Una victoria para Perucho y Camila, y seguimos pa´lante “sacando más país”

Por Dmitri Prieto Samsónov

Eso de las nuevas cooperativas cubanas puede tener mil frenos y defectos. Quizás algún día escriba más sobre el tema, la legislación aprobada es amplia y merece un estudio detallado. Y la aplicación práctica, ha estado marcada por la lentitud acostumbrada en ese tipo de cambios acá en la Isla.

Pero pienso que debemos tomar nota de que la aprobación de las cooperativas es producto del fortalecimiento de las exigencias desde fuera de las esferas burocráticas y gubernamentales.

Quisiera en particular dar fe del trabajo de dos personas: Pedro Campos Santos (Perucho), desde el activismo ciudadano, y Camila Piñeiro Harnecker, desde la academia.

Personas que en ningún momento han estado solas: a Perucho y su visión radical promotora de la autogestión social lo ha apoyado el colectivo SPD [Socialismo Participativo y Democrático], formado a partir de los debates sobre el futuro de Cuba que comenzaron en 2006 y asociado a la Red Observatorio Crítico; Camila es la investigadora más conocida de toda una comunidad especializada de economistas, sociólogos y antropólogos que profundizan los estudios cooperativos en Cuba. Continue reading

Acaso os cortaréis la oreja

Por Ramón García Guerra

Del lado de allá es muy fácil faltar al respeto
y más si está por medio el océano completo.
Si tú eres guapo de verdad saca un boleto
y ven pa´ que te meta en la candela que me meto.

Los Aldeanos

Saber de qué se habla.

Este artículo mío hace de respuesta a uno anterior de Armando Chaguaceda: “Preservar la solidaridad, desterrar los sectarismos”, que acaba de publicar en estas páginas.

Pero antes debo definir una línea de debate.

La opinión de Marlene Azor ante mi artículo: “Suicidio político”, que publiqué acá, motivó un artículo de mi parte: “Defensa de la Utopía”. Paramentis. Emplee en el texto un viejo truco de Raúl Roa para hacer saltar a la liebre. Usé la palabra coño. Estalló el gusto pequeñoburgués de la Astor. Pero en ella lo peor no será su “tono”. [¡Pobrecitos nosotros: “pacientes de su sabiduría”!] También su modo de razonar se aparta de toda lógica. Porque los métodos que emplea la Azor, por ejemplo, conducen a absurdos. Sus análisis se desconectan del objeto. Estableciendo al final premisas que más tarde emplea en silogismos que, al mirar atrás, nos ponen en el lugar del alumno que entra a clases al final del turno y mira atónito un largo pizarrón lleno de trazos a todas. Pero no solo conmigo lo ha hecho. También usó métodos tales con Dmitri, con Isbel, con Rogelio, con Erasmo… Detesto el diálogo de sordos.

Entonces publiqué: “La causa libertaria en Cuba”, que sería el segundo texto de la serie. La idea que justificó ese texto era marcar la diferencia entre el ideal socialista del ¿SPD? y el de los ácratas en la Isla. (Algo que fue advertido por Octavio Alberola solo de un vistazo.) Intentaba con ese artículo, además, ofrecer una visión de campo al mapear el mundo de la política en Cuba. ¿Cuánto vale tener en política esa visión de campo? [Curiosamente, el mapa que ofrecí allí pasó de largo.] Dibujé un programa de acción. Siempre llevo esa idea en mente: Los árboles no deben hacernos perder la perspectiva del bosque. Porque, si no, la maya afectiva nos traga. Desde luego, quien no esté metido de barriga en las luchas sociales en Cuba poco tendría qué decir de aquel mapa de la política.

Después se publicó: “Reflexiones de un libertario”. Este análisis se basó en realidades y no en teorías. Todo el tiempo hablo de luchas, escenarios, actores… concretos. ¡Hablo desde la experiencia de luchas reales! Porque no hago lecturas apacibles de textos poéticos. Sucede que supe qué es la política bajo las balas, en África. Precisamente, yendo de la mano de Roque Dalton: mientras leía Taberna y otros lugares. No sé. Quizá otros aprendieron con Sartre. Pero yo no. Ciertamente, hay un tono ríspido en el texto. (Entiéndase que mientras otros hacen una carrera académica con la venia del Señor, los ácratas son condenados al ostracismo más severo.) Pero hay más. En el texto se menciona dos veces a Haroldo Dilla: 1) mientras me refería a la “soledad de los libertarios” en otra época, y 2) cuando hablo de un cambio de contexto en las luchas sociales en Cuba. Porque ayuda a entender mejor la realidad. Continue reading

Cooperativas y socialismo. Una mirada desde Cuba… y la promesa del “ nuevo cooperativismo cubano”

Por Marcelo “Liberato” Salinas

En los últimos años ha ido adquiriendo relevancia en determinados circuitos de nuestro país la cuestión del cooperativismo. El libro Cooperativas y Socialismo. Una mirada desde Cuba, que ha organizado y compilado la investigadora del Centro de Estudios de la Economía Mundial Camila Piñeiro Harnecker, es un impulso importante en este sentido. Ella plantea en su texto introductorio que este material es una contribución al “buen ´parto´ del nuevo cooperativismo cubano”, pero en honor a la verdad tendríamos que decir que ese nuevo cooperativismo cubano, con determinadas características, proyecciones y limitaciones ya ha venido naciendo entre nosotros hace algunos años antes.

A falta de una historia del socialismo en nuestro país en los últimos 50 años, que incluya y sistematice los disímiles y diseminados esfuerzos que han llevado a cabo de manera anónima y silenciosa individualidades y colectivos para socializar y comunizar la vida en Cuba, pudiéramos decir que el movimiento hacia un nuevo cooperativismo ha surgido como parte del creciente debate de proyectos de país que está emergiendo por disímiles vías y, por otro lado, en sectores muy reducidos, pero persistentes, de la academia de las ciencias sociales.

En medio del ya casi olvidado debate público que se generó a inicios de 2007 en torno al llamado período del “quinquenio gris”, un individuo, desconocido en ese momento, Pedro Campos Santos participó brevemente en ese cónclave con unos planteamientos que causaron estupor y desconcierto en el medio artístico e intelectual en que fueron expresados, donde señaló la necesidad de repensar nuestra sociedad y la revolución cubana desde las perspectivas de lo que él denominó la “autogestión socialista” y dentro de esto el cooperativismo, ante lo cual algunos plantearon que era un tema poco pertinente para lo que se estaba debatiendo. Continue reading

Una acción afirmativa por la democratización

Por partidarios del Socialismo Participativo y Democrático, Pedro Campos, Miguel Arencibia, Hibert García, Ramón García, Félix Guerra, Orlando Ocaña y otros compañeros

Próximamente se celebrarán en Cuba elecciones para delegados municipales del Poder Popular y posteriormente para delegados provinciales y diputados nacionales. Déficits democráticos lastran la ley electoral 72/1992 y todo el sistema político actual. Crece un consenso: debe ser democratizado. El Presidente Raúl Castro dijo que es necesaria “una mayor democracia para el partido y la sociedad”. Palabras a honrar. No esperemos de otros, lo que debemos hacer nosotros. Hagamos algo concreto. Analicemos.

Para democratizar el sistema, son claves tres demandas básicas compartidas por muchos demócratas, pacifistas, socialistas, patriotas, cubanos todos: 1-Elección del Presidente y el Vicepresidente de la República por el voto directo y secreto de todos los ciudadanos. 2-Ratificación por el gobierno de los Pactos de derechos humanos firmados, readecuación de la legislación a ellos y respeto a los derechos y libertades civiles y políticos y los económicos, sociales y culturales de todos los cubanos, en especial las libertades de expresión, circulación-debate de ideas y asociación. 3-Someter a referendo popular las leyes que afecten a todos los ciudadanos.

Cómo impulsarlas: La ley electoral contiene elementos válidos para su democratización: 1-el voto es secreto, 2-nada impide votar en una columna en blanco y 3- los electores pueden participar del conteo de votos en los colegios electorales (apartado d, Artículo 4, Ley 72)

Hasta ahora, los indispuestos con el sistema político-electoral han optado por no ir a las urnas, echar la boleta en blanco o anularla. La suma de estas tres modalidades, según cálculos basados en datos oficiales, fue de 508 553 electores en las elecciones del 2003 y de 735 581 en las del 2008. El voto no-unido, desobediente, fue de 660 990 (2003), y de 705 440 (2008). Sumadas ambas cifras, llegan a 1 169 543 y 1 441 021, respectivamente.

Si estas consideraciones llegaran a un consenso y a todos, esos votos lograran unificarse e identificarse con esas tres demandas simbolizadas en una D, escrita

en la boleta y luego contabilizarse en forma independiente, se podría saber el voto a favor de la democratización.

De los cubanos de fuera, excluidos del sistema, probablemente la mayoría votaría por esas tres demandas democratizadoras. Si sumáramos el voto interno por la democratización, con el de afuera, igualmente identificado y contado, un % considerable de cubanos estaría manifestando su acuerdo con democratizar el sistema político-electoral actual. Y nadie podría desconocerlo.

Para unos, elecciones y voto se prestan a manipulación oficial; pero lo que realmente la posibilitaría es la no asistencia a las urnas, la boleta en blanco o anularla y sobre todo, no participar en el conteo de votos, lo cual es legal. Para otros, participar en las elecciones legitima el proceso electoral. Pero legitimado está por la alta concurrencia a las urnas, no importan razones.

Hay quienes votan para no ser “marcados” y evitar “represalias”. Pero nadie quedará “marcado” ni puede ser represaliado por ir a votar. El voto es secreto. Votar D, en columna en blanco, permitiría saber cuántos están por la democratización, no importa si la comisión electoral anula ese voto.

Desde este análisis, algunos partidarios del SPD, convencidos de que no hay socialismo sin democracia, iremos a las elecciones; pero para votar D, que simboliza esas tres demandas democratizadoras del sistema político-electoral y participar en el conteo de votos en las urnas. Los defensores de la democracia y los derechos humanos tienen la oportunidad concreta de hacerlo.

Votar D no es una campaña. No está dirigido contra nadie. No es ilegal. No es boicotear. No es desobediencia civil. No hay violencia. Es una acción afirmativa por la democratización.

SPD 118 (40/año 4). La Habana, 10-Septiembre/2012

Qué juntamenta es esa y qué contenta está

Por Rogelio M. Díaz Moreno

Chapoleteando en las páginas a las que da acceso nuestra humilde Intranet, me tropecé con una nota de lo más interesante.

Aparece en la página web de Prensa Latina y en la de la estación Radio Rebelde, y en la del periódico La Demajagua, y relata cómo los empresarios españoles están de lo más contentos con la evolución de la economía de nuestro verde caimán.

Literalmente se enuncia: “Empresarios españoles alaban actualización de economía cubana”. En el contenido, se cuenta someramente que Alberto Betancourt, asesor de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC), dio una charla en Madrid sobre el proceso de actualización iniciado por Cuba en 2011, tras la aprobación por el Partido Comunista de los lineamientos de la política económica y social. El economista cubano, al parecer, disertó respecto al programa de reformas sustanciosas, no cosméticas que se llevan a cabo por acá, para miembros del Consejo Superior de Cámaras de Comercio del país ibérico. El ponente se aseguró, eso sí, de repetir aquel mantra de que estas son reformas puramente económicas, no políticas, que buscan una actualización del modelo económico de la isla para garantizar la continuidad del socialismo y elevar el nivel de vida de su población.

El reportero que cubrió la ocasión parece haber encontrado muy halagüeña la respuesta de los empresarios españoles. Comienza su artículo nada más y nada menos que destacando cómo aquellos encomiaron el proceso de acá. Los capitalistas españoles, podemos apreciar, parecen estar muy felices con este proceso y las autoridades nuestras, muy felices de que ellos estén felices. Como se lo cuento a ustedes.

Betancourt no se quedó ahí, sino que repitió la invitación a estos hombres de negocio a dirigir sus esfuerzos para estar presentes y desarrollar más las relaciones económicas y comerciales con Cuba.

A mí, insoportable que soy, me pasan por la cabeza un par de cuestionamientos. El primero, medio que ingenuo, es que no creo que los empresarios españoles sean los mejores consejeros justamente por estos días. Quiero decir, España está inmersa en una de esas crisis económicas, sonada entre las sonadas, a causa del afán de lucro desmedido e irresponsable de que hicieron gala los rectores de su economía. El desempleo allá pasó del veinte por ciento, necesitaron al fin de un rescate megamillonario con los dineros de la Unión Europea y su deuda se disparó y pasaron muchas otras cosas desastrosas que han salido en nuestro noticiero y que los economistas también los cubanos pueden explicar mucho mejor que yo.

Las siguientes interrogantes son un poco menos pueriles. Todo el mundo sabe que nuestra propia economía estaba muy enferma y necesitaba transformaciones radicales para salir del hueco, pero las direcciones de salida pueden conducir a destinos muy distintos. Yo y muchos compañeros quisiéramos que fuera en una dirección hacia mayores productividad y eficiencia, con democracia, ecología, empoderamiento de los trabajadores, participación de la comunidad, o sea, más socialista, pero estamos conscientes de que también existen direcciones hacia mayores productividad y eficiencia con menos democracia, menos empoderamiento de los trabajadores, más exclusión de la comunidad, o sea, más capitalismo, y por eso me preocupa la felicidad de los empresarios españoles. Estos capitalistas gallegos je je, como se le dice a todos los españoles por acá pueden haber equivocado unos tiros y haber metido a su país en un callejón accidentado por cuestiones técnicas, errores de cálculo; pero nunca fallan, como capitalistas al fin, en cuestiones de principio. Estos no son los españoles solidarios con el Tercer Mundo, ni las personas conscientes, críticas de la globalización neoliberal, o miembros de grupos sindicalistas o ecologistas, ni los indignados que flagelan la filosofía del despojo y la explotación; estos, que elogiaron el contenido de la charla de Betancourt, son los explotadores.

¿Se imaginan que ellos pudieran estar alabando nuestras reformas, si nos estuvieran conduciendo efectivamente en la dirección de mayor socialismo? ¿Alguien cree que los hombres de negocio españoles son menos imperialistas, menos inescrupulosos, más solidarios, etc., que sus pares norteamericanos por el hecho de ser menos poderosos? ¿Está este periodista bien informado sobre todos los conflictos que han vivido recientemente los países de América Latina que han tratado de recuperar los patrimonios económicos que las trasnacionales españolas han enajenado en nuestro continente?

Me pregunto cuáles serán los aspectos más favorables que verán los capitalistas españoles en las reformas de por acá. Si serán los despidos masivos con la cooperación de la central sindical; si será el fin de los subsidios a los productos básicos a las familias de trabajadores sin subirles el sueldo; o si serán los recortes presupuestarios a los ministerios de educación, salud y cultura los que son vistos más favorablemente. Tal vez pudieran ser las mayores facilidades que ahora disfrutan las empresas extranjeras para instalar sus maquilas en esta latitud y explotar una mano de obra altamente preparada y baratísima; si estarán contentos de que en Cuba se prefiera cerrar una fábrica ineficiente antes que cederla en autogestión a sus trabajadores; si esos elogios del Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España se deben a que por aquí se promueva hoy más al empresario privado, que a la cooperativa socialista o tal vez estén alabando, sobre todo, la manera en que todas esas medidas logran ser presentadas por el gobierno como éxitos, gracias a su gran dominio sobre los medios masivos de comunicación, con la complicidad voluntaria o no de los profesionales de la prensa oficialista.

Esta alegría de los capitalistas españoles, y su eco en los medios de prensa del gobierno cubano, confirma las preocupaciones que muchos compañeros hemos intentado compartir por los medios a nuestro alcance, esto es, la posibilidad de que, como alertó Fidel Castro, se reviertan los logros y alcances obtenidos por la Revolución o, mejor dicho, por el sacrificio y el trabajo abnegado del pueblo revolucionario. Para evitar esta funesta posibilidad, se debe trabajar mucho, y muy duro, divulgar las realidades y verdades que atraviesa nuestra sociedad sin temores ni ocultamientos cobardes o interesados. Encima de esto, resulta aconsejable tener mucho, pero mucho cuidado, con los elogios de aquellos que pueden tener interés en hacer negocios con nosotros, pero nunca, jamás, les interesará que construyamos un socialismo como el que soñamos.

Hacer Revolución en la Cuba de hoy (II)

Dmitri Prieto entrevista a Pedro Campos Santos

Havana Times continua con su entrevista con Pedro Campos Santos. Perucho pertenece a un colectivo informal denominado SPD (Socialismo Participativo y Democrático) que desde ya unos años se ha dedicado a promover el camino socialista para la Cuba del futuro y del presente. Un camino socialista basado en la autogestión social con libertad para todas las personas que de ella forman parte; un socialismo en una República con todos y para el bien de todos. como lo quería José Martí.

HT: ¿Qué puedes decirnos de los espacios de debate en nuestra sociedad hoy? Académico-político-ciberespacial-en la vida cotidiana-en las reuniones de organizaciones de masas

PC: Existen espacios muy limitados. Nos han invitado a algunos espacios oficiales como la revista Temas, el Centro Cultural Juan Marinelo y la revista Criterios, pero los centros académicos oficiales tratan de excluirnos, sin lograr que en su propio seno surjan y se desarrollen compañeros con pensamientos iguales o semejantes.

Hemos participado en los debates abiertos por la dirección del Partido. Muchos que comparten nuestras ideas son militantes del Partido y la UJC y en sus núcleos y Comités de Bases las presentan. También las reuniones del Poder Popular o los CDR, son espacios que hemos utilizado asiduamente. Participamos en la red Observatorio Crítico y desde luego donde más hemos podido actuar es en el ciberespacio, aún con muchas limitaciones, escribiendo en páginas internacionales de izquierda y divulgando artículos por la intranet.

Junto con Miguel Arencibia, Félix Sautié y Félix Guerra y otros compañeros fundamos la Sección Cuba en Kaosenlared en el 2007 y a solicitud mía, en esa Web se abrió la sección Debate Socialista, en función de las discusiones del VI Congreso. Colaboramos activamente en otras páginas latinoamericanas de Centro y Sur-América y nuestros artículos han sido publicados en prácticamente todas las páginas de la diversa izquierda internacional en español y sabemos también de varias webs en inglés que nos publican, algunas asiduamente como Havana Times.

Muchos de nuestros artículos han sido publicados en la prensa escrita de la izquierda. Durante un tiempo estuvimos editando el boletín SPD, pero las dificultades para acceder a Internet por la acción oficial que nos ha ido cerrando esas posibilidades y la aparición de otros boletines como el Compendio del Observatorio Crítico, Desde la Ceiba e IDS (Izquierda Democrática y Socialista), que comprenden nuestras inquietudes, publican nuestros escritos y compensan nuestros déficits de acceso y posibilidades, nos llevaron a suspenderlo.

Otras razones básicas se explican en la propia nota del SPD 71 [la nota suspendía
la publicación de ese boletín electrónico – DPS]
. Tampoco queríamos atiborrar los limitados correos de intranet con repeticiones innecesarias. No nos interesa un protagonismo particular. De demandarlo la situación, volvería a editarse.

HT: ¿Qué importancia tienen para ti los espacios del alter-mundialismo, los debates globales sobre el futuro del planeta, la solidaridad con causas que aparentemente no nos tocan el bolsillo pero están ahí, en nuestros corazones? ¿Cómo el pensamiento y la obra de gente como tú se insertan y pueden contribuir a todos esos movimientos? ¿Puedes mencionar a algúno/as activistas o colectivos que hayan ayudado en tu trabajo o hayan recibido solidaridad de Uds.?

Desde luego que [SPD] nos insertamos y somos parte de esa tormenta de ideas contemporáneas que son los movimientos sociales y altermundistas, asociados a la búsqueda de soluciones a los graves problemas que afronta la humanidad, especialmente los problemas del medio ambiente, la exclusión y discriminación por distintas razones, la promoción de formas de vida e intercambio solidarios, -más allá del llamado internacionalismo proletario-, la pobreza y en general a los problemas derivados de un mundo lastrado por el trabajo asalariado y su consecuente división clasista y jerarquizada que engendra, naturalmente, el menosprecio y la discriminación de los poderosos sobre los diferentes.

Contribuimos, como podemos a pesar de limitaciones y prohibiciones, con ideas y acciones concretas, participando en espacios de debates y con intentos no siempre logrados de economía solidaria, apoyando el cooperativismo no solo en Cuba, brindando y practicando nuestra humilde solidaridad a los grupos que en Cuba y en cualquier parte del mundo son discriminados por cualquier causa, sea racial, de sexo, sector, política, lugar de residencia, etc.

Internacionalmente hemos recibido la solidaridad de grupos de la amplia izquierda, asociaciones, instituciones, movimientos políticos, órganos digitales de izquierda, cooperativas y partidarios del cooperativismo y la autogestión de los trabajadores y de organizaciones políticas latinoamericanas, norteamericanas y europeas fundamentalmente.

Hemos sido invitados a muchos eventos internacionales, lo cual es también una forma de solidaridad y nuestros artículos han sido traducidos y publicados en América y Europa en infinidad de revistas y otros ciberespacios. También han aparecido en la prensa plana. Existe en general una repercusión amplia de cuanto escribimos y publicamos en internet.

Algunos órganos calificados de centro y derecha, nos han citado parcialmente y alguno hasta ha publicado algún artículo nuestro, pues lógicamente no comparten nuestras estrategias, aunque coincidan con algunas de críticas nuestras. Nuestros escritos están libres de ser citados íntegramente o por partes, nada cobramos por lo que publicamos. Ojalá y todos los órganos, aunque sean de derecha nos publicaran. El uso de la prensa burguesa por los revolucionarios, siempre ha sido parte del arsenal político de la izquierda. Así lo demuestra la historia de la propia revolución cubana.

Cooperamos con la amplia red nacional Observatorio Crítico-Foro Social Cubano a quien damos y de quien recibimos acciones solidarias. Igual podemos decir de la Cofradía de la Negritud. Hemos criticado abiertamente la represión y el encarcelamiento de cubanos, cuyas ideas políticas no compartimos totalmente, pero cuyos derechos a la libertad de pensamiento, expresión y asociación sí defendemos, como los de todos los demás cubanos.

Nos oponemos a las acciones violentas, desde cualquier ángulo. Hemos firmado documentos internacionales de apoyo a causas justas y populares en todo el mundo, hemos condenado las acciones represivas contra revolucionarios hermanos latinoamericanos y hemos dedicado especial atención a la solidaridad con los 5 compañeros presos en EE.UU. por combatir el terrorismo. Un aspecto destacado en nuestra acción teórica y práctica, ha sido el enfrentamiento a las acciones imperialistas enemigas contra la revolución cubana y contra el movimiento revolucionario internacional.

Estamos muy preocupados y observamos detenidamente los acontecimientos en América, del Sur, en el Medio Oriente y en Europa. Rechazamos todo tipo de intervención extranjera para resolver los problemas internos de cada país. Especialmente el papel de gendarme internacional del imperio, auto-abrogado por EE.UU. y la OTAN. No desconocemos el precio de las agresiones y del bloqueo imperialista, ni las limitaciones que impone a cualquier modelo socialista y hacemos énfasis en la necesidad de desmontar lo que pueda justificar y favorecer esos planes contra nuestro país. La lista de personas, grupos o instituciones que nos han brindado solidaridad o la han recibido de nuestra parte, sería muy larga.

HT: ¿Cómo ves la revolución del futuro? ¿Cómo en tu opinión un pueblo como el cubano ha logrado todos estos años y puede seguir logrando un enfrentamiento a un país tan poderoso como EE.UU.?

PC: La revolución social, en sentido marxista, no es un acto, sino una sucesión de movimientos económicos, políticos y sociales. La revolución política que lleva solo a un cambio de gobierno, puede o no desembocar en revolución social, si conlleva cambios determinantes en las relaciones de producción.

La nueva revolución social mundial en curso, que tiene como protagonistas a los trabajadores libres asociados, viene realizándose desde el siglo XIX, marcada por los pensadores que sistematizaron las ideas de la socialización de los medios de producción y la democratización de la vida política. Y no me refiero a Marx solamente, sino a una pléyade de ideólogos de diversas nominaciones que, todas anticapitalistas, han aportado al acervo revolucionario moderno.

Ubicaría su inicio por la Comuna de Paris en 1871, pues desde entonces el proceso revolucionario mundial se viene desarrollando, aunque quizás algunos no lo perciban así, a partir de la búsqueda de una participación decisoria de los trabajadores en los procesos de producción y reproducción de su vida material y espiritual.

Se presenta en las propias transformaciones económicas que se vienen produciendo en el seno de los países capitalistas hacia formas de producción con una mayor participación de los trabajadores en la propiedad, las decisiones y las utilidades de las empresas; en los espacios comunales donde los trabajadores y el pueblo toman decisiones sobre presupuestos participativos; en los procesos de democratización de las sociedades burguesas, donde movimientos reivindicativos de los intereses generales de los trabajadores y los pueblos, llegan al gobierno o a partes del mismo; en las revoluciones políticas en países dominados por tiranías burocratizadas o gobiernos corruptos, en los cuales movimientos masivos populares imponen procesos de democratización de la vida política.

Un aspecto de gran trascendencia en la revolución contemporánea, es la socialización de la información y el conocimiento, que tienen lugar gracias a las modernas técnicas de la comunicación y la computación que cada vez más se extiende en todas partes. Por eso, consideramos a Internet un medio revolucionario de la mayor importancia, a pesar de sus limitaciones.

Todo ese conjunto y otras formas del movimiento social, económico y político que sería largo describir, es lo que tiende a la nueva sociedad, que en cada país, con sus particularidades, se va desarrollando en forma sinuosa y en espiral, a contrapelo de las fuerzas que pretenden mantener el status quo y la concentración y centralización del poder económico y político.

El proceso se viene realizando en el seno de la sociedad capitalista y primordialmente de forma pacífica. Cuando ha habido violencia, que no solo es armada, es porque la reacción ha sido la primera en acudir a ella. Todos aquellos que promuevan cambios en dirección a la democratización y socialización de la vida política económica y social, son, a mi juicio, los sujetos del cambio revolucionario moderno. Todos los que se opongan, comportan las fuerzas de la contrarrevolución a escala universal.

Cuba no está ajena a ese movimiento revolucionaria mundial. Aquí existe un proceso de democratización y socialización que se inició claramente con el triunfo de la revolución política de 1959. ¿Que ha sufrido periodos de estancamientos prolongados? Es cierto, pero las fuerzas revolucionarias no han dejado de estar presentes, no han sido derrotadas, ni han dejado de luchar por avanzar. Y esas fuerzas han estado tanto en el gobierno, donde no siempre han predominado, como fuera de él.

En Cuba una revolución auténtica y autóctona, antiimperialista, aunque con grandes déficits democráticos y socializadores, se ha venido desarrollando con apoyo mayoritario del pueblo. Ese apoyo ha ido variando porque el proceso revolucionario no se mueve siempre en la misma dirección. Algunos lo confunden, por interés o desconocimiento, con el gobierno, el partido o los dirigentes, por lo cual a veces pareciera que la revolución cubana murió o está a punto de perecer.

El proceso sigue avanzando por debajo de la superficie visible, en las mentes y en los corazones de muchos cubanos y en el propio desarrollo de nuevas formas de asociación para producir y convivir que la gente hace por voluntad propia. Ahora el VI Congreso acaba de aprobar la extensión del cooperativismo. Es un paso. Su importancia real depende de la ley que se apruebe y de las facultades y libertades que se le permitan. Pero ha sido un logro, aunque modesto, de todos los partidarios de las nuevas formas socialistas de producción.

Que el cooperativismo se extienda, se integre y conduzca a la autogestión socialista, ya es tarea que debemos continuar. Apoyamos los cambios positivos. Que el proceso revolucionario pueda enfrentar las políticas imperialistas, sean de cerco o acercamiento y penetración y derrotar a las fuerzas retrógradas y antidemocráticas a su interior, más peligrosas que el propio vecino del Norte, depende de sus avances en la socialización y democratización de la vida económica y política, como hemos estado planteando. La inercia o las grandes privatizaciones reales o encubiertas, llevarían a Cuba a atarse de pies y manos al capital internacional y a frenar y a revertir el proceso revolucionario.

HT lo leen mucha gente en muy diversos lugares del mundo. ¿Qué quisieras decirles? Sobre todo, ¿qué deseas decirles a aquello/as que han depositado en Cuba sus esperanzas para otro mundo mejor?

PC: Que ese otro mundo mejor es posible y Cuba deberá ser parte de ese mundo. Que lo sea, que lo logremos, o que las fuerzas retardatarias y reaccionarias se impongan dependerá de la lucha que se sostenga, de la inteligencia con que se conduzca, del apoyo que tenga interna y externamente. No es inexorable el retorno al capitalismo privado.

La solidaridad internacional contra el bloqueo imperialista es importante. Pero la izquierda internacional ya sabe que la solidaridad con el pueblo cubano es más amplia y compleja y que si debe apoyar, también hay cosas que criticar, critica que no va en desmedro del proceso revolucionario, sino a su favor.

Cuba es un todo, con muchas partes. En Cuba el desastre del socialismo copiado del real neo-estalinista, ha servido para distanciar a buena parte del pueblo de las ideas originales del socialismo revolucionario, marxista. Aquí, como en casi todas partes, antes y ahora, el anticomunismo. en verdad ha sido alimentado por las políticas de corte neo-estalinistas del socialismo de estado.

Esencialmente ha sido anti-estalinismo. La gente rechazaba y rechaza ese socialismo tergiversado, de corte estatal-totalitario, ese que se ha conocido, cercenador de todos los derechos, marcado por los desvaríos autoritarios, desde Stalin. Son ganancias que se concedieron a la reacción y eso hace la batalla más difícil.

El XX Congreso del PCUS criticó los excesos de Stalin, pero no fue capaz de derrotar ideológica y políticamente al estalinismo. El socialismo marxista y revolucionario, cuya esencia es democrática y autogestionaria, cuando es conocido, es fácilmente aceptado, incluso por personas que el gobierno/partido considera disidentes o desafectas.

Lo he comprobado personalmente en intercambios con trabajadores, intelectuales y profesionales que rechazan el socialismo de estado. Recuperar a los que dejaron de confiar en el socialismo, es una de las tareas más complejas e importantes para evitar el desastre al que nos lleva el estatalismo.

Les digo que en Cuba hay reservas revolucionarias para evitar el derrumbe y que no den por perdida la posibilidad del avance al socialismo en Cuba. Si así fuera, el golpe al movimiento revolucionario internacional actual sería demoledor. Y los responsables principales no serían el imperialismo y sus acólitos. sino la incapacidad de los revolucionarios para hacer lo que corresponde.

Y eso, lo expresaron con sus propias y específicas palabras, Fidel en el 2005 y recientemente Raúl. La única batalla que se pierde es la que se abandona.

HT: ¿Y a lo/as jóvenes cubano/as?

PC: Cuando joven me molestaba mucho que trataran de manipularme. Hoy me río. No les propongo nada en concreto. Que hagan lo que entiendan que deban hacer, que hagan su vida, a su manera, como la hicimos nosotros. Que escuchen a todos y que hagan lo que les parezca. Es la vida misma, la lucha, la que irá enseñándoles y marcando el camino.

Publicado en Havana Times.

Hacer Revolución en la Cuba de hoy

Dmitri Prieto entrevista a Pedro Campos Santos

Pedro Campos durante el IV Foro Social Observatorio Crítico, San José, 2010

HAVANA TIMES, 25 junio Para muchos en Cuba, Pedro Campos Santos no necesita presentación. Sin embargo, para la mayoría de los cubanos y cubanas probablemente es todavía un desconocido. Lástima. Consecuencia de la falta de flujos horizontales de información e ideas.

Perucho pertenece a un colectivo informal denominado SPD (Socialismo Participativo y Democrático) que desde ya unos años se ha dedicado a promover el camino socialista para la Cuba del futuro y del presente. Un camino socialista basado en la autogestión social con libertad para todas las personas que de ella forman parte; un socialismo con todos y para el bien de todos. como lo quería José Martí.

Hemos logrado esta entrevista exclusiva con Perucho, donde nos relata detalles de su interesante biografía y las razones de su compromiso político, así como algo sobre sus compañeros de SPD.

HT: Perucho, perteneces a una generación que participó directamente en los cambios radicales ocurridos en Cuba después del 1959. ¿Qué significa para ti ser revolucionario?

PEDRO CAMPOS: Cada momento histórico demanda una actitud específica de los revolucionarios. En 1953-58, en Cuba, se trataba de luchar contra la dictadura de Batista, por la restauración democrática. En los primeros años, después del triunfo de la revolución política de 1959, la lucha era por la consolidación de lo alcanzado, la revolución cultural, el traspaso del poder real el económico- y el político/decisorio a los trabajadores y al pueblo y por las transformaciones socioeconómicas de base, que hicieran posible el avance al socialismo, época en que ya empezaron las desviaciones estatalistas y centralizadoras.

Hoy, metas básicas de esa etapa siguen pendientes, por lo que se trata -a mi juicio- de impulsar, por todas las vías posibles el proceso de democratización y socialización de la vida política y económica del Pueblo cubano.

La revolución del 59 nos liberó de la tiranía de Batista, estatizó la propiedad, toda, de los capitalistas, cubanos y extranjeros, grandes, medios y pequeños, concentró y centralizó, aún más el capital; pero en manos del estado y centralizó también las decisiones políticas. Se creía que eso era socialismo. Continue reading