¿Inflación en Cuba por culpa del mercado?

Por Dmitri Prieto Samsónov

Ante la nueva apertura al negocio particular en Cuba, he observado un fenómeno económico que no entiendo bien.

Teóricamente, al incrementarse la oferta de bienes y servicios ante una demanda solvente constante, deben bajar los precios.

Pero voy por las cafeterías e incluso por las barberías, y me doy cuenta que los jugos naturales que antes costaban 2 pesos ahora en muchos lugares cuestan 3, y el pelado que estaba a 5 ahora suele estar a 10.

Lo mismo pasa con otras cosas: el refresco instantáneo -antes a 1 peso- en muchos establecimientos cuesta ahora 2.

Y lo mismo sucedió con algunos dulces, cuyo precio ha subido en una o dos unidades.

Hay tramos de transporte en máquinas particulares cuyo precio también subió.

¿Alguien podrá explicar este fenómeno?

Publicado en Havana Times

0 thoughts on “¿Inflación en Cuba por culpa del mercado?

  1. Dimitri, estamos muy lejos de tener una economía similar a aquellas donde “al incrementarse la oferta de bienes y servicios ante una demanda solvente constante, deben bajar los precios”.
    1. Ante todo: Aún no existe un incremento significativo de bienes (y la mayoría de los servicios consumen u ofertan bienes escasos). Más o menos la misma cantidad de bienes (manzanas, almendrones, harina) están siendo ofertados por muchas más “empresas” (trabajadores por cuenta propia).
    2. Los nuevos ofertantes no tienen otra posibilidad que montar sus precios por encima de los precios de las empresas estatales minoristas a las que les compra lo que ofertan y las cuales ya tienen márgenes comerciales abultados. Antes tenía obligatoriamente que ir a la Habana Vieja desde Marianao para comprar algunos artículos que ahora tengo al lado de mi casa; ahorro muchas horas, descongestiono el transporte público y sigo con la posibilidad de ir a la Habana Vieja si quiero ahorrarme costos directos.
    3. Adicionalmente, el Estado ingresa nuevos impuestos del trabajo por cuenta propia. Estos impuestos se cargan al precio.
    4. Existe una demanda insatisfecha bastante grande, acumulada durante decenas de años.
    5. Desde hace ya bastante tiempo existe una diferencia creciente en los ingresos personales. Existen personas que pueden pagar la subida de los precios de los bienes y servicios aún escasos.
    6. Muchos de los precios se mantenían bajos artificial y administrativamente. A costa de la calidad de los bienes y servicios y/o a costa de los ingresos estatales y/o a costa de la calidad de vida de los obreros (taxistas, barberos). Ahora el Estado cobra más dinero a través de cuotas fijas de arrendamiento (ejemplo a barberos y taxistas); esa diferencia se carga a los precios.
    7. El Estado ofrecía – cuando lo podía ofrecer – insumos a precios más bajos (a veces sin costo alguno) que lo que ofrece actualmente. El aumento de los costos de los insumos por ejemplo a peluqueras y barberos se cargan a los precios.
    8. La mejora en la calidad de un servicio se incluye en los precios. Mi barbero ahora me hecha talquito y agua de colonia y me da un turno para una hora fija, no me hace perder el tiempo.
    Nuestro sistema de asignaciones “planificadas” oculta costos que nos llegan indirectamente como escasez o mal vivir. ¿Qué pasará cuando nuestra economía deje de ser una economía de asignaciones “planificadas” y por ejemplo no se hagan más asignaciones de combustibles (y otros cientos de productos) a precios mucho más bajos que el de las gasolineras (o en los comercios)? Todo el que tenía asignado combustible y el transportista privado que se lo compraba tendrá que cargar a los precio las compras obligadas en las gasolineras. ¿Y si se cobrara a los almendrones su contaminación ambiental? ¿Y cuando el trabajo valga y no se pueda mantener los salarios artificial y administrativamente bajos?
    El camino recorrido en los dos últimos años es el correcto, pero falta mucho por recorrer. Mayor producción de frutas, venta de azúcar mayorista, cooperativas con buses nuevos de 6 a 8 plazas moviendo personal, más barberos de los que aún existen. Las economías con altos salarios y altos precios funcionan mejor que economías con bajos salarios y bajos precios. Los altos salarios asociados a la productividad aumentan esta, el trabajo tiene valor; los altos precios estimulan el ahorro.

  2. segure este degate con atencion, para aprender yo tambien
    pero pienso que los impuestos ahogan a los cuentapropistas.

  3. estimado dimitri, buen tema. el mercado no es culpable de nada sino expresion de una realidad, pues es solo un mecanismo regulador de la oferta y la demanda de bienes y servicios [distribuicion incluida] que se expresa en el precio de los mismos. lo que sucede es que a ese mecanismo regulador “natural” no se le permitio cumplir su funcion y hoy continua siendo cautivo. saludos