. La acción de ambos no está solo en el pasado, sino en el presente creador y en el porvenir, en el mundo mejor que es posible y necesario. Chávez pervivirá en ese mundo, el cual conservará con orgullo el nombre de quien luchó sin cansancio, hasta su último aliento, por traerlo a la vida.

Hasta la victoria siempre, invicto comandante.

5 de marzo de 2013.
Año 55 de la Revolución.