Por Rogelio M. Díaz Moreno
A estas horas muchos habrán visto cómo el Granma recoge, a su unilateral manera, la polémica levantada por la intervención de Alexis Leyva Machado, Kcho, en la pasada sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Debo decir que yo, en lo particular, no estoy de acuerdo con el significado de lo que propone el conocido artista cubano, esto es, la extensión de los impuestos a todos los ciudadanos cubanos, lo mismo al afortunado que gana mucho merced a sus talentos o suertes, que al infeliz que apenas es remunerado en una ínfima fracción de lo que vale su fuerza de trabajo y de lo que necesita para ganarse una vida modestamente decorosa. Así que si alguien expresa un desacuerdo similar al mío, yo estaría de acuerdo más bien con la discrepancia que con el criterio de Kcho, siempre y cuando se expresara con el respeto debido a otro ciudadano cubano, amén de que el que nos ocupa ha realizado una labor encomiable en grado sumo por la promoción y divulgación del arte entre comunidades populares de nuestro país.
Ahora, si Kcho tiene esta opinión, de la cual yo discrepo, creo que tiene el mismo derecho a expresar su punto de vista, con lo que no hubiera razón para volver sobre este asunto, excepto por un par de detalles nada pequeños.
El primer detalle es que la intervención de Kcho en la Asamblea Nacional se da a conocer ahora, oficialmente, a raíz de la polémica que se ha armado. Antes, el que sabía de qué se trataba era porque estuvo presente en la sala o se enteró de trasmano. Esto significa que hay toda una serie de autoridades implicadas en la violación del artículo 80 de la agonizante, pero todavía vigente, Constitución cubana que explicita: Las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular son públicas, excepto en el caso en que la propia Asamblea acuerde celebrarlas a puertas cerradas por razón de interés de Estado. A nuestro conocimiento, el caso excepcional con acuerdo no se invocó, así que las intervenciones de todos los delegados en todas las sesiones del pasado julio debieran estar accesibles de manera inmediata, desde el primer momento.
El segundo detalle es que, si bien reconozco el derecho de Kcho a emitir su criterio a nivel personal, en esta ocasión lo expresó en su carácter de delegado de ciertas personas, los electores de la circunscripción de la Isla de La Juventud, por la que fue nombrado diputado a la presente legislatura. A contrapelo de lo que parecen opinar los redactores de la nota sin firmar del Granma, Kcho, al igual que los demás parlamentarios, debiera modular sus intervenciones siguiendo al pie de la letra la opinión de sus electores, que no creo les guste mucho esta idea de pagar impuestos independientemente de los ingresos que tengan por el trabajo que hagan. Cualquier otra actitud constituiría una deleznable violación de los principios democráticos que debemos respetar. O el electorado de la Isla de la Juventud se volvió inesperadamente generoso, se reunió con sus diputados y les encomendó reflejar esta actitud en pro de abonar masivamente impuestos, o estamos en presencia de otro caso flagrante de divergencia de pensamientos entre electores y elegidos, a los que ya he tenido el desagrado de abordar.
RESPETANDO A TODOS Y LA OPINIÓN DE TODOS,CREO QUE KCHO,NO ES MÁS QUE UN KCHO DE OPORTUNISTA,Y LA ÚNICA PREGUNTA QUE CABRÍA ES :CUÁNDO VAN A PAGARLE AL TRABAJADOR ,REALMENTE,LO QUE PRODUCE CON SU SUDOR ,PARA QUE PUEDA TENER UNA VIDA DECOROSA?,NO UNA VIDA CÓMO LA DE KCHO,DE VIAJES AL EXTRANJERO,DE VENDER 1000s DE DOLLARES,EN SUS CUADROS Y LUEGO DECLARAR ,EN CUBA,LA TERCERA PARTE DE LA VENTA,NO ESA NO,
Rogelio: Coincido en que toda persona productiva debe declarar, gane mucho o poco. DECLARAR.
Ahora bien, cuanto va a contribuir cada uno. No estoy de acuerdo en que todos aporten lo mismo en concepto de Impuesto sobre la renta. Si ganas mucho puede que no te pese pero al que gana poco le puede significar la alimentación del mes. Se
Otra cosa seria el Impuesto al consumo, compraventa, etc. Ahí debe fijarse por categoría de productos. Ejemplo, si compro una libra de arroz pago 7% sobre su valor como impuesto. Eso lo pagaría todo el mundo. PERO, si me compro una prenda, ¿Pagaría el mismo 7%? En el caso del impuesto al consumo debiera tomarse en cuenta la necesidad del producto, alimentos y material escolar deberían estar excentos.
Parece que Kucho no sabe matematica, todo empleado estatal o en corporaciones pagados por entidades empleadora,que produce un bien o servicio valorado en CUC y se le paga en pesos cubanos, constituye un impuesto efectivo del 95,5% de su salario, yo le preguntaria a Kucho si le agrada la idea de imponerle un impuesto del 95.5% a sus ganancias en divisas y cuc en Cuba y en el extranjero
Mi agradecimiento a Kcho por iniciar la polemica, a Granma por llevarla a la atencion publica, y a Rogelio por traerla a debate en OC.
El tema de la politica tributaria es de singular importancia, y es uno acerca del cual el ciudadano cubano comun tiene un conocimiento no mas que rudimentario. Pienso que para entender la relacion tributo-servicios, hay que empezar por desvelar el mito de la gratuidad de los servicios, ya sean medicos, educativos, etc, que el Estado cubano ofrece a la poblacion. Durante decadas, el gobierno le ha hecho creer a la ciudadania que “la salud y la educacion” en Cuba son gratis. Esto es una simplificacion extrema que resulto facil de aceptar porque al matricular en una escuela o ingresar en un hospital, el ciudadano no tiene que pagar de su bolsillo, y porque en el momento de recibir su salario, el mismo ciudadano no recibe informacion sobre cuanto del valor creado por su trabajo fue retenido por el empleador.
Durante mi visita a Cuba en Abril pasado, le pregunte a varias personas, empleados del Estado, como creian ellos que se costeaban los amplios servicios medicos (independientemente de la calidad actual), y de donde salia el dinero para pagar los salarios del gran numero de enfermeras, doctores, y otros trabajadores de la salud. Las respuestas mas comunes fueron: “No se” y “Esto nadie lo entiende”. En un caso, la repuesta fue “El dinero sale de lo que recaudan el PCC, la FMC, los CDR, de sus miembros”. O sea, que esta muy arraigada la idea de que en Cuba los trabajadores en Cuba no pagan impuestos.
Una vez establecido que los servicios no son gratis, habria que determinar cuanto del valor que ha creado paga el trabajador al Estado por los servicios que recibe. En otras palabras, cuanto es la plusvalia socialista? A falta de datos mas representativos, debo poner el ejemplo del empleado de una firma extranjera, la cual paga al Estado $1000 y este le paga al trabajador cubano $100: un impuesto del 90%.
Pingback: La Cuba de Raúl Castro en la red « Cuba Nuestra: Ùltimas noticias
Pingback: 5 de agosto de 2012
Pingback: Penúltimos Días