Posible emigrante

Por Elaine Díaz

Hay un papel en mi mesa de noche. Se revuelve con la ropa recién lavada y la colcha de dormir y la sábana destendida de una cama que se niega a aprender a recogerse por sí misma, a independizarse de mí, a crecer. Un papel en blanco y negro, con alguna firma garabateada, que ni siquiera es original, apenas una fotocopia de una copia de, quizás, trece copias más, de la firma de un funcionario del gobierno norteamericano cuyo nombre no me he animado a memorizar.

Hay una oración en ese papel. Una oración compuesta que emplea exquisitamente la ironía como principal figura retórica. Una oración que intenta explicar la ley número 214, inciso b – para mí, desconocida hasta ayer –  donde refiere que todos aquellos que se presentan a una entrevista para pedir una visa hacia Estados Unidos son considerados posibles emigrantes hasta tanto demuestren lo contrario ante el oficial que realiza las preguntas.

Entonces, oficial que me realizó las preguntas, ¿o puedo llamarlo Rocco?, hagamos las cosas bien. Utilizaré la computadora por la cual me preguntó – únicamente a mí y no como parte de un sondeo como me comentó – y la conexión a Internet desde mi trabajo, porque no tengo en la casa – como le comenté en esa rara encuesta que solo sondea a una persona – para entrar, de gratis, sin largas filas, sin dejar mis memorias flash y sin pagar la cifra de 160 dólares a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana. Continue reading

Apuntes personales para el Noveno Congreso de la UPEC

Por Rafael González Escalona

Periodismo de investigación… es difundir aquello que alguien no quiere que se sepa, el resto es propaganda. Su función es poner a la vista lo que está oculto, dar testimonio y, por lo tanto, molestar. Tiene fuentes, pero no amigos. Lo que los periodistas pueden ejercer, y a través de ellos la sociedad, es el mero derecho al pataleo, lo más equitativo y documentado posible. Criticar todo y a todos. Echar sal en la herida y guijarros en el zapato. Ver y decir el lado malo de cada cosa, que del lado bueno se encarga la oficina de prensa; de la neutralidad, los suizos; del justo medio, los filósofos, y de la justicia, los jueces. Y si no se encargan, ¿qué culpa tiene el periodismo?”
Horacio Verbitsky

Foto: Adalberto Roque / AFP/Getty Images

Yo no seré delegado del Congreso de la UPEC (ni siquiera soy miembro de la UPEC). Atrás en las anécdotas quedaron los días románticos en los que un Miguel Barnet casi adolescente era testigo presencial en el vórtice de los debates culturales de la Revolución Cubana. Pero hace varios años perrunos que me siento periodista (y como me recordara Elaine, el periodismo es una profesión de servicio público, y la información un derecho), así que me siento habilitado para dialogar sobre esas cosas que al gremio duele.

Un comentario bastante común en el ámbito es que la única ventaja que tiene ser miembro de la UPEC es el posible otorgamiento de teléfono e Internet, lo que no es poca cosa en este tercermundista archipiélago. Valdría la pena hacer la prueba de si se quitara esta prebenda, cuántas personas seguirían solicitando su ingreso a la organización.

La UPEC (en teoría) regula la actuación de sus miembros a través del Código de Ética y de sus Estatutos, pero una revisión de los documentos deja en claro que este marco normativo es sumamente endeble, considerando sobre todo la inexistencia de un correlato jurídico, esa dichosa Ley de Prensa que tantos sentimientos encontrados despierta. En lo personal desearía que esa Ley viniera aparejada con el surgimiento de una institución encargada específicamente de la regulación estatal de los medios, algo más concreto y objetivable que el difuso encargo del Departamento Ideológico. Continue reading

Un mal año y la persistencia de la esperanza

Por Rogelio M. Díaz Moreno

El año que concluye este lunes 31 de diciembre, según el calendario occidental, no fue muy feliz para la inteligencia, el debate o la libre expresión de las diferencias inevitablemente existentes entre las visiones y aspiraciones de cada cubano. Específicamente, varios blogs de mucho valor vieron su fin este año por efecto de la censura.

Pido perdón si no puedo abundar en las malvadas muestras de represión en otras latitudes. No vivo ni conozco demasiado de otros países, así que escasamente puedo abordar ni intentar mejorar desde aquí lo que ocurra por allá, y menos me serviría de consuelo pensar que están peor que nosotros. Me duele lo que conozco que azota mi propia cabeza, y para ensayarle remedios es que tomo la palabra.

Debo hacer una salvedad; voy a exceptuar de este análisis la cuestión de los grupos cubanos que presentan lazos relevantes con las agencias del gobierno estadounidense. Me interesa aquello que hacemos aquí por nuestra propia voluntad, guiados por nuestros auténticos ideales de nación, típicamente de izquierda y anticapitalistas; por lo tanto, generalmente en contradicción antagónica con aquella potencia, que reitera periódicamente sus intervenciones para socavar nuestra independencia. Esto no le impedirá a nadie hacer su propio resumen con los aspectos que más le ocupen.

La primavera del 2012 abrió con un encuentro entre blogueros de todo el país, iniciativa interesante pero ensombrecida por la poca claridad del criterio empleado para seleccionar los invitados. Los organizadores del BlogazoxCuba, el colectivo matancero La Joven Cuba, otorgaron la etiqueta de revolucionarios a discreción; se aseguraron de marcar solo las direcciones políticamente correctas e integradas, en fin, las conocidas como oficialistas y dejaron fuera visiones que hubieran podido aportar riqueza conceptual y de contenidos desde otras sendas del socialismo democrático y la participación popular. Los roces no se hicieron esperar y se cruzó un volumen de fuego, reflejado en las bitácoras de uno y otro espacio.

Los agrupados bajo la sombrilla oficialista, de acuerdo con la tradición, siguieron empleando las armas de acusar al resto de adoptar posturas diversionistas y manipulables por un enemigo a cuyos fines se estarían prestando. El único pensamiento pertinente, según este partido, parece ser aquel que siga los canales establecidos, el momento y el lugar adecuados, cuidadosamente cribado de todo cuestionamiento de los líderes históricos, y que preferiblemente solo reproche a los malos del otro lado del estrecho de la Florida mientras se ensalze todo lo posible la política interna. Por el lado alternativo, se fustigó esta visión maniquea de bien y mal, la doblez de defender incondicionalmente la política que fuere que estuviera en boga, por contradictoria que fuera con ideales sociales sostenidos antaño o incluso, opuesta a políticas defendidas con el mismo acrítico entusiasmo en años anteriores.

Un punto tragicómico en esta historia es lo cuestionable de su trascendencia. El insignificante alcance de la Internet en nuestro país excluye a la aplastante mayoría de la población de estos debates, así que su mayor impacto lo producen a través de su divulgación entre élites de intelectuales, su seguimiento por las autoridades gubernamentales y el eco en los círculos internacionales interesados por nuestra tierra, ya sean cubanos emigrados, colectivos solidarios con Cuba y también las atentas miradas de consorcios turbios poco proclives a desearnos el bien.

Los meses del verano trajeron las mayores zozobras. El mismísimo colectivo de La Joven Cuba se tornó excesivamente molesto para el sistema, y sufrieron una flagelación brutal. Nunca han tenido el valor de denunciar claramente los detalles del defenestramiento, pero ha trascendido lo suficiente para permitir hacerse una idea bastante precisa: reuniones con altas autoridades, puñetazos sobre la mesa, cuestionamientos de su condición de revolucionarios, acusaciones de hacerle el juego al enemigo, las obvias amenazas de despedirles del trabajo como profesores de la Universidad de Matanzas, etc.

Hay que introducir aquí un par de detalles importantes. El blog La Joven Cuba no surge, a diferenta de otras columnas asalariadas del pensamiento oficial, por una orientación de los niveles superiores, con facilidades otorgadas para el propósito de conexión y navegación, estímulos por metas a cumplir y demás. Estos jóvenes admiradores de Antonio Guiteras se tiraron al agua del Morrillo por su propia cuenta y sin salvavidas, y emplearon para ello las limitadas posibilidades de conectividad con que contaban en su centro. De hecho, el emprendimiento navegó por aguas prohibidas desde un principio, si bien por un tiempo las autoridades, medianamente satisfechas, eligieron hacerse de la vista gorda. Ayudaba el detalle de que LJC manifestara intensamente y con frecuencia toda la afinidad posible por la conducción estatal, pero también parece ser un hecho que partieron de una motivación legítima, auténtica, de preocupación social y nacional. De ahí que produjeran materiales y despertaran debates de mucho interés, de contenido crítico y con exigencias combativas contra lacras burocráticas y autoritarias existentes. Estos dos (o tres) elementos, el proyectarse espontáneamente (con los recursos de la Universidad) y el emitir algunas críticas con seriedad, decretaron el fin de su romance con las autoridades. De nada les ha servido reivindicar sistemáticamente sus simpatías por el sistema; igualmente frustrante debe haberles resultado el virón de espaldas de la mayoría de los invitados a su reunión de blogueros revolucionarios.

Antes de sacar las conclusiones pertinentes, se deben contemplar otros hechos. Elaine Díaz, una de las voces más reconocidas de la blogosfera cubana, anunció de manera igualmente súbita el fin de su actividad para, según una argumentación que no convenció a nadie, concentrarse en su desarrollo profesional. Los que conocemos a esta valiente persona, apenas podemos imaginar la intensidad de la presión a la que debió ser sometida, las amenazas y reuniones con que la exprimieron, por su voluntad de proteger a su sufrida comunidad contra desmanes burocráticos, de convocar a acciones de defensa de la voluntad y el interés popular, las denuncias contra los acaparadores de las telecomunicaciones en Cuba y demás pecados de similar gravedad. También debe considerarse que Diaz siempre repudió todo intento de manipulación contrarrevolucionaria, y su bitácora intentaba mantener abiertos los canales establecidos por el gobierno.

El ocaso de Bloggers Cuba se consumó también en el 2012. Los últimos y aislados escritos, subidos al otrora pujante sitio, no hacían sino confirmar su desgracia. Este era otro colectivo que marcó durante varios años un espacio alegre, dinámico, informativo y variado, sin cesiones al oficialismo maniqueo ni escarceos con una disidencia de poco prestigio. Después de permitirle un período de esta suerte de navegación entre dos aguas, las autoridades le asestaron sucesivos golpes, por separado, a varios de sus miembros, y el colectivo no resistió la presión, hasta el punto que se perdió hasta el dominio del blog.

Elaine Díaz, justamente, era una de las voces destacadas de BloggersCuba. Sandra Álvarez también, y su bitácora personal porta el provocativo título Negra Cubana tenía que ser. En este espacio, la autora fustiga las lacras de discriminación contra la mujer, el racismo y la homofobia actuantes en la sociedad y las instituciones cubanas. No es un secreto que Álvarez también ha sufrido presiones y cuestionamientos agudos de agentes del estado, que hasta ahora no han podido acallar esta poderosa y valiente voz.

Dejo para último el blog del Observatorio Crítico, del cual me honra formar parte, y que también ha tenido duro bregar bajo las andanadas oficialistas de quienes nos acusan de toda una serie de pecados inicuos. Las consecuencias las han pagado varios integrantes con sus puestos laborales, ya perdidos o en peligro inminente.

Terminada esta relación, caben un par de preguntas. ¿Por qué a la juventud, llamada a desempeñar roles protagónicos en todo proceso revolucionario y enaltecida con el llamado guevariano al Hombre Nuevo, le decapitan todo intento de desbordar el rol asignado de obediencia? ¿Qué mensajes clarísimos emiten estos sucesos? Evidentemente, que el horno no está para galleticas; que toda voz fresca, espontánea, que se atreva a poner en juicio las políticas de la burocracia imperante, está en peligro de ser suprimida en el momento en que así se estime conveniente. No habrá tolerancia al debate abierto, al análisis sincero de ideas diversas, ni siquiera dentro del campo de las corrientes que respeten ideales socialistas desde distintos matices. La unidad monolítica y la obediencia a la clase burocrática imperante seguirá siendo el único estandarte aceptable. El vocerío de Lagarde, de Ubieta, de quien sea que se esconde tras el seudónimo Yohandry, de Jorge Ángel Hernández, Noel Manzanares Blanco y resto de la comparsa se vuelca en primer lugar contra cualquier nota discordante y luego, si el aludido persiste, caerán las represalias en el centro de trabajo, de estudios, el hostigamiento, los cortes de conexión o el despido llano y simple en un país donde el Estado sigue siendo la única opción laboral para ejercer una labor profesional de calificación universitaria.

Con este panorama, mal puede prosperar el propósito del General en Jefe, Raúl Castro, de respeto a las discrepancias y diferencias honestas dentro del mismo fin e ideales sociales. A pesar de todo, siempre existiremos aquellos, quienes creemos que la juventud generará eternamente nuevas voces y proyectos, colectivos y espacios de ideas y debate, con elevadas convicciones sociales y valores revolucionarios y democráticos de la mejor estirpe que, aún cuando sean aplastados una y otra vez, alimentarán continuamente el renacer de la esperanza.

Un Guardabosques para velar por los espacios verdes

Por Elaine Díaz

El Guardabosques es un proyecto iniciado en enero de 2007 por un grupo de jóvenes cubanos con el objetivo de “contribuir a un mejor manejo de los espacios verdes” que incluye la publicación de un boletín electrónico, de suscripción gratuita, para la “denuncia de depredaciones antiecológicas en el entorno urbano”.

“Todo comenzó en diciembre de 2006”, cuenta su fundador, Isbel Díaz, en exclusiva para Global Voices. En esa fecha ocurrió la “tala indiscriminada de una ceiba centenaria en el barrio de San Agustín”. Este árbol, símbolo de la capital cubana y patrimonio cultural de la nación caribeña, es respetado por todos los habitantes del país.

La denuncia de este hecho se realizó por correo electrónico a cientos de receptores donde se incluyeron tanto ciudadanos como instituciones gubernamentales. “La respuesta fue increíble”, comenta Díaz, “y nos impulsó para realizar la primera acción: editar un boletín digital”.

Así nació El Guardabosques, “sin nómina fija ni nada parecido”. Según Díaz, “A partir de un núcleo inicial de unas cinco personas, todas vecinas de San Agustín, se han ido sumando puntualmente personas y colectivos a este trabajo. Hay quienes han estado solo en la siembra de una postura y nunca más hemos coincidido, y están quienes han participado en casi todo lo que se hace.”

Pero, lo más significativo de este proyecto tiene que ver con su carácter inclusivo y democrático. Para participar en El Guardabosques no existen límites de edad, género, orientación sexual, creencia religiosa, militancia política o estatus económico.

Durante más de cinco años, la difusión del boletín en la red se ha complementado con una centena de acciones de limpieza en ríos, mares y vertederos de basura. Además, han implementado proyectos comunitarios para la siembra y el cuidado de los árboles junto a infantes y han participado en eventos teóricos como el panel “Pensamos Cuba” que coordina la Asociación de Hermanos Saíz.

Actualmente, El Guardabosques es recibido por casi 1000 destinatarios de correo electrónico. El 78 por ciento de estos receptores son residentes en Cuba que acceden desde la red interna, fundamentalmente en universidades, institutos de investigación, instituciones culturales o artísticas.

En junio de 2009, El Guardabosques se integró a la Red Protagónica Observatorio Crítico que incluye una docena de proyectos sobre infancia, diversidad sexual, raza, informática, promoción cultural, entre otros. Durante la IV edición del encuentro de esta red en 2010 los participantes comenzaron con la siembra de una postura de Anacagüita en un círculo infantil.

Cuenta el boletín que: “Trabajadoras del centro, encabezadas por su amable directora, niños de la comunidad, miembros de la Red Protagónica Observatorio Crítico, e invitados al evento decidimos colectivamente el mejor sitio para sembrar el arbolito, cavamos el hoyo, y sembramos y regamos la planta”

La muerte de la ceiba de San Agustín en 2006 no quedó impune. La juventud que actualmente integra El Guardabosques ha ampliado su red de ambientalistas y comienza a crear sus propios espacios para el intercambio con otros proyectos. Cada vez es mayor el número de personas que se acercan para denunciar alguna problemática ambiental o para mostrar su apoyo a la causa ecológica.

En su reivindicación de los espacios verdes, los integrantes de este proyecto reconocen el papel de la tecnología y las redes virtuales en la creación de una ciudadanía vigilante. Según Isbel Díaz, las redes permiten construir “sus propios canales de comunicación para denunciar las acciones de privados o instituciones estatales que infringen la legislación, o que amparados en las lagunas de esta, dañan el medioambiente”.

Publicado en Global Voices

Este artículo se encuentra disponible en los idiomas: español, portugués, italiano, francés, inglés, árabe y chino

Web 2.0 en la televisión cubana (I)

Por Elaine Díaz

El programa Universidad para todos de la Televisión Cubana estrenó el sábado 17 de diciembre el curso Ecured: una enciclopedia colaborativa en la informatización de la sociedad cubana.

La inclusión de temas relativos a la informática en los programas formativos, no solo desde el aprendizaje de las herramientas sino desde la apropiación de la nueva filosofía de la web, que descentraliza los procesos comunicativos y empodera a los ciudadanos corrientes en tanto brinda la posibilidad -al menos en teoría- de convertirse en posibles emisores, es una demanda de varios sectores intelectuales y académicos pospuesta por largo tiempo. Por este motivo, la llegada de un curso cuyos objetivos centrales son “promover el uso de esta importante herramienta en nuestra sociedad” y capacitar a “los seguidores del curso, desde cualquier lugar de la Isla, en la construcción colectiva de la Enciclopedia Colaborativa Cubana” despertó el interés de los usuarios habituales de la red.

La polémica no se hizo esperar. Las primeras entregas de las clases televisivas, que también contarán con un componente presencial en los Joven Club de Computación y Electrónica donde “un personal capacitado en esta temática responderá dudas y le ayudará a practicar los conocimientos adquiridos en clases” partieron de la concepción de web 2.0, intentando abordar disímiles y complejas aplicaciones como Twitter.

Pero, ¿cuál es el panorama de acceso a la red en la Cuba actual? Según este artículo de la periodista y profesora cubana Milena Recio:

“La cifra de penetración de Internet en Cuba, según la Internet World Stats (IWS), es de solo 14 por ciento, considerando una población total aproximada de 11,5 millones de personas y de 1,6 millones de “conectados”; una de las más bajas en América Latina. Buena parte de estos usuarios se conectan a una especie criolla de Intranet con accesos limitados y a baja velocidad.”

Estas cifras incluyen a los usuarios de Internet que “alguna vez” han navegado por la red o aquellos que solo cuentan con una dirección nacional de correo electrónico, lo cual constituye una experiencia limitadísima de acceso.

En su artículo, La hora de los desconectados, Milena Recio también auguraba una campaña de alfabetización digital similar a la de 1961. Resulta difícil imaginar a los jóvenes del siglo XXI cubanos con laptops y celulares enseñando hasta en la Sierra Maestra qué son Facebook, Twitter y los blogs.

Y es que,

“Aun cuando no están disponibles PC para todos —faltan muchísimas— y la conectividad seguirá siendo difícil, la sociedad cubana no podrá dar ninguno de los saltos que pretende en estas fechas, si no lo hace promoviendo sujetos activos en el uso de las tecnologías digitales y sus contenidos (¡la información y el conocimiento!).”

La polémica que tuvo lugar hoy en Twitter, donde participaron varios miembros de nuestra comunidad, se centró en varios aspectos medulares:

  1. El acceso a Internet desde la Isla es aún muy limitado, por lo que intentar masificar el uso de las tecnologías a partir de cursos semipresenciales podría ser errado.

Sobre esta duda, creo oportuno señalar la siguiente observación:

“Aunque todos soñamos los “aparatos”, la alfabetización que se necesita —si bien no podrá prescindir de ellos—, no depende solo de la dotación tecnológica; es de mayor alcance. Pero tampoco se reduce a enseñar el uso de sistemas operativos (da igual Windows o Linux) o de procesadores de textos o imágenes (lo mismo Office que OpenOffice), o a buscar información en enciclopedias digitales (sin distinguir entre Encarta o Wikipedia).”

El segundo eje en la polémica se centró en la concepción misma del curso, los contenidos a impartir así como la efectividad de los caminos trazados para alfabetizar a futuros editores de la enciclopedia colaborativa cubana “Ecured”. Para algunos usuarios, es imprescindible partir de aplicaciones más recientes y generalizadas como Facebook y Twitter para comprender la filosofía colaborativa de Ecured. Sin embargo, en las condiciones actuales de Cuba, donde estas aplicaciones son inaccesibles por el tiempo de carga de las páginas, la limitación en el acceso a Internet e, incluso, por su bloqueo en universidades e instituciones nacionales, podría resultar contraproducente. De manera alternativa, se podría centrar el curso en los cambios en la concepción de lo enciclopédico y los modos de articular el conocimiento en la web a través de la wiki, aplicación que favorece la colaboración. Esta línea única, despertará el interés de un público nacional que no pudo madurar gradualmente junto al desarrollo de las nuevas tecnologías y que se asoma a Internet bajo la filosofía 2.0.

Tomado de La Polémica Digital: Web 2.0 en la televisión cubana (I) (Exclusivo para Bloggers Cuba).

El trampolín

Por Elaine Díaz (La Polémica Digital)

¿Cuántos jóvenes militan en la UJC? Una pregunta noble, con respuesta del tipo “cifras millonarias”, de esas que suman ceros, de las que amaba la prensa cubana hasta que llegó Raúl en cierto discurso y mandó a parar (las cifras millonarias, no a la prensa). Calificó de monótono, repetitivo y poco creíble el contenido de los órganos oficiales del Partido Comunista de Cuba, así como de sus instancias provinciales.

Volví a preguntarme cuántos jóvenes militaban en la UJC, porque los canguros de Australia no tienen por qué entender qué es la UJC y sería interesante ilustrárselos con cifras. Tecleé en vano la dirección http://www.ujc.cu. Al parecer el presupuesto mensual recogido por la organización en concepto de cotización no alcanza para crear una página donde dialogar franca y horizontalmente con sus miembros y no miembros.

Googleé la pregunta. Estaba a punto de insertarla en Quora, en un perfecto spanglish (Guat is de nomber of members of de UJC) cuando reparé en cierta página de Wikipedia. “La UJC es la organización juvenil del Partido Comunista de Cuba”, confirma Wikipedia. Añadía algunos datos utilísimos de su historia y a continuación el listado de sus primeros secretarios.

1962. Joel Iglesias. Según Wikipedia, “no ha tenido cargos políticos desde su cese”. Irrelevante.

1966. Jaime Crombet Hernández – Baquero. “Sin problemas”, según el Detector de Problemas Ideológicos de Saavedra.

1972. (“Año del comienzo de la catástrofe en serie”). Luis Orlando Domínguez Muñiz. Condenado a 20 años de cárcel por corrupción y conspiración en 1987.

1982. Carlos Lage Dávila. Destituido en 2009 por… (ya todos sabemos por qué).

1986. Roberto Robaina González. Destituido por corrupción y conspiración.

1994. Victoria Velázquez. Destituida en 1997 por corrupción.

1997. Otto Rivero Torres. Destituido por corrupción.

Captura de pantalla de Wikipedia

Corrupción es la palabra más repetida en todo el listado de primeros secretarios. La Unión de Jóvenes Comunistas convertida en la Unión de Jóvenes Consumistas por obra y gracia de cinco individuos. Cincuenta por ciento de manzanas podridas en la dirección de la vanguardia juvenil de la Revolución cubana, hasta la fecha… La misma organización que hoy nos llama a suspender las Brigadas Universitarias y Estudiantiles de Trabajo Social y las Fuerzas de Acción Pioneril porque “en las condiciones actuales no resulta viable, ni sería sensato y útil mantener tal como fueron concebidas las movilizaciones de un millón de estudiantes en toda la isla”.

Foto: DESMOND BOYLAN/REUTERS

Recuerdo cordialmente mis primeras BUTs. Coincidieron con mis últimas BUTs. Volaba el año 2003 y en una semana pasaría un ciclón por Cuba. Nos enviaron al rastro de Guanabo, donde hacía años no vendían pintura, ni cemento, ni material de la construcción alguno. En aquel monumento a la disponibilidad futura, yacían cinco obreros que nos recibieron cariñosamente. “Aquí hay poco que hacer”, se cuidaron bien de pronunciar la palabra “nada” en un sublime acto de orgullo laboral. En una semana cruzaría por Cuba un ciclón que dejaría familias enteras sin hogar; pero, seguramente, en las planillas de la por entonces burocrática UJC no estaba previsto este suceso, por tanto, no se podía cambiar la actividad laboral de los jóvenes. Pasamos una semana practicando el difícil arte de jugar a las cartas y no morir del aburrimiento. Liga de las cartas de 4 horas por día y 3 horas los fines de semana. Consolidamos incluso nuestra amistad, lema a hurtadillas de las poco productivas Buts. Una semana después un ciclón destrozó Brisas del Mar. Quizás para burlarse de nosotros, jugadores de cartas profesionales en tiempos de brigadas estudiantiles de trabajos. No fui más a las Buts. Tampoco jugué de nuevo Continental. Olvidé esta famosa movilización hasta que escuché de su suspensión formal por parte del Buró Nacional de la UJC. Me pregunté qué hacía el Buró Nacional mientras yo jugaba Continental una semana antes de que un ciclón hiciera trizas la comunidad donde vivía. No encontré respuesta. Busco hoy en Wikipedia cuántos miembros tiene la UJC. Y acabo de encontrar la respuesta a mi cuestionamiento de 2003, por azar, en la descripción adjunta a la corta lista de Secretarios Generales. “Escalando, para luego saltar al vacío”, confirmé.

Publicado en Crónicas, julio 26, 2011 a 11:24 am: El trampolín