El Simposio de hip hop cubano ha muerto

Por Sandra Álvarez Ramírez


Recientemente, y lo digo con cierto pesar, hemos asistido al enterramiento de un cadáver: el del Simposio de hip hop cubano, al menos en su espíritu primigenio.

En lo que sería su novena edición, el proyecto creado por OBSESION tuvo a bien, en el agosto que casi termina, llegar a su fin, luego de la languidez e incoherencia que singularizó al que fue por varios años, el único certamen teórico cubano acerca la cultura hip hop.

Surgido en 2005, bajo el proyecto La FábriK_a, el Simposio fue el principal legado de OBSESION al, también extinto —desde mucho antes la verdad— movimiento cubano de hip hop. En La FábriK_a se aglutinaron un conjunto de artistas y activistas quienes también desarrollaron otras iniciativas de corte comunitario.

El evento tuvo ocho emisiones anteriores (una como jornada, en el año 2009, momento en que pasó a ser coordinado por la Agencia Cubana de Rap), cada una mejor que la anterior, a excepción de la más reciente, que, por falta de la calidad de la propuesta, podría ser la última.

El objetivo con el que nació el Simposio era propiciar el intercambio entre los proyectos de las diferentes provincias, para lo cual se movilizaban una serie de recursos —en un inicio gestionados de manera autónoma— y de personas.

Por eso, desde La Habana se convocaban a artistas y activistas de las diferentes zonas de la Isla, para la exposición en plenaria de cada uno de los proyectos que ellos desarrollaban en sus comunidades.

El Simposio celebrado del 15 al 19 agosto del 2012, nada tuvo que ver, ni siquiera en inspiración, con los objetivos que le dieron lugar. Prueba de ello es que en este los nacionales no fueron el plato fuerte de la jornada, sino los proyectos que vinieron “de afuera”, una diferencia para nada sutil y que mella la intención inicial del encuentro, a pesar de que muchos cancelaron a última hora.

Con anterioridad, sin desdeñar la participación de artistas extranjeros, —por acá estuvieron Vox Sambou, Intikana, Queen MZinga, entre muchos otros—, se privilegiaba la presentación de los nacionales, tanto en los paneles teóricos, talleres como en los conciertos.

Como participé en la organización del evento en el 2011, conozco a fondo cómo se batía el equipo de producción para conservar el principio de que no había Simposio sin la presencia de los proyectos de las provincias y municipios de la Isla. No sé cómo lo lograban, pero lo cierto es que se trajeron a varias agrupaciones —TNT, Las Positivas, Golpe Seko, Kausa Justa, Sentimiento Rapero, El Ciudadano, Nacidos en el asfalto, El Skeche, Equilibrio, La Skina, Dos veces yo, entre muchos otras—, garantizándoles, no sin contratiempos, la transportación y la estadía en la que llaman “la capital de todos los cubanos”. Sencillamente, el hip hop cubano era el protagonista absoluto de las sesiones.

En la emisión del presente año, los proyectos extranjeros ocuparon el lugar que por merito propio le corresponde al hip hop nacional (es un evento hecho en Cuba para los y las cubanas), lo cual incluye tanto el panel celebrado durante la inauguración como la cobertura de prensa.

Me detengo entonces en las presentaciones artísticas, las que, sin ser el pollo del arroz con … del Simposio, sin dudas, concentran la atención del público. Programar a cada uno de los proyectos era casi un acto de buen tino y honestidad, pues quienes de eso se encargaban sabían que para el Cine Riviera se quedaban las propuestas más consolidadas, dándole la oportunidad, sobre todo, a las agrupaciones que, por ser de otras provincias, no tendrían la posibilidad de presentarse en un emplazamiento de tal magnitud.

Por su parte, el teatro de la Casa de Cultura de Plaza quedaría reservado para los noveles, sin que eso condujese a pérdida de la calidad del espectáculo. Ciertamente se comportaba como un espacio más flexible y gratamente improvisado (como lo es el propio rap) para la presentación de los proyectos más jóvenes.

Programar también significaba balancear los espectáculos, y en labores producción, lograr las condiciones ideales para las presentaciones: sonido, luces, pantallas, y hasta etc.

Sin embargo, el Simposio 2012 se distinguió por la nula calidad de las presentaciones artísticas; una de ellas abortada, en plena función, por la rotura del sistema de audio. Espectáculos deslucidos, hilvanados a la fuerza, conducciones improvisadas, en fin: la falta de profesionalidad campeo por su respeto. Y lo peor, ¡el público se dio cuenta!

Ni hablar de los talleres, el más celebre de ellos, el de género, quizás el único que se realizaba en el país anualmente con una marcada presencia de hombres (nada usual para un taller de esta índole), desapareció del programa.

OBSESION tenía bien claro el rol de la cultura hip hop, de los artistas y activistas en especial, en la equidad de género. Por eso, en más de una ocasión, la agrupación brindó sus propias líricas para realizar los esperados análisis de contenido donde se revelarían los prejuicios sexistas, homofóbicos y misóginos.

Por demás, el taller de género fue el único que se realizó de manera sistemática en cada emisión del Simposio.

Sin embargo, que no haya sido considerado esta vez no constituye, para mí, una sorpresa. Mucho más estupor me causó conocer que en las propias instalaciones del Instituto Cubano de la Música, específicamente en la Agencia Cubana de Rap, su subdirector Roberto Rossel, revirtió, en un segundo, uno de los propósitos del taller de género: la visibilización y enfrentamiento de la violencia de género, por parte de hombres y mujeres, artistas y activistas.

Dicho funcionario, en un acto que aun no ha sido suficientemente reparado, atacó física y verbalmente a su jefa. Por supuesto que a él no le conviene que las mujeres raperas (o no) se empoderen. Además, congratulo a la facilitadora que tenga el don para lidiar con este macho abusador, quien por el cargo que ocupa, se encargó, este año, de la coordinación del Simposio.

Otro rasgo que singularizó al evento fue que transcurrió ajeno a los intelectuales, activistas, artistas y gestores culturales que durante las emisiones anteriores soportaron teóricamente, espiritual y presencialmente el evento y quienes en ocasiones funcionaban como bujías inspiradoras: Gisela Arandia, Tato Quiñones, Roberto Zurbano, Nehanda Abiodum, Norma Guillard, Tomás Fernández Robaina, Joaquín Borges-Triana, entre otros.

Al final, tenemos la certeza de que al Simposio de hip hop cubano, aquel evento cuya celebración esperábamos ansiosamente en cada agosto, ha muerto.

Publicado en Havana Times

Presentación de la revista Movimiento No. 9

Un nuevo número de Movimiento, revista de la Agencia Cubana de Rap, será presentado próximamente en el espacio de promoción de las publicaciones periódicas cubanas Revisteando, que coordina el Instituto Cubano del Libro.
Movimiento, no. 9 retoma ciertos aspectos del debate que, en el seno de la sociedad cubana, se tiene acerca del tema racial, a partir del discurso que ha promovido el hip hop cubano sobre dicha temática.
Históricamente los exponentes del género en la isla, en especial el rap y el spoken word, han abordado distintos aspectos de la problemática racial: la identidad, la afroreligiosidad, la negritud, el racismo y la discriminación, entre otros.
Los trabajos que aquí se encuentran revelan la complejidad del tema y las múltiples perspectivas desde las cuales es posible examinar la cuestión racial en Cuba. Sirva este número para visibilizar las contribuciones del movimiento de hip hop cubano a la lucha contra el racismo y la discriminación racial.
La presentación de la revista Movimiento no. 9, a cargo del investigador y antropólogo Mario Castillo, tendrá lugar el jueves 15 de diciembre, a las 4:00 p.m., en la Librería Fayad Jamís, sita en Obispo entre Cuba y Aguiar, La Habana Vieja.

¡Si te atacan, grita!

Por Sandra Álvarez Ramírez

Las mujeres raperas, más que la grafittera y la DJs, son increpadas todo el tiempo a perseguir un ideal estilo rapero masculino. Eso es lo que tácitamente se les pide, que rapeen como un hombre…

Hace algunos días intervine en el espacio Mirar desde la sospecha para hablar sobre música popular y violencia de género. Las organizadoras –mis colegas y amigas Danae, Lirians y Helen–, propusieron esta vez una serie de preguntas, destinadas a revelar el tratamiento sexista y/o misógino que realizan ciertos géneros musicales, entre ellos el reggaetón.

Si bien reconozco los aportes sustanciales que hace el reggaetón a la subordinación de las mujeres y su consideración como objeto de placer y disfrute, preferí hablar de rap porque a él he dedicado, casi de manera absoluta, mis dos últimos años de trabajo. Hablaba entonces de mi relación con el movimiento de rap cubano, a partir del taller de género que en el seno del Simposio de Hip hop cubano tiene lugar cada agosto y que desde el 2008 facilito.

Taller al fin, que se crea y construye con las aportaciones de las personas asistentes, me ha brindado informaciones valiosas sobre el tratamiento de la mujer dentro del movimiento –rapera, grafitera, Dj, Bgirl– y como sujeto/objeto de las líricas.

Ahora bien, es un riesgo hacer análisis de un movimiento cuyo objetivo es la crítica social y que clama por la inclusión de todos y todas. Quizás se podría suponer una tarea fácil, pero no lo es, puesto que es difícil convencer a quienes pretenden denunciar sobre la prostitución femenina que el fenómeno es mucho más complejo que lo que la realidad evidencia: “Es la mala vida lo que te mueve, es la ambición, No es siquiera esto problema para ti, es diversión.”

Ellas, las prostitutas, son tan solo la punta del iceberg de una realidad creada por y para los hombres, ellas vienen a ser la parte más frágil de la cadena. De ahí que suponerlas inmorales y calculadoras no es más que un facilismo. “La llaman puta” de Obsesión, aborda con profundidad está temática pues cuestiona el entramado social del cual estas mujeres son parte. Continue reading

El doble álbum Tribu Mokoya ya está en La Habana

AL2

Recién llegado desde México, llega a La Habana el último homenaje erigido al hip hop: el doble álbum Tribu Mokoya.

Tribu Mokoya más que una placa es un complot; una emboscada que tuvo sus orígenes en La Aldea para extenderse, en apenas dos semanas, a los cuatro puntos cardinales. Tribu Mokoya es también un tributo que, en dieciocho tracks, ofrecen un grupo de Mcs desde el filo de sus poéticas para aquellos que, a pesar de todo y por encima de todo, abrazan la fe, la paz y la memoria.

Macabro XII (desde Venezuela), El Ejército, El CP, Soandry Hermanos de Causa, Bárbaro El Urbano Vargas, El Loco, Charly Mucha Rimas, Raudel Skuadrón Patriota, Silvito El Libre y El Aldeano, son los orfebres de esta nueva entrega donde el verso y la historia (esa que nos toca comprender y a un mismo tiempo cuestionar) se desangran a través de la prestancia de sus flow.

La producción de Tribu Mokoya –también una factura de lujo– estuvo a cargo de Bárbaro El Urbano Vargas, El Lápiz, El Aldeano, Devo, Míster K, Silvito El Libre, Fili, y Dj Figu. La grabación fue conjugada por la tríada: Escalera Records, 26 Musas y Champion Records. Mezclado en Inframundo Records por El Lápiz y Zazkuash (también a cargo de la masterización en México), contó con la colaboración de Dj Raphox en los scratches, y Sandra y Raphox en el diseño gráfico.

Tribu Mokoya ya está en La Habana para confirmar que el hip hop permanece, que es real y consecuente, que tiene voz y fuerza, que trae consigo la paz y la memoria. Maferefúm.

Presentarán libro EL CONSUMO CULTURAL Y SUS PRÁCTICAS EN CUBA

El ICIC Juan Marinello se complace en invitarle a la presentación del libro EL CONSUMO CULTURAL Y SUS PRÁCTICAS EN CUBA, de los autores Cecilia Linares, Pedro Emilio Moras, Yisel Rivero y Yosleidy Mendoza que tendrá lugar en su sede el lunes 19 de septiembre de 2011 a las 2:00 pm.
Durante las dos últimas décadas, el Instituto Juan Marinello ha desarrollado estudios sobre procesos de participación social en el ámbito de la cultura, y en particular acerca del consumo cultural de la población cubana. A una primera encuesta nacional (1998) y tres estudios de caso provinciales (La Habana, Villa Clara y Holguín), se ha sumado recientemente la culminación de la segunda Encuesta Nacional sobre Prácticas de Consumo Cultural, realizada conjuntamente con el Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE) de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) entre 2008 y 2009. El libro presenta los resultados de una Encuesta Nacional que reseña los principales comportamientos culturales de la población cubana actual, dando continuidad a la línea de publicaciones de estos autores, acreedores del Premio Nacional de la Crítica 2009, en temas de Participación y Consumo Cultural.
INSTITUTO CUBANO DE INVESTIGACIÓN CULTURAL JUAN MARINELLO: Boyeros #63 e/ Bruzón y Lugareño, Plaza de la Revolución. Teléfonos: 861-9466, 861-9479 ext. 110. Email: comunicacion @ icic.cult.cu

Política cultural en Cuba: Lo peligroso del rap vs la sabrosura del humor criollo

Por NegraCubana
Se que es un tema espinoso pero no por ello lo eludiré. Con este post pretendo visibilizar el miedo que le tienen algunos a los textos de rap cuando ni siquiera advierten lo nocivo de algunas presentaciones humorísticas que tienen lugar en nuestra capital. Sucedio así: Estaba yo, por casualidad, antes de hora en el Riviera, aquel domingo 21 que
culminaría el Simposio de hip hop cubano. Decidí entonces esperar dentro de la sala, así aprovechaba y veía la propuesta humorística del cine ese día. Cual sería mi sorpresa al descubrir a un ser llamado ¨El Kerequete de la Risa¨, que apareció en el espéctaculo cuando ya dudaba de que era una presentación en vivo, más de media hora de videos chistes importados, y hasta una imitación de Sabala, que me hicieron pensar que se habían equivocado con el pollo de aquel arroz.
Pues bien, el pollo, que luego me enteré que no era tal (El habanero si lo era pero demoró más de dos horas en arribar a la instalación, por eso el chorizón…), era un cómico cubano, muy reconocido, de quien minutos antes habíamos visto, en la gran pantalla, sus participaciones en el extinto Los amigos de Pepito, aquel programa televisivo que estimulaba la presencia de humoristas aficionados. Pues el mismo hombre en persona, que ahora encarnaba el papel de un borracho, y luego cuando supuestamente había dejado el personaje, propuso chistes de toda índole: misóginos, racistas, homofóbicos, xenofóbicos, etc. Yo, sentada en el cine Riviera a destiempo por voluntad propia, pude advertir los momentos en los cuales ¨El Kerequete de la Risa¨ la tomaría contra los negros, los homosexuales, las mujeres, los orientales, etc. Pero como yo no soy de palo, cuando hube de sentirme rellena de ansiedad, salté del asiento y fui a quejarme con los funcionarios del cine (que pertenece al Proyecto 23 by the way). Como es de esperar, caso omiso. El productor de El Ketequete , algo preocupado por mi malestar, solo se le ocurrió preguntarme (en tres ocasiones) si habían muchas malas palabras en el espectáculo… Y por supuesto la presentación no era para niños, como consta en la promoción que aún conservo. Reflexiono y me preguntoa la vez:
1. Cómo es posible que en un cine del Proyecto 23 de ICAIC, una de las instituciones culturales más importantes creadas por la Revolución se proponga un espectáculo con aquello contra lo cual luchamos muchos a brazo partido: la exclusión y la discriminación?
2. A los humoristas no le piden las letras de sus chistes, tal como pretenden hacer con los canciones de rap? Tanto unos como otros pueden ser revolucionarios y progresistas si asi se lo proponen, o discriminadores y enajenantes si así lo desean, es mi opinión.
3. Qué es lo peligroso, la crítica pensante como la que propone el hip hop, o la complaciente y autodestructiva que en ocasiones brinda el humor (hago la excepción porque, por suerte, hay muy buen humor en la isla que nada tiene que ver con la discrminación).
Tengo bien sabido que las comparaciones nunca (o casi) no son felices, pero mi comentario viene alentado por el hecho de que en un mismo espacio, Cine Riviera de la 23 vedadense, usted puede encontrar, con tan solo dos horas de diferencias, dos posiciones completamente diferentes y antagónicas: Una que dignifica al ser humano y otra que lo ultraja. Vemos lo difícil que es comprender la política cultural cubana? Para terminar: Fuí lo viernes de nuevo al Riviera, a la presentación del grupo OBSESION y caí en coma, un anuncio me advertía que ¨El kerequete¨ estaría again con sus chistecitos, el domingo 28, o sea, ayer. Paso, me dije; pero escribiré en mi bloga…
Publicado en: http://negracubanateniaqueser.wordpress.com/2011/08/29/politica-cultura-en-cuba-lo-peligroso-del-rap-vs-la-sabrosura-del-humor-criollo/