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Descansaban a su lado

Había decidido soportar en un rincón, resistir dentro del cuerpo, no dar muestra de cobardía. Renunció a esos hermosos lugares, a derivar por los caminos. Olvidó su nombre. Gritó para ver si lo reconocían pero le miraron como a un loco. En la fugacidad abandonó los recuerdos. Se puso a caminar, era lo único que sabía hacer, sus pasos lo llevaron a ninguna parte. Echose en el suelo y asumió que estaba derrotado. Separado de lo que algún día soñó ser, se hundió en el encierro. No deseaba justificarse ni adivinar consuelo. Antes de desfallecer miró de reojo a tantos como él y se inventó que descansaban a su lado.

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