Unas cosas piensa el elector y otras cosas piensa el elegido

Por Rogelio M. Díaz Moreno

Ahí está el flamante Parlamento cubano, reunido en la última sesión que van a celebrar los diputados en funciones. Y aprovechan para discutir una serie de cuestiones que esclarecen muy bien a cuáles intereses responden y a cuáles no.

Esto de los intereses, es cierto, se puede tachar de subjetivo. Sin embargo, yo desafío a cualquier interesado a salir a la calle en cualquier ciudad de Cuba y preguntar al azar; con seguridad, se va a demorar en reunir 10 personas que afirmen convencidas que no les interesa en lo absoluto el tema de la Reforma Migratoria. Solo le establezco una restricción: que no pregunte en la inmediatez del Palacio de las Convenciones, donde se reúne un grupo que, en el lenguaje de los investigadores, podríamos llamar sesgado. La abrumadora mayoría de las personas en el resto del país, o tiene parientes en el extranjero con los que le gustaría comunicarse con mayor fluidez; o tal vez podría trabajar un tiempo por allá afuera a cambio de un salario que sí alcance para cubrir las necesidades básicas de la familia, reunir algo y hasta tal vez regresar en mejores condiciones; o incluso pertenece a alguno de los grupos relativamente privilegiados, que pueden darse el lujo de salir un par de días a ver cómo es aquello por allá afuera… pero no pueden, pues tienen ante sí una odiosa barrera legalista que se los impide, bajo la exigencia de caros permisos de salida que el gobierno se arroga el derecho de otorgar o no.

Ya no se soporta más la charlita de quien te inculca lo malo que es el mundo exterior y la suerte de tener un papá-estado que te protege, una aristocracia que sabe qué es lo que más le conviene a la plebe ignorante. Ni menos que te exijan una fidelidad esclava por el resto de tus días, en pago por unos estudios o servicios médicos que uno pudiera retribuir con una cantidad razonable de trabajo propio. Las prohibiciones cubanas relativas a los viajes son simplemente violadoras de los derechos humanos, establecidos en varios documentos globales que nuestro gobierno, para mayor escarnio, se ha comprometido a respetar. Tanto se ha hablado de este asunto, tanto se ha aplazado, que alguna vez albergamos la esperanza de que en esta sesión del Parlamento que los cubanos elegimos, esta vez sí, se discutiera ese asunto y se adelantara aunque fuera un poquito. Pero no. Los elegidos no lo consideraron oportuno. En su lugar, decidieron apretar las tuercas en la Aduana a todas las personas que entren en el país con mercancías varias. Esto se explica por la preocupación del gobierno de combatir la industria de la reventa interna de estas mercancías en el país. Esto, a su vez, tendría sentido si se desea proteger a la industria nacional. Pero surge una duda, ¿cuál es y dónde está esa industria, a menos que se cuente la de la importación estatal de mercadería de mala calidad para revendérsela a la población con un IVA del 240%?

Justamente, muchos trabajadores cubanos desearían establecer una industria nacional. Pequeñas y medianas manufacturas podrían hacer florecer la deprimida economía del país con formas verdaderamente socialistas de producción, si tan solo se aprobara el mecanismo legal de formación de cooperativas de producción de bienes y servicios. Tanto se ha hablado de esto otro, se ha defendido tan vehementemente hasta en la prensa oficial, que se pudo llegar a creer que este era el momento en el que el Parlamento iba a escuchar el reclamo de los electores. Pero no. Los elegidos tampoco consideraron que esto fuera oportuno. En su lugar, se discute lo de discutir es una forma de llamarle al proceso previo a la aprobación unánime del documento la nueva Ley Tributaria. Al gobierno le interesa perfeccionar cada detalle del mecanismo de recogerle el dinero de los impuestos a los trabajadores del sector privado.

Otros electores que fueron dejados en la estacada fueron los del sector LGBT. Adiós esperanzas de aprobación del Código de la Familia, que contiene cláusulas reconocedoras de algunos derechos de estas personas. Como todos los demás ciudadanos en Cuba, los miembros de la comunidad LGBT son incitados fervorosamente a comportarse como buenos electores. Ah, pero ¿quién tiene la capacidad para incitar a los elegidos? Nadie la tiene, esto es, nadie con suficiente poder, y que además se sintiera predispuesto a terminar de asumir el principio de igualdad y de combate a las discriminaciones que debieran primar en una sociedad socialista. Parece que el gobierno ya sacó el suficiente crédito de las migajas que le otorgó a este sector y considera que ahora lo puede dejar en la cuneta. Más le interesa, a las autoridades, proseguir su enfrentamiento con los que le arrancan trocitos del pastel sin su permiso, y por eso arremete contra las ilegalidades y corruptelas de menor cuantía.

En fin, que pasó esta legislatura y dejó pasar la oportunidad de hacer historia. Los cambios de alguna trascendencia que ocurrieron en Cuba durante este quinquenio, partieron de ucasses del Consejo de Estado. El Parlamento, por su parte, se concentró en acápites esotéricos de un nuevo código de tránsito y sofismas semejantes en temas intrascendentes. La sociedad civil, sin organización ni representación pública fuerte, protagónica, democrática, no parece tener una manera de lograr que, aquello que ella piense, tenga un efecto diferente al del plañir de un borracho, al que le responde el bodeguero burlón: Hoy no fío, mañana… ¡tampoco!

0 thoughts on “Unas cosas piensa el elector y otras cosas piensa el elegido

  1. Tremenda impotencia. Asi mismo es. Nada, una asamblea que no discute, ni se opone, ni propone. Una burla.

  2. Pingback: 22 de julio de 2012

  3. Este es uno de los mejores post de Rogelio: actual, preciso y crítico desde su sostenido compromiso con una ciudadanía activa y una sociedad civil autónoma…felicidades al autor

  4. Y dale con panacea de las cooperativas.

    Rogelio, con todo el aprecio que te tengo, antes de enredarse en la complejidad de las cooperativas sería mucho más expedito eliminar la lista de oficios permitidos a los particulares y sustituirla por una lista de actividades con regulaciones especiales y otra con actividades prohibidas.

    Sería algo así:

    Permitido: Todo lo que a usted se le ocurra con las siguientes excepciones.

    X, y, z, deben ser reguladas por la autoridad correspondiente. (Ejemplo, atención médica, educación, expendio de bebidas alcoholicas, construcción)

    a, b, c: Prohibidas. Aqui pueden meter el tráfico de armas y cosas así.

  5. Muy buen artículo aunque ingenuo.
    Esperar alguna voz fuera del coro del parlamento es pedirle demasiado a esta gente. Ellos están ahí para aplaudir y aprobar por unanimidad

  6. #El post
    Además de mi tabarra preferida, un breve comentario sobre el artículo. Me llama la atención esta frase: ” Ni menos que te exijan una fidelidad esclava por el resto de tus días, en pago por unos estudios o servicios médicos que uno pudiera retribuir con una cantidad razonable de trabajo propio.” ¿He leído bien? ¿He leído pagar por educación y sanidad?
    Frente al modelo actual, ¿se propone que el trabajo se retribuya con estándares de otros países, se pague la hora, la semanada, etc como se paga en Puerto Rico, por ejemplo y con muchísimo más poder adquisitivo, más jornal, más masa salarial disponible, poder pagar estudios y servicios médicos? ¡Asombroso¡

    • De donde debemos concluir que reconoces que el modelo actual exige una fidelidad de esclavo como “compensación” por la “grtuidad” de la educación y la salud públicas.
      No solo eso, sino que lo consideras una alternativa real a una relación contractual normal y corriente.
      O sea, quieres “mercado” en los límites señalados por el gobierno, y supongo, hasta nuevo aviso cuando el Comité Central (es broma) decida que se puede ampliar esos límites.
      Nunca me deja de asombrar la docilidad de quienes se consideran “revolucionarios”

    • Calvet: si son GRATIS no deberían constituir un impedimento de salida. Si el haberlos recibido te impide hacer lo que más te interese entonces que le pongan precio y quizás habrá quien lo pague para saldar la deuda.

    • Creo que Rogelio se equivoca doblemente. Quizá lo hace a propósito para avivar el sentido crítico de los lectores.
      No hay que pagar de nuevo por la salud y la educación, estas dos son mantenidas por tu esfuerzo y el de tu familia a lo largo de toda su vida. Ejemplo claro:

      Mi abuelo, fue a la Zafra de los 10 millones y ordinarias, al cordón de la Habana, a recogidas de café en la Sierra, a cuantas jornadas de agricultura se orientaran por el partido, y lo hizo de corazón hasta su retiro. Como decirle a esta altura de la vida que ese esfuerzo no generó la riqueza necesaria para pagar la educación y la salud de sus nietos, sino que se utilizó en alguna inversión que no dio fruto y ahora hay que pagar de nuevo.

      El consejo de estado o el estado cubano no produce riqueza para mantener la educación y la salud (ni nada en Cuba), solo el pueblo trabajador lo hace, el mismo pueblo al que le exigen que pague después de haber pagado ya con su esfuerzo diario una vida colmada por las privaciones materiales y espirituales.

      A lo sumo, lo que hace el estado cubano, es incrementar el capital que acumula cuando se apropia de la plusvalía que generan sus asalariados de dentro y fuera del país. Lo más cínico es que dicen mantenernos ellos a nosotros.

      Cómo mantienes a alguien si nunca has doblado el lomo por estar de reunión en reunión, de viaje en viaje, de cena en cena, de recepción en recepción, de cumbre en cumbre?
      Quién es verdadero el pichón?
      Hospital Cira García o Maternidad Obrera?
      Quién paga la educación y la salud en Cuba?
      Son acaso mágicamente gratis y salen de la nada?
      Autogestión o gestión de los funcionarios y gerentes del Estado?
      Revolución o Reforma pequeño burguesa?

  7. #Cabos sueltos y OC sigue sin contestar.
    No me gusta dejar cabos sueltos y veo que pasan los días y esto está pendiente:
    “j.calvet dijo:
    julio 17, 2012 a las 5:01 am
    @OC
    Creí que no tendría problemas al comentar en Observatorio Crítico. Pero salvo que esté muy equivocado, ayer dejé un comentario contestando a doña Mercedes, que parece ha sido BORRADO.” (más…)
    Creo que éste es el comentario borrado: https://observatoriocriticodesdecuba.wordpress.com/2012/07/10/regresa-la-joven-cuba/#comment-2011 (publicado el lunes 16 de julio)

    Han pasado bastantes días desde que OC borró el comentario, y he ido aportando otros sobre los temas planteados en el blog (que ha cambiando de nombre, por cierto) ¿Por qué insisto en saber qué motivó a OC a borrar un comentario ya publicado? Muy sencillo, me parece muy poco coherente exigir a los demás lo que uno no es capaz de dar. En este caso, una sencilla explicación de qué contenía el comentario (necesario dado que una comentarista de la vieja guardia había escrito unas lamentables palabras del mendas), creo que se impone. Imagino que hay unas normas de participación y quisiera saber qué normas no respeté.