La responsabilidad individual en la prensa cubana

Por Félix Sautié Mederos.

Crónicas cubanas

(IV)

Continúo con mi análisis sobre el dossier de la Revista católica Espacio Laical titulado “Propuestas para la refundación de la prensa cubana” (1). Son muchas cuestiones importantes y múltiples las experiencias que he vivido en casi 50 años de ejercicio del periodismo. Mi deber de conciencia me exige aportar todo lo que me sea posible al análisis de este tema, al cual le he dedicado toda una vida cargada de avatares y esfuerzos con la cosecha de amigos y enemigos a que se refiriera José Martí. Me propongo pues en esta entrega, comentar y expresar mis testimonios sobre el planteamiento, expresado por mi amigo y colega Luis Sexto referido a la prensa cubana de los 60 al principio de los 90 con el cual coincido totalmente. Cito: “Durante los años 60, 70, 80 y hasta principios de los 90, los periódicos y revistas fueron más abiertos, menos fiscalizados y sobre todo gobernaron su libertad hasta para decidir la publicación de textos conflictivos o cómo adecuar periodísticamente hasta una nota oficial…”

Soy testigo de excepción de lo planteado por Luis Sexto en mi condición de ex director de varios órganos nacionales de prensa en esas épocas (2). Como ejemplo de ello, quiero citar un planteamiento mío que publiqué en la primera plana de Juventud Rebelde el 15 de agosto de 1967 con el título “RESPUESTA A QUIENES NOS INCREPAN”, firmado personalmente como Director de Juventud Rebelde; pero debo reconocer que posteriormente no pude soportar la presión de la burocracia:

“La Sección Uranio, que se publica casi a diario en nuestras páginas y el Semanario Humorístico El Sable, los tenemos especializados en recoger los problemas generales que son de descontento dentro de las masas.

Hasta el presente hemos venido desarrollando una política de crítica constante a todo lo mal hecho y de traer a nuestras páginas todo aquello que es de preocupación popular, para servir de canal público y viabilizar en definitiva su discusión, su aclaración y solución en todos los casos posibles. Estos son nuestros propósitos y no otros. Entendemos que cuando se tiene confianza en las masas, hay que demostrarlo con hechos y actitudes concretas. Luego sacar a discusión pública aquello que le preocupa es tener confianza plena en la capacidad de discernimiento de nuestro pueblo. Con ello se logra una aclaración definitiva, jugando por tanto un verdadero papel orientador, como corresponde a la prensa revolucionaria. Muchos se preguntarán: ¿a qué vienen estos planteamientos sobre las publicaciones de crítica en nuestro periódico?

Esta pregunta es justa, pues lo lógico es que no sea necesario aclarar una cuestión tan diáfana. Pero como no siempre sucede lo que es lógico, ante las reacciones de quienes parece que no les gusta que se ejerza por parte de las masas un enjuiciamiento de los problemas que les afectan directamente, hemos entendido que es un deber como prensa revolucionaria, sentar una posición que sirva de aclaración definitiva sobre todas las críticas que hemos publicado y que seguiremos publicando. En muchas cartas algunos organismos nos preguntan que con quién hemos consultado la publicación de tal o cual crítica. Otros arremeten contra el periódico planteando que tomamos posición en campañas contra ellos. Hay quienes nos increpan como si fuera de poco revolucionario publicar una queja que nos envíen a nuestra redacción. Otros nos hacen las historias justificativas, harto conocidas, de que todas las deficiencias que se suceden en Cuba se deben al Bloqueo o al imperialismo.

Ante esto hemos decidido dejar bien aclarado lo siguiente: Que por respeto a nuestro pueblo publicamos todas las preocupaciones y quejas que nos llegan, y que para hacer esto en nuestro país no hay que consultar con nadie. Ante un pueblo que frente al imperialismo en los momentos más difíciles ha sabido decir PATRIA O MUERTE, no hay que tener preocupación de ninguna índole en discutir las deficiencias que le afectan y que le irritan. No aceptamos los enjuiciamientos que se hacen en algunas cartas que hemos recibido, donde se acusa a los periodistas que trabajan en nuestras secciones de críticas como poco conscientes, resentidos o no revolucionarios.

¿Qué es lo más revolucionario: sacar a flote la crítica que nos llega o callarla?
¿No es acaso más revolucionario promover la discusión pública sobre las preocupaciones que hay en el pueblo? ¿Puede haber algo que sea justo y a la vez imposible de explicar a las masas revolucionarias que han dado muestras de plena comprensión a todas las dificultades que tiene la Revolución? Tenemos confianza en las masas y estamos convencidos que ante las mismas todo se puede alcanzar, pues en definitiva constituyen en su conjunto los más celosos defensores de la eficiencia de nuestra Revolución. Por todo lo anterior dejamos bien sentado nuestra opinión de que uno de los papeles más importantes que debe jugar el periodismo en una sociedad revolucionaria es canalizar la crítica popular que facilita en definitiva la solución de nuestras deficiencias. A la vez que estamos dispuestos a publicar todas las críticas que por parte del pueblo se nos envíen, también brindaremos espacio a todas las aclaraciones que nos hagan los señalados y diremos que no tienen razón a quienes en realidad no la tengan. Pero esto hay que hacerlo con hechos concretos y no con justificaciones. Esta es nuestra función, y en definitiva con su cumplimiento nos convertiremos en un instrumento más para el diálogo abierto sobre los problemas que afrontamos en la construcción de la nueva sociedad.”

En honor a la verdad histórica, debo decir que en estos empeños fui apoyado decisivamente por Armando Hart desde sus altas responsabilidades de entonces en la dirección del Partido; pero llegó un momento en que todo se enrareció, la presión de la burocracia fue muy fuerte y terminé recogiendo bejucos de boniatos en la Granja Juventud Heroica de Cielo de Ávila; posteriormente tres años en la Columna Juvenil del Centenario en zafras azucareras 1969,1970 y 1971. Así lo he vivido y así lo afirmo con mis respetos por la opinión diferente. Continuará… fsautie@yahoo.com

(1) Ver “TAMBIEN VOY A OPINAR: tengo cosas que decir y derecho a plantearlas. (I)” Por Esto! , lunes 18 febrero 2013. http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=224706; y LA POLÍTICA INFORMATIVA Y LA FORMACIÓN DE PROFESIONALES. (II) http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=226160
SIN INTERNET MASIVO NO HAY SOLUCIÓN PARA LA PRENSA CUBANA. (IIl)
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=227615

(2) Semanario Mella (1964 y 1965); Juventud Rebelde (1967 y 1968); El Caimán Barbudo, simultaneando con Juventud Rebelde (1967); Periódico El Bayardo de la Columna Juvenil del Centenario Camagüey, fundador y director (1968 a 1970).

Publicado en Por Esto! el lunes 11 de marzo del 2013.

http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=229026

Nota: los invito a visitar mi página WEB http://www.cuba-spd.com/#