ausente en tu silencio
como si culpándote lo acabase
o acusando lo olvidara.
Y la soledad escogida,
intuida tras amables rechazos,
esconde fronteras desconocidas
tierras gélidas que queman
bosque ardientes que congelan
misterios inéditos
absurdos presupuestos.
Esa es mi nueva guarida
la de tu ausencia
mi cobardía reservada
que no se atreve a retar la razón
se acopla a la espantosa cotidianidad.
Y mis manos siguen vacías
y mi pecho con nudos
el vientre que me falta aun es imaginado
la vagina que me sobra aun esta sedienta.
Soy un animal que ama desatado.
Cuando acaba la ilusión?
Cuando la inocente espera?
Somos vegetales animados
Muestra perfecta de la quietud andante.
Y cuanto falta para dejar de vegetar.
Soy un heredero huerfano
de soñar con una contraparte
constante callada y discutida
paciente e intensa.
Cercana, pero realmente distante.
Un hijo bastardo del placer
una ilusion perdida en la nada
del ayer
del mañana.
Vuelvo tras lo andado
mio suyo y de aquel
y mantengo la esperanza
de querer, querer querer.
Deseo cuanto sueño
sueño cuanto aparece
y aparezco
camino y aparezco
me voy creando de la nada
formando mi propio desierto.
Y en ese lugar de la nada que me he inventado
donde te canto, te confieso, te declamo
advierto que el tiempo afirma
entiendo que la calma aflora
miro tus ojos con descanso
pierdo las horas con tu rostro
dejo el presente escuchando-te-me.
Mi silencio te incluye por que en él te pienso
tu atención persigo aunque no digas nada
antes cansado que rendido
no hay prisa para decir la última palabra.
Te espero perdiendote
anhelo construir, dudar, sentir.
Y tu ahi, dueña de mi nada
sin saberlo
sin quererlo
cuanto piensas en las noches?
cuanta falta se que te hago en las madrugadas!
A la mujer que creo anhelar
la distante belleza admirada
la imagen deseada de compañía
obseción rechazada
sorpresa defendida.
Por ahora duermo y dejo de pensar
mañana sera otro dia
otra cosa habré de afirmar.