Una victoria para Perucho y Camila, y seguimos pa´lante “sacando más país”

Por Dmitri Prieto Samsónov

Eso de las nuevas cooperativas cubanas puede tener mil frenos y defectos. Quizás algún día escriba más sobre el tema, la legislación aprobada es amplia y merece un estudio detallado. Y la aplicación práctica, ha estado marcada por la lentitud acostumbrada en ese tipo de cambios acá en la Isla.

Pero pienso que debemos tomar nota de que la aprobación de las cooperativas es producto del fortalecimiento de las exigencias desde fuera de las esferas burocráticas y gubernamentales.

Quisiera en particular dar fe del trabajo de dos personas: Pedro Campos Santos (Perucho), desde el activismo ciudadano, y Camila Piñeiro Harnecker, desde la academia.

Personas que en ningún momento han estado solas: a Perucho y su visión radical promotora de la autogestión social lo ha apoyado el colectivo SPD [Socialismo Participativo y Democrático], formado a partir de los debates sobre el futuro de Cuba que comenzaron en 2006 y asociado a la Red Observatorio Crítico; Camila es la investigadora más conocida de toda una comunidad especializada de economistas, sociólogos y antropólogos que profundizan los estudios cooperativos en Cuba.

Un equipo de esos expertos fue el que preparó el proyecto de legislación. Aunque no existió una “conspiración” entre activistas y académicos, si se puede decir que ha habido una sinergia.

Pero eso aún es insuficiente.

Desde la izquierda se alerta del “riesgo de que el cooperativismo entre nosotros derive hacia otra fórmula empresarial para aumentar la producción, divorciada de las ansias de justicia, libertad y protagonismo de un pueblo”, en una crítica del socialista libertario cubano Marcelo Liberato Salinas al reciente libro de Camila Cooperativas y socialismo.

Ese escenario ocurrió, por ejemplo, en la URSS, durante la llamada perestroika, cuando las cooperativas se volvieron embriones de futuros conglomerados del capitalismo mafioso ruso.

También falta la debida consideración de las posibilidades de constituir cooperativas de consumo “El futuro de una formidable institución“, lo cual implica un sesgo sexista, porque son las mujeres quienes más se dedican en Cuba al trabajo reproductivo dentro del hogar.

Sin dudas, tocará a la gente darle impulso a las nuevas cooperativas, ampliando su alcance y derribando los cercados de papel y de miseria. Todo dependerá de la creatividad y de la capacidad crítica del pueblo.

Las personas “de a pie”, en corajudo esfuerzo democrático, son la única fuerza que puede sacar “más país” (como decía Martí) de cualquier iniciativa, venga de donde venga. Sin coraje, sin creatividad y sin pueblo las propuestas y leyes valen bien poco. El vector del poder debe partir desde abajo.

¿Escepticismo al respecto? Historias recientes demuestran con fuerza la eficacia de la movilización desde abajo en Cuba: el logro de la anulación del cierre del Hospital en Santa Cruz del Norte, la batalla de Campo Florido por mantenerse como parte de la capital, la reforestación de un bosquecito que fue arrasado para construir un suburbio militar.

Es oficial: en Cuba, las comunidades pueden parar las conspiraciones de la burocracia a través de la acción popular; la organización cooperativa de la sociedad puede ser el próximo paso. Punto.

Publicado en Havana Times

7 thoughts on “Una victoria para Perucho y Camila, y seguimos pa´lante “sacando más país”

    • (double dva)
      ¿Me puede alguno de los pensadores del cooperativismo como se van a distribuir las “empresas” para crear la cogestión y/o autogestión ?
      Si partimos de la base (falsa, pero aceptemos como variante de partida la idea socio_alternativa, propugnada por los socialistas de verdad, libertarios a más no poder, de que tener una utopía fallida entre manos es el caldo de cultivo ideal para construir la utopía de verdad), repito, si partimos de la base de que tenemos una economía “socializada por medio de la estatalización”, ¿como piensan crear las cooperativas los respetables libertarios? ¿repartiendo los medios de producción a los obreros? ¿Y a santo de qué a unos obreros les va a tocar un hotel que es rentable en Varadero y a otros una fabrica destartalada de conservas en Tumba la Mula ??
      Que yo sepa, se supone que todo ha sido pagado por todos

  1. Este articulo puede ser solo un llamado al debate sobre como funcionaran las cooperativas, cuales son logicas de organizacion del trabajo y del como se distribuiran las riquezas. Las experiencias practicas lo diran todo y desde la izquierda debemos impulsar las cooperativas socialistas, las fabricas recuperadas, o la cogestion y autogestion de empresas agricola y urbana, etc. Todo parece un sueno pero hoy en Espana en tiempos de crisis, estos ejemplos sobran. Pero cuidado con la expontaneidad de los procesos porque nos pueden llevar a logicas radicalmente contrarias a lo que pensabamos.
    Algo importante que no se nos debe escapar es el debate para el nuevo codigo de trabajo que sera una pieza esencial para la organizacion de las cooperativas. El reconocimiento de los derechos, control obrero y asambleas de trabajadores en la toma de desiciones politicas seran retos culturales, despues de anos de silencios, que debemos rescatar, siendo una legislacion que impulse ese cambio.
    En mi mente tengo hace un tiempo la idea de crear un grupo trabajo de investigacion-accion para que desde la antropologia economica y social o desde la sociologia, hagamos un seguimiento de las culturas que comienzan a surgir. En esta idea vamos por la etapa de financiar el proyecto desde aca. Faltan los investigadores desde Cuba, dispuesto a realizar este trabajo, de trabajar con la gente, formar parte de una cooperativa, y escribir un diario. Espero que esto se pueda realizar pronto.
    muchas gracias Dimitri

  2. Ese escenario ocurrió, por ejemplo, en la URSS, durante la llamada perestroika, cuando las cooperativas se volvieron embriones de futuros conglomerados del capitalismo mafioso ruso

    Error. No se “convirtieron en embriones”; desde el principio fueron.una tapadera, através de las cuales la delicuencia organizada introducía en la economía “legal” sus capitales, fruto de otras actividades que entonces estaban todavía en la sombra. Las discusiones académicas sobre el cooperativismo me parecen totalmente divorciadas de la realidad, no menos que la pretendida simbiósis entre cooperativismo y “ansias de justicia, libertad y protagonismo de un pueblo”; lo que no estuvo casado, difícilmente puede divorciarse

  3. Yo quisiera en 4-5 años volver a hablar del resultado de estas cooperativas.
    Mal presagio que se intente de nuevo con ensayo y error sobre una forma de propiedad colectiva cuando aún la cosa privada anda en pañales.

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