Por Fernando Ravsberg
HAVANA TIMES, 6 sep — Mariela Castro es la directora del Centro Nacional de Educación Sexual, CENESEX, desde donde lucha, junto a cientos de activistas, por lograr que se respeten los derechos de la Comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT).
La hija del presidente de Cuba ha logrado avances importantes como hacer socialmente visible la homofobia, autorizar las operaciones de cambio de sexo gratuitas y sacar a la comunidad de la marginación para organizarla en la defensa de sus derechos.
El CENESEX fue este fin de semana el punto más álgido de las actividades por el Día Mundial de la Salud Sexual, presentaron libros, audiovisuales, y organizaron talleres para jóvenes rockeros, punks y emos, cuyo espacio está siendo cuestionado por una parte de la sociedad.
Aprovechando la ocasión Mariela nos concedió una entrevista exclusiva.
P: ¿Cuándo empezaron a trabajar en la defensa de los derechos de la comunidad LGBT?
R: Empezamos después del 2000 más directamente en la visualización de los derechos sexuales, especialmente de los de las personas LGBT que habían sido muy obstaculizados por los prejuicios de la sociedad cubana.
P: ¿Cuánto se ha avanzado desde entonces?
R: Nuestros vínculos con las instituciones han fortalecido nuestra posición en la sociedad para visibilizar los temas que abordamos. Ha servido para que se preparen más profesionales y la red de activistas del CENESEX.
El diálogo que hemos logrado con el Departamento Ideológico del Partido Comunista ha sido muy importante porque, aunque al principio estaban muy asustados, ahora son nuestros aliados.
P: Pero todas esas relaciones no han servido para que se apruebe el Código de Familia que incluye los derechos de la comunidad LGBT…
R: Estos obstáculos demuestran que aun los prejuicios son más fuertes que las instituciones que queremos desarrollar.
Ya está redactado el Código de Familia pero sabemos que en el Ministerio de Justicia lo está requete-redactando para tratar de cambiar, desde sus prejuicios, lo que hemos propuesto. Pero si lo que aprueban no responde a los derechos de las personas LGBT no lo vamos a aceptar.
Lamentamos que no nos hayan incluido en ese debate porque están haciendo un rompecabezas con lo que planteamos y los prejuicios.
P: Cómo los puede afectar la alianza de la Iglesia Católica y el gobierno cubano
R: Yo creo que en una sociedad deben existir alianzas entre todas las instituciones. La iglesia Católica es consecuente en plantear su desacuerdo con lo que hacemos pero no nos está haciendo la guerra. Yo no siento que en ellos esté el obstáculo.
P: Tu papá ha hablado de la discriminación contra los negros, las mujeres, los religiosos e incluso los jóvenes. ¿Cómo es que no has logrado que mencione a la comunidad LGBT?
R: Porque evidentemente cerca de él hay aun muchas personas homofóbicas y, para él, lograr consenso no debe ser tan fácil. Él está introduciendo el tema aunque no ha logrado lanzarlo definitivamente. Según me contaron delegados al Congreso del PCC, él habló del tema y dijo que ya había que tomar decisiones al respecto y superar esos problemas. Eso me dio mucha confianza y mucha fe, yo espero que para la Conferencia del PCC el tema se aborde.
P: ¿Cuáles son los principales obstáculos que quedan?
R: Los obstáculos se dan porque los prejuicios dominan las decisiones institucionales, algo que puede cambiar a partir de este proceso general de cambios que se está dando en Cuba. En la medida en que siga siendo participativo como empezó va a facilitar que este tema entre dentro del engranaje.
P: Muchas personas se quejan de que se gasten los recursos de la Salud Pública en operaciones gratuitas de cambio de sexo.
R: Aquí, para las operaciones de vida o muerte no faltan los recursos, si no los hay salen a buscarlos, esa es una política impulsada por Fidel, que por suerte se ha mantenido. Además las operaciones de cambio de sexo no son tan caras y no son un capricho.
Esta es una cuestión de derecho y si la Salud Pública es un derecho de todas las personas a los transexuales no se les puede excluir.
P: He oído que muchas de estas inquietudes tuyas parten del pensamiento de tu mamá (1)?
R: Su trabajo al frente de la Federación de Mujeres Cubanas le dio la posibilidad de entender otras problemáticas como las que estigmatizan a la comunidad LGBT. Incluso en la época de las UMAP (2) y el Quinquenio Gris (3), ella fue una de las voces que se opuso a ese proceso.
Cuando se propuso el código de familia aprobado en el 74 o 75, mi mamá proponía que el matrimonio se considerara “la unión entre dos personas” para que las parejas homosexuales no tuviesen problemas.
Mucho también me trasmitió mi papá. Aunque la gente no lo sepa, él no estaba a favor de muchas de estas cosas (represión contra los gay) pero tenía que moverse en un consenso grupal muy complejo.
No estaba de acuerdo gracias a mi mamá, porque él viene de una cultura patriarcal y homofóbica, pero reconoce que pudo cambiar gracias a la influencia de ella.
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(1) La madre de Mariela Castro Fue Vilma Espín, guerrillera de la Sierra Maestra, Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas y fungía como una especie de Primera Dama de la República durante el gobierno de su cuñado, Fidel Castro.
(2) Las Unidades Militares de Ayuda a la Producción fueron granjas de trabajo en las que se internaron a los homosexuales funcionaron en los 60, durante un par de años y fueron desmanteladas.
(3) El Quinquenio Gris fue una época (años 70) de sovietización cultural en Cuba donde importantes intelectuales fueron marginados por sus preferencias sexuales.
Publicado en Havana Times