HOY LUNES 15: Café Teatro IRREVERENTE, entrada LIBRE desde las 6pm

5º Café Teatro irreverente: lunes 15 de abril, 6pm

Intentamos un espacio divertido, refrescante y activista donde comprometernos con la crítica, la tolerancia y la convivencia en diversidad.

Convocatoria PERMANENTE de propuestas escénicas, plásticas, musicales, experimentales, etc. para colaborar con el espacio.

Pepito’s Bar- Barbarán – Avda. 26 y Zoológico – Nuevo Vedado- La entrada es libre.

Se agradece difusión… (es un café teatro donde no hay café… qué se le va a hacer, pero se puede llevar de casa un termito, merienda, maní… y hay quien lleva hasta el croché… )

irreverencia producciones (53-7) 8355027 eva@cubarte.cult.cu

La Central de Trabajadores de Cuba escoge bando

Por Daisy Valera

HAVANA TIMES — “Unidos por un socialismo próspero y sustentable” es el lema con que convoca la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) a este primero de mayo. Sin dudas una consigna más optimista que aquellas del tipo: ¡A trabajar duro!

Llena la primera plana de varios periódicos y de paso nos exhorta a que participemos en la materialización de los lineamientos del Partido Comunista de Cuba (PCC).

¿Podríamos esperar otra actitud de la CTC?

Sería ingenuo, en las últimas cinco décadas la Central ha engordado una lista poco feliz de deslealtades que incluyen la ilegalización de otros sindicatos;) la creación del policiaco expediente laboral, la supresión del derecho a huelga; y recientemente el apoyo a una Ley de Seguridad Social (2008) que adicionó cinco años a la edad de retiro.

En poco más de 13 meses la CTC ha cambiado su discurso.

En el 2012, con la ola de despidos basada en la “idoneidad demostrada” y apoyada por este organismo, el llamado que se hizo a los trabajadores fue a participar y a discutir los planes laborales y el presupuesto. Continue reading

Café Teatro IRREVERENTE: entrada LIBRE lunes 25 de marzo, 6pm

4º Café Teatro irreverente: lunes 25 de marzo, 6pm. – entrada libre.

Intentamos un espacio divertido, refrescante y activista donde comprometernos con la crítica, el respeto y la convivencia en diversidad.

Convocatoria PERMANENTE de propuestas escénicas, plásticas, musicales, experimentales, etc. para colaborar con el espacio.

Pepito’s Bar- Barbarán – Avda. 26 y Zoológico – Nuevo Vedado. La entrada es libre.

(Es un café teatro donde no hay café… qué se le va a hacer, pero se puede llevar de casa un termito, merienda, maní… y hay quien lleva hasta el croché… )

Se agradece difusión…

irreverencia producciones (53-7) 8355027 eva@cubarte.cult.cu

Sobre los intelectuales

Por Octavio Rodríguez Araujo

Mi amigo Enzo Traverso, politólogo ahora profesor en la Universidad Cornell, me ha enviado su muy reciente libro, titulado Où sont passés les intellectuels? ( ¿Dónde están los intelectuales?), una larga entrevista que le hizo Régis Meyran, en Editions Textuel, Paris, 2013.

La importancia del libro, sugerida desde su título, amerita un artículo en el que tomaré algunas de sus ideas incluso con el riesgo de no serles fiel.

Para él (y para mí) la noción de intelectual en el siglo XX es inseparable de un compromiso político. Un intelectual cuestiona el poder, refuta el discurso dominante, provoca discordias e introduce puntos de vista críticos. Para Traverso la figura del intelectual contemporáneo apareció con el caso Dreyfus, ya que éste remitió a la república, a la justicia, a los derechos del hombre y al antisemitismo. Los precursores, sin embargo, vienen de muy atrás, de los filósofos y los hombres de letras, pero Zola, el autor de Yo acuso, fue un paradigma del intelectual como lo concebimos, y no como un diletante, por culto que sea, desprendido de su realidad y sin compromiso con ésta. Pero no siempre fue así; el papel del intelectual ha cambiado con el tiempo, y también con las circunstancias de su desenvolvimiento.

En algunos países, Francia por ejemplo –resumo–, el pensamiento científico y el intelectual no encontraron diferencia sustancial a finales del siglo XIX, en cambio en Alemania las diferencias entre el sabio y el intelectual eran evidentes, y ahí estaba Max Weber para comprobarlo en su librito El sabio y el político. En Alemania el sabio era incorporado al aparato del Estado, encarnaba la ciencia y el orden, y la universidad era el bastión del nacionalismo. El intelectual, en cambio, estaba fuera de las universidades, que eran los lugares de formación de las elites y las custodias de la cultura conservadora. Esto cambió con el desarrollo industrial y cultural y con las universidades de masas. Pero también dependió de la orientación dominante de los regímenes políticos. En los países gobernados por los fascistas se desarrolló el antintelectualismo y Traverso cita el ejemplo de Goebbels el 1º de mayo de 1933 cuando organizó una hoguera de libros, frente a la Universidad Humboldt, al tiempo en que decía en su discurso que ya había terminado la era de la intelectualidad. Era un régimen totalitario y en los totalitarismos los intelectuales críticos e independientes no han sido bien vistos, sino más bien excluidos y reprimidos. Continue reading

¿Por qué las elecciones cubanas atraen poco interés?

Por Circles Robinson

HAVANA TIMES — El próximo 3 de febrero, Cuba realizará elecciones parlamentarias que tienen lugar cada cinco años. Es un proceso que pasa casi desapercibido, y hay razones para ello.

Las autoridades cubanas se preguntan a menudo, en voz alta, por qué sus elecciones parlamentarias apenas se mencionan en la prensa extranjera.

Quiero compartir algunas de las razones por las que el proceso de elección de legisladores provinciales y nacionales atrae tan poco interés en la Isla y prácticamente ninguno en el exterior.

La razón principal es que a los candidatos les tienen prohibido realizar campaña y no discuten ningún tema de interés para la población.

Los candidatos sólo están autorizados a pegar en algunos edificios y murales una hoja resumiendo sus vidas y las responsabilidades que han tenido.

Se le pide a los electores votar por ellos, pues fueron seleccionados por los comités de nominación como los más calificados para apoyar las políticas y programas del gobierno.

Los votantes no tienen idea si el candidato tiene alguna prioridad o nueva estrategia para enfrentar los problemas y preocupaciones de la ciudadanía, y si aprueban todas las políticas del gobierno o si tienen alguna crítica.

Aquí está la clave: son 612 los escaños de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y son 612 los candidatos preseleccionados. Para las diferentes asambleas provinciales del Poder Popular hay un total de 1.269 candidatos para 1.269 plazas.

Después, los miembros de la Asamblea Nacional elegirán un Consejo de Estado, entre ellos el presidente del país y varios vicepresidentes.

El sufragio en sí es muy sencillo. Inscribir es automático para todos los ciudadanos de 16 años o más, y más del 90 por ciento de la población vota de forma rutinaria. Acudir a las urnas es voluntario, pero muchos creen que los que no participan podrían enfrentar represalias futuras.

Los partidarios del proceso electoral cubano a menudo mencionan los abominables millones de millones de dólares de las campañas de Estados Unidos, como justificación para ir al otro extremo y no permitir que se realice cualquier tipo de campaña o recaudación de fondos.

En Cuba no existe el concepto de un político pagado, e incluso los legisladores nacionales no reciben compensación económica por su trabajo cívico, que por lo general implica dos breves sesiones de tres o cuatro días al año.

Debido a que prácticamente todas las decisiones se realizan como decretos ejecutivos del Consejo de Ministros, el Parlamento queda relegado a poner su sello en las decisiones ya tomadas, y en ocasiones ya implementadas.

Prácticamente todos los votos son unánimes y cualquier debate serio entre los miembros se lleva a cabo a puerta cerrada. Incluso es raro encontrar alguna abstención. Es decir, 612 diputados de manera rutinaria concuerdan con cada decreto-ley aprobado por el Consejo de Ministros.

Visto como una fortaleza por la mayoría de la dirección del Partido, este tipo de unidad no vale con un segmento creciente de la población cubana, especialmente la juventud, quienes a consecuencia son apáticos al proceso, incluso cuando votan para no llamar atención.