Este libro forma parte de los sostenidos esfuerzos que el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) viene realizando a fin de promover la investigación social y la integración académica regional.
La obra es prolífica tanto por el espectro geográfico que cubre como la perspectiva histórica que asume para poder explicar los fenómenos abordados. También por acudir al testimonio, la crónica y la memoria de experiencias concretas, como complemento valioso de los análisis propiamente académicos.
Producto de la labor emprendida por el Grupo de Trabajo
“Anticapitalismos y Sociabilidades Emergentes”, el texto reúne un amplio espectro de miradas alrededor de los identidades, actores y movilizaciones sociales latinoamericanas.
Lo hace bajo una perspectiva insertada en las luchas de su entorno y su tiempo; que la diferencia de aquellas posturas asépticas que rechazan cualquier forma de compromiso, crítica o disidencia intelectuales.
Dos nociones constituyen los ejes articuladores del libro y del colectivo que lo produjo. La idea de anticapitalismos alude al conjunto de fenómenos y elementos asociados, solidarios y/o
constituyentes de procesos, luchas y movimientos sociales y populares en las dimensiones que niegan, se oponen, problematizan, rechazan y/o frenan, intencionalmente o no, las lógicas de reproducción rectoras de las sociedades contemporáneas.
Lógicas que -fetichizadas en la forma Capital y la forma Estado- estructuran relaciones sociales basadas en la heteronomía y la jerarquización, en sus modalidades de dominación (mando/obediencia, gobierno/gobernado) y explotación (productor/expropiador de la producción).
Por su parte, la noción de sociabilidades emergentes apunta al lugar de las relaciones sociales más elementales, de las interacciones entre los sujetos, las organizaciones y colectivos sociales, como un contenido de prácticas y representaciones colectivas que expresan, en determinadas circunstancias y articulaciones, un cierto potencial anti-sistémico.
Estas sociabilidades emergentes abarcan un mosaico de relaciones sociales fundadas en la horizontalidad, en la tolerancia, en la participación, en la apropiación del valor de uso, en la libertad, en la solidaridad, que de algún modo tratan de expandir tanto en el mundo popular organizado como en lo no organizado dinámicas
auto-organizativas y protagónicas que enfrenten las lógicas dominantes del sistema capitalista y sus administradores nacionales/estatales. ================================
Coordinadores: Armando Chaguaceda Noriega y Cassio Brancaleone. Autores de Capítulo: Paula Camarada da Silva, Dmitri Prieto Samsónov, María Maneiro, Alexander Hilsenbeck Filho, Lucas Gebara Spinelli, Cassio Brancaleone, Mario G. Castillo Santana, Juan Diez. André Videira de Figueiredo, José Vicente Quino González, Armando Chaguaceda Noriega, Pedro Henrique de Moraes Cicero, Blanca S. Fernández, Rafael Uzcátegui.
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Observar críticamente: AHS, OC, investigación, educación, movimientos populares.
A unos días de la fecha en que se conmemora el 25 aniversario de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y a punto de llegar a las 20000 visitas al blog del Observatorio Crítico (OC), consideramos útil re-publicar esta entrevista de Mario Castillo que hace año y medio apareció en la fraterna revista Esquife. Mario aborda temas relacionados con la nueva polémica en torno al rol de la AHS y las instituciones culturales dentro de la sociedad cubana, así como da un testimonio sobre la historia de OC y el devenir reciente de la investigación socio-cultural y la educación en Cuba. En que tiempo que pasó desde que Duanee lo entrevistara, OC realizó su V encuentro en formato de Foro Social, esta vez sin auspicios de la AHS pero con la cordialidad siempre presente, de colectivos amigos dentro y fuera de Cuba.
Por: Duanee Suárez García
Desde hace varios años el mes de marzo da amparo al evento Observatorio Crítico. Auspiciado por la AHS de Provincia Habana y coordinado por Mario Castillo (jefe de la sección de crítica e investigación, coordinador de la Cátedra Haydee Santamaría, investigador del Instituto Cubano de Antropología). En vísperas de una nueva edición, conversamos con Mario:
¿Cuál fue el origen del nombre de este evento?
A partir de la necesidad de intervenir un vacío que tenía la AHS de provincia Habana y en sentido general la AHS, respecto a un espacio de análisis sociocultural del entorno creativo y la creación joven misma, entendiendo esta última en un sentido más allá de lo artístico. La creación joven como poiesis, en su sentido originario, totalizador. Por otro lado, la Cátedra Haydee Santamaría venía articulando una serie de espacios y encuentros con líneas temáticas que tenían la potencialidad de ser un nodo transhabanero y transdisciplinario en sus análisis socioculturales. El nombre se lo pusieron Dmitri Prieto y Pavel Alemán, fundadores de la Cátedra, tomándolo parcialmente de otro evento que organizó el deletéreo Ignacio Ramonet, un intelectual de moda en los mass medias cubanos a principios de los años 2000.
La mayoría de los trabajos expuestos en el evento pudieran calificarse de “críticas sociales alternativas” no tanto por el tema que tratan sino por la lupa “diferente” con la que son observados, ¿es intencional esta selección de textos y cuál es el motivo que impulsa esta selección?
Por supuesto que son intencionales. En relación a lo de “alternativo”, es un término que algunos dentro de la Cátedra hemos discutido, porque el alternativismo siempre esta definiéndose frente al espejo de lo común, a lo dominante y por ahí se llega a convertir en otra mercancía intelectual, en un deporte hueco por distinguirte como una élite original que al final nada genera, mas allá de viajes y doctorados; espurias etiquetas generacionales, etc. Creo que un propósito común en los Observatorios que hemos convocado, más que cultivar ese alternativismo ha sido generar un espacio horizontal de construcción no solo de conocimientos, sino de interacciones, de formas de relacionarnos colectivamente y entonces, desde ahí, ver los conocimientos y perspectivas de análisis que se generan. Interacciones que han sido más o menos eficientes, y en eso deberemos trabajar mejor en lo adelante, pero así lo hemos ido prefigurando: un espacio donde tiene tanto valor analítico una obra plástica, un proyecto comunitario, una investigación monográfica, un ensayo de crítica sociocultural, o un documental. Eso lo logramos con creces en este último Observatorio. Abandonamos definitivamente la práctica funesta de invitar a personalidades para “realzar el nivel del evento”, las “conferencias magistrales”, la lectura de ponencias. En la medida de las posibilidades de los participantes y para el próximo Observatorio queremos trabajar mejor con los participantes en el esparcimiento y la organización general, de forma tal que sea coherente con todo lo demás. El mundo que queremos, no jerárquico y protagónico debemos hacerlo desde ahora. En este sentido es muy revelador el diálogo que tuvimos con las compañeras que vinieron desde Guantánamo. Ellas nos confesaron su sorpresa y, por momentos desconcierto, que vivieron en las sesiones del Observatorio. Acostumbradas a un eventismo académico ritualizado, que la mayoría de los jóvenes intelectuales asumimos sin conflicto alguno, incluso lo reproducimos entusiastamente, desde la vestimenta hasta la gestión de las sesiones, pasando por los temas, aquello terminó para ellas en una experiencia inédita, a la cual se sumaron activamente, y eso tiene efectos muy frágiles y a la vez muy poderosos, de ida y vuelta, por que a ellas antes las conocimos en un espacio bien establecido dentro del circuito de eventos académicos como el Festival de la Nacionalidad en Bayamo y mira por donde floreció ese pequeño árbol…
Crees que este tipo de análisis define a la joven crítica cubana actual? ¿Cuáles consideras son los principales elementos que la caracterizan?
En muchos aspectos la joven crítica cubana actual se diferencia poco de la vieja crítica cubana actual. En cuanto a los procedimientos críticos se ha producido una actualización, a partir de una discreta incorporación de los inmensos aportes de Pierre Bordieu, Néstor García Canclini, Edward Said, Jesús Martín Barbero, Beatriz Sarlo, Cornelius Castoriadis, Michel Foucault entre otros muchos, pero en el mejor de los casos se han tomado como actualización de la moda académica y no como herramientas para construir senderos analíticos propios, a partir de los problemas legados por la historia cultural nacional, lo que le ha restado potencia a esas renovaciones, cuando ocurren. Es que como dijo hace un tiempo Pedro de Oraa a la generación de artistas plásticos de los 80, “lo actual no es solo lo presente, es lo actuante”, tanto lo que del pasado aun permanece irresuelto, como los problemas y necesidades que genera la acción misma, la práctica político-intelectual en el presente. Creo, por otro lado, que existe una atomización muy grande entre los que practican la joven crítica cubana actual, tanto entre nosotros, como con el resto de los creadores, excepto entre los artistas plásticos, donde ha emergido el personaje del curador y entre los musicólogos que cada vez mas tienen una presencia mas sana y prometedora a la hora de analizar los procesos culturales del país. Recientemente vinimos de Sancti Spiritus donde organizamos el video debate itinerante América Profunda, un espacio que se nos ocurrió en la Cátedra Haydeé Santamaría para interactuar con otros creadores dentro de la AHS, con materiales que documentaban experiencias de autoorganización de jóvenes en América Latina hoy, para debatirlas, analizarlas etc. Otros jóvenes fueron, pero ¡nadie! de la sección de crítica e investigación de la AHS de la provincia asistió a ese encuentro, excepto Yasmine León la presidenta de la sección, que tanto esfuerzo desarrolló para hacerlo. Eso tiene que ver con procesos más amplios que superan a la Asociación y ante los cuales ella ha tenido que ubicarse. La crítica y la investigación han ido perdiendo terreno en todos los niveles de enseñanza cubana, frente al predominio de la instrucción, con un sistema de enseñanza estatal, que no falla por lo masivo, sino por lo uniformizante y centralista, en el que todos, maestros y alumnos, queremos huir, porque somos objetualizados. Es un sistema educativo que le ha dado la espalda a los mas potentes proyectos pedagógicos revolucionarios de los siglos XIX y XX, desde la pedagogía libertaria de Francisco Ferrer, Sebastián Faure, etc., hasta la educación popular de Paulo Freire, entre otras propuestas, no permitiendo empoderar a alumnos, padres y comunidades en una cuestión tan estratégica como la educación. La insistencia estatal más bien se ha dirigido a perfeccionar el modelo positivista que introdujo Enrique José Varona en la época de la intervención norteamericana, orientado a crear profesionales adiestrados, listos para la explotación asalariada ante el mejor postor. Por otro lado a los jóvenes cubanos se nos viene convocando desde hace decenios a ejecutar objetivos históricos, nunca a formularlos. Todo eso da por resultado el fenómeno sociológico del abelardito, el joven graduado estudioso que no está en na´, y que luego entra en la Asociación para ver qué saca de ella… De ahí sale el vacío de la crítica, aunque por suerte, según Rubén Blades, la vida siempre da sorpresas…
¿Cómo clasificarías el evento desde la institución (AHS)? ¿Existen otros espacios de la institución que tenga esta línea?
Es un logro de la AHS y nuestro. El Observatorio Crítico es una pequeña maqueta de cuales podrían salir las relaciones mas sanas entre las colectividades y el Estado en una sociedad en transición al comunismo libertario, que es en lo que debería haber estado hace tiempo Cuba: en proceso de transferencia de las funciones estatales internas hacia los colectivos laborales y sociales. Es decir, nosotros nos organizamos para preparar un evento y nuestra organización nos asigna un presupuesto, junto a lo que ya disponemos, y que ahora bajo el concepto de la Asociación como ONG, esa concepción se profundiza y amplía. Eso nos confirma la tesis de que la AHS, a pesar de todo lo que podamos señalarle es de las pocas organizaciones del país que funciona a partir de lo que organicen los asociados de base, con su concepción de la organización y sus contenidos propios. Eso es lo que se busca con que cada provincia desarrolle un programa de eventos propios e identificables en el conjunto nacional, con perfiles propios. Eso es algo muy valioso en un contexto institucional verticalizado en extremo como el de nuestro país. Ese funcionamiento de abajo hacia arriba nadie lo pidió, no es una conquista de nadie, ni siquiera eso forma parte del discurso oficial de la AHS, simplemente fue inevitable no organizarla de esa manera, de lo contrario moría el niño antes de nacer. Una organización de creadores que conciba la creación como un hecho administrativamente dosificable desde la cúspide dirigente, está condenada a morir. Lo que nosotros consideramos útil de todo esto es que éste mismo enfoque es imprescindible llevarlo a la sociedad cubana entera, si queremos retomar el camino de la Revolución, más allá de la consigna que sirve para maquillar los específicos intereses estatales de su auto reproducción, disfrazándolos con un concepto prestigioso. Una revolución social es un hecho de creación colectiva, donde los colectivos soberanos autoorganizados, son el artista. Hace muchos años que debimos pasar de los “Comités de Defensa…” a los “Comités de Desarrollo de la Revolución” y en esto el bloqueo no ha sido un obstáculo, sino una oportunidad práctica tremenda, secuestrada por los mismos que desde 1982 formularon la “doctrina de la guerra de todo el pueblo”, en la cual, con otras palabras, reconocen que las colectividades organizadas de manera local y descentralizada, son la mejor defensa a la agresión imperialista, a lo que agregaríamos nosotros, y para la creación de una auténtica, plural y rica cultura socialista, nacida desde las necesidades mas primarias de defensa militar, de la alimentación y la vida en colectivo. La “nueva sociedad” comienza aquí, ahora y en cada momento, sino nunca nacerá, y en eso la contribución que puede hacer la experiencia de la AHS no es poca.
¿A partir de las coordenadas que has descrito, donde ubicarías tus trabajos investigativos y por qué?
Mis trabajos investigativos van dirigidos a develar las huellas de las luchas de clases en el proceso cultural cubano, a analizar la cultura como el escenario silencioso, pero duradero donde se han planteado los grandes conflictos que luego las políticas formales han intentado resolver en el marco de esas mismas luchas de clases. Un enfoque clasista de la cultura es una potente herramienta para plantearse la comprensión de los fenómenos sociales que están ocurriendo en Cuba hoy, sobre todo porque los diferentes sectores sociales que se están articulando con identidad propia hoy en Cuba, no pueden organizarse formal y explícitamente. Las tensiones entre “mikis” y “repas”, por ejemplo, traduce un conflicto entre la juventud de clase media y alta del Vedado, La Víbora, Nuevo Vedado y los de San Miguel del Padrón, Marianao, Centro Habana…, la cultura “miki” y “repa” son dos formas juveniles de articular su propia filosofía política del mundo, a partir de una misma situación de alienación ante la historia y la cultura cubana precedente. Mi propósito investigativo trata de desarrollar las herramientas para abordar la realidad cubana contemporánea y una relectura de la historia de Cuba a partir de ese futuro que ya tenemos encima.
Hablemos del Premio Calendario de Ensayo, ¿en tu opinión esta investigación es exponente de la crítica que promociona y protege la AHS?
Yo no sé qué tengan en común mi ensayo sobre el exotismo oriental cubano y el resto de los trabajos que han ganado este premio anteriormente, habría que hacer un análisis mas profundo sobre las relaciones existentes entre los trabajos premiados para entonces poder iniciar la respuesta a esa pregunta. Sería un trabajo interesante realmente hacerlo.
¿Cómo te imaginas un sistema educativo distinto en Cuba?
Creo que en primer lugar creando las condiciones para un conjunto de mesas redondas provinciales, municipales y por consejos populares; donde se involucren alumnos, padres, profesores y comunidades para discutir el tema de los tipos de enseñanzas –en plural– que queremos y que la prensa sea el medio por donde conocer las propuestas y discusiones. Para que no ocurra como con los debates de los intelectuales que se iniciaron en Casa de las Américas. El país esta profundamente organizado para todo esto, eso lo sabemos todos, el asunto es que solo se utiliza ese orden para bajar orientaciones estratégicas que mantengan todo como está. A estas alturas del juego ya vamos intuyendo que nadie, excepto nuestra capacidad de crear, errar y rectificar colectivamente, nos va a permitir salvarnos de los escenarios de futuro que hemos generado nosotros mismos con la tendencia a delegar responsabilidades en otros “que saben lo que hacen”. Específicamente en la universidad, que es algo que conozco más de cerca, apoyo la puesta en práctica del concepto de pluriversidad, que implica la creación de espacios de producción y socialización de conocimientos, donde se parta de que este proceso es multidireccional, de que coexisten múltiples saberes y que por tanto no basta con la triste y arrogante “extensión universitaria”, y más aun que ésta ya no esta cumpliendo su cometido como en los tiempos de Mella y Alfredo López, quien, por cierto, fue el que enamoró a Mella, y no al revés, con lo de la universidad popular que era una versión criolla de la escuela racionalista del pedagogo anarquista catalán Francisco Ferrer i Guardi.
Ya hacia el interior del ámbito docente universitario pienso, que la organización de las carreras por asignaturas es fatal, por lo menos en las llamadas “sociales”, (partiendo del falso presupuesto que las otras no son sociales también) ¿que pasaría si en vez de asistir a asignaturas en la universidad, asistiéramos a problemáticas? Por ejemplo, la energía nuclear como problema, no como realidad naturalizada, atraviesa un conjunto de especialidades constituidas y puede ser analizada desde miradas físicas, químicas, antropológicas, politológicas, sociológicas, estéticas, arquitectónicas, etc. Al revés de lo que ha ocurrido con las carreras hasta ahora en todos lados, que construyen delimitaciones y muros temáticos para sus especialidades, instituyendo fatales certezas disciplinarias, se trataría de crear líneas temáticas de existencia limitada, pero rigurosas, cuyo efecto sería dar a luz nuevos campos de problemas y perspectivas de análisis siempre renovadas, a partir de la interacción entre tradiciones disciplinarias, lenguajes y saberes. El cinismo del mundo académico es que cuando más habla de trans y multidisciplinariedad, es cuando menos se piensa en como propiciar este proceso en las instituciones docentes, porque allí donde se cuestiona la universidad neoliberal, orientada al mercado laboral, no se trasciende a la universidad estatal que opera bajo los mismos presupuestos académicos, con fines envueltos en la retórica del estado nacional, pero donde la sociedad tampoco tiene ninguna capacidad de intervención. La universidad debe organizarse en función de los intereses de toda la sociedad, si seguimos recocinando el modelo de universidad tecnocrática, modernizante, y en el fondo capitalista, que nos legó el ineludible Enrique José Varona estaremos reeditando la historia de un fracaso.
Publicado en: Revista EsquifeNo. 68, marzo del 2010 (sección Diálogos)
Memoria sindical, racismo y mecánica celeste
Por: Yasmín S. Portales Machado
Estas semanas de junio han sido muy movidas en La Habana, llenas de palabras nuevas, como “afrodescendiente”, y de visitantes entrañables, como Danny Glover. Las cámaras de la TV viajaron a la sede del Centro Juan Marinello, y siguieron los debates que allí se desarrollaron, el aporte de Cuba a la reflexión sobre la diáspora africana que propone la ONU con su “Año Internacional de la Afrodescendencia”. Sin embargo, vale apuntar que no todo lo hecho fue transmitido a millones de espectadores a través del lente -a veces indiscreto- de Cubavisión y Cubavisión Internacional, por eso quiero compartir mi experiencia con este asunto. Sucedió así: el martes 14 de junio me bajé de la ruta 8 frente al viejo Convento de San Francisco y caminé a la sede del Instituto Cubano de Antropología (ICAN).
Petroglifo de un Cemí taíno, símbolo del ICAN
Como seguidora de las propuestas del Observatorio Crítico -una red de intelectuales cubanos anticapitalistas bajo la sombrilla de CLACSO-, sabía que esa mañana estaba programada la tercera acción del ICAN en 2011 para promover el debate sobre el legado africano en la cultura cubana. Me perdí en enero la lectura crítica de la Letra del Año, y en mayo el III Coloquio Internacional sobre Investigaciones de las Religiones Afroamericanas, esta vez no dejaría pasar la oportunidad. Mientras subía desde la Plaza de San Francisco, esperaba llegar a tiempo para esta, la tercera y casi desconocida acción, que coincidía en tiempo con el amplio programa del Ministerio de Cultura. El anuncio publicado en la web y que circulara por correo electrónico anunciaba las intervenciones de la Dra. Angelina Rojas, el hermano Tato Quiñones —de la Cofradía de la Negritud—, y los investigadores del centro Mario Castillo y Dmitri Prieto —estos dos también coordinadores— en el panel “Afrodescendencia y movimientos obreros en Cuba”. Con el objetivo de analizar los cruces entre el desarrollo del movimiento sindical y el papel de varios líderes afrodescendientes de Cuba durante los siglos XIX y XX.
Según declaró Mario Castillo al iniciar reunión, poco se ha analizado en Cuba el movimiento de afrodescendientes –con sus expresiones culturales, políticas y asociativas específicas– en relación dinámica con el movimiento obrero. Abundan los especialistas de uno u otro campo, pero no los acercamientos que pongan en el punto de mira el intercambio de influencias, los impactos de la lucha antirracista en el desarrollo del sindicalismo cubano o el aporte de las experiencias asociacionistas de los afrocubanos en la lucha por los derechos laborales y las iniciativas culturales de los sindicatos cubanos. Para señalar el lastre que genera esa separación metodológica se decidió tomar de ejemplo las vidas de tres insignes afrodescendientes cubanos: Aracelio Iglesias, Alfredo López y Pablo Lafargue.
La primera intervención correspondió a la Dra. Angelina Rojas, quien trazó un panorama general de las lógicas en la violencia política de las décadas tercera y cuarta del siglo XX, cuando el enfrentamiento a las dictaduras de Cuba se complicó por la división interna del movimiento popular, promovida desde los medios de prensa de la derecha. Uno de esos casos fue el asesinato de Aracelio Iglesias, atribuido a los líderes del Partido Comunista. En medio de tal ambiente, la retórica racista tenía mucho peso, ya que un número importante de líderes sindicales eran negros o mestizos, personas de la más humilde extracción social e insobornable ética.
Para enfrentar ese asunto de modo específico, explicó Rojas, se intentó negar el aporte de las personas afrodescendientes a la gesta emancipadora. Un ejemplo de esos gestos fue la negativa de los funcionarios del Ayuntamiento de Santa Clara a colgar un retrato de Antonio Maceo en la galería de los próceres, por el color de su piel, medida que derogaron sindicalistas, comunistas y organizaciones de personas negras en acción conjunta. Otro recurso de la reacción fue organizar el Ku Klux Klan cubano. Este grupo de supremacía fue tolerado por las autoridades hasta que la violencia cobró la vida de un hombre mestizo de Santa Clara —alegaron sus asesinos que había cruzado el límite del Parque Vidal que separaba el sector blanco del sector negro. Para la compañera Angelina, además, es imperativo estudiar esos intercambios entre lucha antirracista y movimiento obrero de modo que recuperemos en la conciencia colectiva aquello que nos une como nación multiétnica.
Al intervenir en el panel, Tato Quiñones optó por compartir con la audiencia parte de la leyenda de Aracelio Iglesias, líder del sindicato marítimo-portuario en la capital de Cuba, en los años veinte y treinta del siglo pasado. Quiñones explicó —a modo de prólogo— que estos recuerdos se han transmitido de forma oral y así los aprendió él, descendiente de obreros del puerto, pero la decadencia de la Bahía de La Habana como espacio económico, ante el auge de El Mariel, ponen en peligro la memoria.
Aracelio Iglesias (La Palma, Pinar del Río, 22 de junio de 1901) vino desde los doce años a vivir a Regla y trabajar en el puerto de La Habana. Ascendió en la dirección del sindicato marítimo-portuario por su honestidad y hombría a toda prueba, lo que le permitía enfrentarse a gobernantes, dueños de muelles y obreros por igual. Contexto complejo, porque en esos años los miembros de la Sociedad Abakuá controlaban el trabajo en los muelles de La Habana y repartían los escasos puestos entre sus hermanos de sociedad. Iglesias no era miembro de la hermandad, pero con el uso sistemático y coherente del debate político —la Asamblea de Trabajadores tenía la última palabra— y la lucha contra las divisiones internas, logró romper este monopolio en beneficio de la clase obrera sin distinciones de raza, credo religioso o político. Fue así como con su dirigencia se implementó la “Lista rotativa”, para garantizar el acceso regular de todo estibador inscrito en la misma a los turnos de trabajo de los muelles. A quienes trataban de violar el sistema, amparados en la guapería, Aracelio personalmente los lanzaba al mar. También en esos años creció el nivel organizativo y de gestión del sindicato marítimo-portuario, hasta mantener un consultorio médico, una escuela y un sistema de seguros de vida que —en caso de muerte por accidente de trabajo— entregaba a la familia del obrero 1000 pesos (década de 1940) y corría con los gastos funerarios. El ejemplo de este hombre, explicó Tato en sus conclusiones, es importante porque demuestra que los dirigentes sindicales no se construyen en escuelas, sino desde la base. Aracelio devino comunista tras enfrentarse a la discriminación y liderar hombres en sus luchas laborales. Conocía el puerto y sus trabajadores le conocían a él, por eso podía lanzar a un Abakuá al mar sin miedo, si la causa era justa.
El 17 de octubre de 1948, Aracelio Iglesias fue asesinado por la espalda en la sede del sindicato marítimo-portuario, mientras esperaba para una reunión ordinaria.
La tercera exposición fue de Mario Castillo, para referirse al ejemplo de Alfredo López, líder del sindicato tipográfico en las primeras dos décadas del siglo XX. López experimentó la miseria desde pequeño, pues sobrevivió a la Reconcentración de Weyler (impuesta por el gobierno español durante la guerra anticolonial de 1895-98) en el pueblo de Sagüa la Grande, junto a su madre y hermanos —el padre había marchado al exilio, perseguido por su apoyo a la causa independentista—, también la discriminación racial, pues era mestizo y sus padres no estaban legalmente casados. Al integrarse al sindicato tipográfico en La Habana, la organización se encontraba en crisis, a pesar de que se trataba de una asociación de integrantes de amplia cultura —en esa época había que leer página a página para componer las páginas de metal—, pues los recursos organizativos del siglo XIX colonial no funcionaban en la república. Alfredo López sería pronto respetado por su carácter serio y formal y porque introdujo soluciones que permitieron la integración de las nuevas dinámicas laborales y la defensa de los derechos del gremio. ¿Cómo se le ocurrió? El joven era discípulo del hoy poco recordado Margarito Iglesias, de quien aprendió los métodos de las “sociedades de color” y de las organizaciones anarcosindicalistas. Esos mecanismos organizativos y de acción política los puso en ejecución de modo crítico para promover la lucha obrera.
Margarito Iglesias no era el único afrodescendiente que impactaba la esfera pública cubana en los años 1890-1910, recordó atinadamente Mario Castillo. Sin dudas las polémicas entre Martín Morua Delgado, Juan Gualberto Gómez, Marcelo Salinas y Rafael Serra —por citar algunos— sobre cómo, cuándo y dónde intervenir para la lucha contra la discriminación racial, influyeron en Alfredo López y otros líderes afrodescendientes de la primera mitad del siglo XX.
Una de las acciones de impacto más duradero que lideró Alfredo López fue la creación de la Universidad Popular “José Martí”, en colaboración con el líder estudiantil Julio Antonio Mella. Este proyecto docente no era solo reflejaba la lógica de construir la cultura propia de los proletarios –base del anarcosindicalismo–, sino que el proyecto demostraba la pertinencia de crear alianzas, en este caso entre anarquistas y comunistas, entre obreros y estudiantes, en la construcción de espacios que beneficiaran a las clases desposeídas. Además de defender a su sector, este joven fue uno de los fundadores de la Confederación Obrera de La Habana, lo cual daba fuerzas al pujante movimiento sindical de la capital. El secuestro y asesinato de Alfredo López en 1927, sus restos se recuperaron en una fosa común tras la caída de Machado en 1933, es la prueba más elocuente de su poderosa influencia entre la clase trabajadora de ciudad. Por desgracia, poca o ninguna bibliografía hay disponible sobre este joven, pero siempre se puede consultar la biografía de Olga Cabrera Alfredo López, editada por Ciencias Sociales en 1985.
El último de los ponentes fue Dmitri Prieto, conocido de los lectores cubanos por su libro Transdominación en Haití (Ciencias Sociales, 2010). Su intervención se refirió a un cubano que apenas hizo política aquí, pero cuya historia de vida es muy significativa: Pablo Lafargue, escritor, líder sindical y político marxista nacido en Santiago de Cuba en 1842, mestizo descendiente de franceses que vinieron a Cuba huyendo de la Revolución Haitiana. Aunque mucha gente conoce a Pablo sobre todo por su filiación familiar –se casó con una de las hijas de Carlos Marx, Laura–, lo cierto es que era un intelectual y líder sindical importante a fines de la sexta década del siglo XIX en Francia, y discípulo de Proudhon, uno de los teóricos del anarquismo. Con esa condición es enviado a Londres, como representante galo en la Primera Internacional, allí conoce a su futuro suegro. El intercambio de ideas con Marx –y la pasión por su hija– le deciden a permanecer en Gran Bretaña, poco a poco asume el marxismo como ideología y llegará a ser hombre de confianza del autor de El Capital.
Lafargue hizo una asimilación apasionada y profunda del marxismo, lo que le permitió producir un texto tan singular como El derecho a la pereza, primer análisis crítico que se enfrenta a la tradición industrialista del marxismo “clásico”, que en esa época era el único. En ese ensayo, él desmitifica el valor del trabajo y señala su carácter empobrecedor si sus mismas categorías no son transformadas, si el trabajo no se convierte en una opción, tan legítima como la pereza.
El otro rasgo que Dmitri señaló como valioso para Cuba, es el desarrollo de la relación de Lafargue con la familia Marx. Citando fragmentos del libro Textos escogidos (Ciencias Sociales, 2007), Prieto demostró cómo el intercambio epistolar refleja los prejuicios de las personas involucradas: el suegro usa a menudo términos racistas para calificar el carácter del joven prometido, pero esa actitud cambia en la medida que los lazos se estrechan. El ejercicio de descolonización en las relaciones entre el sabio alemán y el afrodescendiente caribeño, deviene ejemplo de cómo enfrentar las reservas que la diferencia de culturas puede generar.
En el debate que siguió a las cuatro intervenciones, integrantes del público llamaron la atención sobre la diferencia entre los líderes sindicales de principios del siglo XX y los dirigentes sindicales contemporáneos. Nuestro tiempo se llena con discursos y acciones lastradas por el formalismo, lo cual aleja a los colectivos laborales y desprestigia los espacios de debate obrero, de suma importancia en una sociedad socialista. Resumo aquí la intervención de Tato Quiñones, pues me parece que recogió la mayor parte de las inquietudes expuestas: Estos hombres transformados en leyenda (Aracelio Iglesias, Alfredo López, Jesús Menéndez) demuestran que el carácter de la lucha gremial no admite directivos formados en probeta —como ya señaló el Presidente Raúl Castro en el reciente VI Congreso del PCC—, sino que exige líderes salidos de la base, que conozcan las necesidades del colectivo, sus características humanas y que sean conocidos y respetados por sus electores. En los últimos veinte años, por desgracia, la crisis económica golpeó de modo especial a la clase obrera, la cual ha sido diezmada –Cuba produce mucho menos y se concentra en el sector de los servicios– y corrompida por la pérdida de valores, de modo que la conciencia de clase desapareció. El movimiento sindical se ha burocratizado y es como una guagua con la caja de velocidad trabada en reversa.
Al final no nos pusimos de acuerdo en cómo destrabar la caja de velocidades sindical, pero quedó abierta la participación a la cuarta acción del ICAN por el “Año Internacional de la Afrodescendencia”: El miércoles 20 de julio a las 10 a.m.: se estrenará el documental Osha Niwe, sobre el desaparecido Lázaro Ross, gran Akpwon de la música de origen africano en Cuba. ¿Volvemos a discutir de mecánica con fondo de tambores?
Publicado el 17 de julio de 2011 en CubaLiteraria: http://www.cubaliteraria.cu/articulo.php?idarticulo=13244&idseccion=25
Invitación a Video-taller con el audiovisual “El taxista a full”
El Grupo de Estudios del Trabajo del Instituto Cubano de Antropología (ICAN) y el Grupo Anticapitalismos y Sociabilidades Emergentes (ACySE) del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) invitan al
Video-taller con el audiovisual “El taxista a full” (España, 2005).
Cuando un trabajador queda desempleado en Barcelona, decide ocupar taxis de otros trabajadores en las madrugadas y devolverlos al amanecer, con reposición de gastos por su uso. La justicia burguesa lo acusará de ladrón y fuera de su Ley. ¿Dónde encontrar respuestas frente a tal acusación? ¿Quién puede explicar qué pasa y qué hacer con su vida? Tal es el argumento básico de “El Taxista…”, que nos adentra en los laberintos contemporáneos de la degradación del trabajo asalariado e incita a buscar caminos para la reconstrucción de una cultura del trabajo más allá del sistema salarial.
Lugar: Sede del Instituto Cubano de Antropología (Amargura 203, entre Habana y Aguiar, La Habana Vieja), Sala Fernando Ortiz (3er piso)
Fecha: viernes 15 de julio
Hora: 2 pm.
Seminario Internacional Equidad de Género y Cambio Social en América Latina y el Caribe
(VENEZUELA) Con el apoyo de UNFPA Venezuela, Banco Central, Banco de la Mujer, Ministerio de Educación Universitaria, Escuela de Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo, tendrá lugar el Seminario Internacional “Equidad de Género y Cambio Social en América Latina y el Caribe”, en el Bicentenario de la Independencia, hacia una emancipación completa de todas y todos.
21 de julio de 2011
Banco Central – Auditorio Manuel Egaña
Horario 9am a 12:30 y 2:30 a 5pm
Se adjunta el Programa Preliminar y Planilla de Inscripción
Enviar Planilla de Inscripción con Datos a la siguiente dirección electrónica: seminariogeneroycambio@gmail.com
Equipo del Programa de Grupos de Trabajo
Coordinador: Marcelo Langieri
Asistentes: María Chaves, Rodolfo Gómez y Pablo A. Vommaro
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)
Av. Callao 875, 3º E (C1023AAB) Buenos Aires, Argentina
Tel: (54-11) 4811-6588 internos 2400 y 2401 – Fax: (54-11) 4812-8459
La izquierda evidenció fracaso neoliberal pero cayó en errores que antes criticó
Los partidos políticos de izquierda no deben perder de vista que el sujeto popular sabe discernir: Armando Chaguaceda.
“El socialismo no puede existir sin democracia”, afirmó el miembro del Observatorio Social y coordinador de un Grupo de Trabajo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)
Con el arribo de los llamados gobiernos progresistas en América Latina (AL), a partir de 1998 se hace evidente el fracaso de las políticas neoliberales emanadas de El Consenso de Washington. Se da paso a una izquierda heterogénea que lleva bienestar social y expande las formas de participación e inclusión simbólica de los marginados, pero incurre en una serie de prácticas que criticaba cuando no era gobierno (concentración incontrolada de poder presidencial, acoso a medios, irrespeto a derechos) y es aquí donde el pueblo debe pedir a sus nuevos gobiernos lo que en su momento reclamó a la derecha.
Así lo sugirió el politólogo e historiador Armando Chaguaceda, doctorante de la Universidad Veracruzana (UV), durante su participación en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU). Continue reading
Foro Social Cubano en el blog de Anticapitalismos y Sociabilidades Emergentes de CLACSO
El texto “Vivir la revolución: Reseña del Foro Social del Observatorio Crítico (la Habana, marzo de 2011 )”, de Daniel Pinos, está disponible en el blog del Grupo de Trabajo Anticapitalismos y Sociabilidades Emergentes, adscrito al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
Visite http://acyseclacso.ning.com/profiles/blogs/vivir-la-revolucion-resena-del?xg_source=msg_appr_blogpost
Aclaración:
Aside
ACLARACIÓN:
En el material “CIUDADANÍA AL FRENTE”, publicado por Voces (http://cubaalamano.net/voces/index.php?option=com_content&task=view&id=1312&Itemid=2) y reproducido en nuestro Compendio del Observatorio Crítico (5 de abril de 2011), se me atribuye la siguiente opinión: “Dimitri Prieto, miembro de la Cátedra Haydée Santamaría, defiende que en Cuba no puede hablarse de sociedad civil, sólo de ‘sujeto activista, que promueve cambios’ “.
Considero que estamos en presencia de un malentendido. Aunque utilizo poco la noción de “sociedad civil”, no considero que ésta sea inaplicable a Cuba. Todo radica en cuál de las numerosas acepciones del término pretendemos utilizar para caracterizar la sociedad cubana. Debí haberme referido en la citada opinión a los movimientos sociales con un grado de organización similar a los que hay en Latinoamérica, lo cual deduzco a partir de la consecutiva referencia al movimiento cubano de Hip-Hop [undergound] o al propio Observatorio Crítico, hechos culturales que –considero- es legítimo caracterizar como movimientos sociales emergentes.
Éstos, efectivamente, no presentan el grado de organización de sus contrapartes en otras tierras de Nuestra América (como el MST brasileño o los piqueteros argentinos), pero aún así son verdaderos movimientos sociales (pues existe una clara conciencia de pertenecer a ellos, un grupo de propósitos compartidos, una fuerte coordinación de sus acciones y una intensa solidaridad entre sus partícipes) que sin duda forman parte de nuestra sociedad civil. Por ello, solicito al equipo editorial de Voces que publique la presente Aclaración.
Cordialmente,
Dmitri Prieto Samsónov.
Foro Social Cubano 2011 en marcha (II)
El segundo día de encuentros del V Foro Social Cubano comenzó en la misma locación del proyecto comunitario Cocosolo Social Club en la mañana del 27 de marzo de 2011 con un debate sobre la institucionalidad político-jurídica y las dificultades del proyecto revolucionario en Cuba, donde tomamos constancia de la profunda necesidad de avanzar hacia un diseño más protagónico de nuestra sociedad, con la participación de todos los sectores implicados.
La discusión incluyó temas como las vías de ejercicio de iniciativa legislativa, la democracia directa, la protección de los derechos ciudadanos, la búsqueda de alternativas a estructuras burocráticas que hegemonizan y lastran el sistema, el control popular sobre el gobierno y la administración pública, el activismo social, la integración de fuerzas revolucionarias en torno a diversas problemáticas en la actual agenda política de cubanas y cubanas, el diálogo imprescindible entre diversos actores sociales –del cual el Foro constituyó una plaza fuerte y tribuna abierta-, la necesidad de enfrentar acciones de represión y obstrucción, así como la inclusión en nuestros debates de propuestas provenientes de otros países de Nuestra América en revolución.
Quedó clara la diferencia entre los conceptos de “esfera pública” y “Estado”. El Foro acordó generar de inmediato un espacio para la presentación y debate de las recientemente consensuadas “Propuestas para el avance al socialismo en Cuba”, cuyxs autorxs (SPD) proponen un camino socialista para Cuba, con base en una profunda democratización política y la socialización radical de las relaciones productivas. Continue reading
Foro Social Cubano 2011 en marcha
Hoy, 26 de marzo de 2011, en el humilde barrio habanero de Cocosolo (Municipio Marianao) comenzó su trabajo el V Foro Social Cubano, convocado por la Red Protagónica Observatorio Crítico.
En la sede del proyecto comunitario autogestionado Cocosolo Social Club, unos 60 activistas sociales, escritores, artistas, promotores culturales, profesores, investigadores, periodistas, blogueros y líderes comunitarios, se reúnen para dialogar desde perspectivas revolucionarias y críticas acerca de la actualidad cubana y mundial, y formular propuestas para cambiarla en un sentido emancipador.
El Foro también lo auspician el Grupo Internacional de Trabajo Anticapitalismos y Sociabilidades Emergentes (adscrito al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales – CLACSO) y el Taller Vivir la Revolución.
Entre los temas discutidos el primer día se encuentran la agenda política en torno a cuestiones de género y LGBT, el desarrollo local, los cambios en el modelo económico de Cuba, las responsabilidades institucionales y procedimientos frente a la autoorganización y las libertades populares, la autogestión y las cooperativas, la socialización del uso de internet en Cuba y el impacto de las nuevas tecnologías en la cultura, los blogs, los audiovisuales, el espacio mediático, las culturas de la violencia y la competencia, la salud mental, la educación y el uso de organismos genéticamente modificados.
Por primera vez este encuentro anual convocado históricamente bajo el concepto de Observatorio Crítico se realiza con carácter autogestionado. Trascendiendo los estrechos marcos de un evento académico de crítica e investigación socio-cultural (en aquel entonces, bajo auspicios de la Asociación Hermanos Saíz), los organizadores han laborado intensamente en el cumplimiento de los objetivos explícitos trazados desde su primera edición en 2006, que incluían la creación de una red protagónica y solidaria de proyectos autónomos y la paulatina transformación de su concención anual en un verdadero Foro Social.
La primera jornada del Foro culminó con un concierto de Hip-Hop por el proyecto Eskuadrón Patriota.