En el material “CIUDADANÍA AL FRENTE”, publicado por Voces (http://cubaalamano.net/voces/index.php?option=com_content&task=view&id=1312&Itemid=2) y reproducido en nuestro Compendio del Observatorio Crítico (5 de abril de 2011), se me atribuye la siguiente opinión: “Dimitri Prieto, miembro de la Cátedra Haydée Santamaría, defiende que en Cuba no puede hablarse de sociedad civil, sólo de ‘sujeto activista, que promueve cambios’ “.
Considero que estamos en presencia de un malentendido. Aunque utilizo poco la noción de “sociedad civil”, no considero que ésta sea inaplicable a Cuba. Todo radica en cuál de las numerosas acepciones del término pretendemos utilizar para caracterizar la sociedad cubana. Debí haberme referido en la citada opinión a los movimientos sociales con un grado de organización similar a los que hay en Latinoamérica, lo cual deduzco a partir de la consecutiva referencia al movimiento cubano de Hip-Hop [undergound] o al propio Observatorio Crítico, hechos culturales que –considero- es legítimo caracterizar como movimientos sociales emergentes.
Éstos, efectivamente, no presentan el grado de organización de sus contrapartes en otras tierras de Nuestra América (como el MST brasileño o los piqueteros argentinos), pero aún así son verdaderos movimientos sociales (pues existe una clara conciencia de pertenecer a ellos, un grupo de propósitos compartidos, una fuerte coordinación de sus acciones y una intensa solidaridad entre sus partícipes) que sin duda forman parte de nuestra sociedad civil. Por ello, solicito al equipo editorial de Voces que publique la presente Aclaración.