Yo me llamo Arcadio Hidalgo,
soy de nación campesino.

Don Arcadio Hidalgo fue un versador y jaranero del son jaracho. Compusos décimas  amor y otras tantas a la revolución.

Cuando apenas tenía 20 años se unió a la insurrección con los magonistas Hilario Salas y Ernesto Griego.
Desde 1906, el magonismo hizo presencia en el sur de Veracruz prendeiendo rebeliones indígenas. En Soteapan, Acayucan, Minatitlán y Coatzacoalcos los alzados enfrentaban a los soldados. Arcadio fue uno de ellos; estuvo en la revuelta por 10 años.
Derrotada la causa la decepción afloró:

“Pensé en la mala suerte que me había tocado, en las ingratitudes que había tenido después de ir a la Revolución; por eso escribí estos versos, por el sufrimiento tan amargo que tuve, me vino al pensamiento componer versos”

 

Hoy quiero decirles algo,

bien reventado este son,

quiero decir con razón

la injusticia que padezco

y que es la que no merezco

causa de la explotación…

 

Yo fui a la Revolución

a luchar por el derecho

de sentir sobre mi pecho

una gran satisfacción.

 

Pero hoy vivo en un rincón,

cantándole a mi amargura,

pero con la fe segura

y cantándole al destino,

que es el hombre campesino

nuestra esperanza futura…

 

Después de la lucha armada se convirtió en músico… “cobrábamos un tostón por tocar canciones en cantinas”. Fue célebre versador en la región.
En los años setenta, siendo un anciano, se integra al grupo Mono Blanco e impulsa el movimiento jaranero por el territorio mexicano. No deja de cultivar su parcela:

“Hoy en día, los líderes campesinos en vez de ayudar, chingan al campesino; se acuerdan de él nada más cuando necesitan dinero o el voto”

Un ventarrón de protesta

soñé que se levantaba,

y que por fin enterraba

a este animal que se apesta,

que grita como una bestia

en medio de su corral,

que nos hace tanto mal

y nos causa gran dolor,

nos chupa nuestro sudor

y hay que matarlo, compa

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Referencia; También cultivo una flor. Caterina Camastra