Publicado el

Fin de la huelga

Se esperaba la entrada de la tira. Aún así llegamos a la Facultad de Filosofía, a la asamblea. Filos era un desmadre; el pasillo de la entrada estaba retacado de pupitres, a un lado el mural de la Grecia antigua (borrado poco después por la tropa) y el caos del comedor. No recuerdo nada de la reunión, sólo me quedan imágenes de gente apresurada y de nuestra urgencia por largarnos. Pero antes entramos al Che, en donde el sopor asambleario parecía ignorar que la huelga pronto sería aplastada por la bota militar. En las Islas topamos a una morra cargando micros y cables, colaboraba en la radio del movimiento. Ella contó de camiones de granaderos por los alrededores. Regresamos al Che para avisar, ya estaban al tanto, sin embargo la asamblea continuaba como si nada sucediera. Salimos de Ciudad Universitaria y caímos al chante de un valedor. Nomas llegar nos enteramos que los guachos, disfrazados de policías, invadían el auditorio y apañaban a quienes estaban dentro. Así acabó la huelga en la UNAM.

Me hace gracia pensar que llegamos a tragarnos el cuento de que se podía transformar la realidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *