Por Rogelio M. Díaz Moreno
Evidentemente, nuestro colectivo del Observatorio Crítico (OC) ha caído en la desafortunada posición de ser examinado por un profesor severo. Sin dudarlo dos veces, el docto letrado pronuncia su sentencia: ¡Desaprobados!, y pone de manifiesto nuestra incapacidad para comprender las profundidades de su sapiencia, tal y como puede resultar evidente para cualquier egresado promedio de una Universidad. Tal preocupante situación se desprende de la réplica de Noel Manzanares Blanco, Entretelones del Observatorio Crítico de Cuba, que a su vez sucede a mi respuesta a su primer trabajo.
Aún desde tan minimizada posición, intentaremos ofrecer respuesta a la continuación de los cuestionamientos que Manzanares nos hace. Tal vez podamos empezar por sugerir que, aquellos que pretendan conocer de entresijos y detalles, les vendrá bien bajar de los altos sitiales; aún a costa de mezclarse con la plebe, el polvo de la calle y el apretujón en los solares. Ocurre que a veces, desde las cátedras elevadas por sobre estas nimiedades, se torna difícil aprehender lo que se encuentra verdaderamente por detrás o entre los telones. En esos casos, ni la más honda erudición es capaz de evitar el error o la responsabilidad por las malas decisiones.
Tal vez debería agradecerle a nuestro antagonista el matiz esclarecedor, ya que nos concede que no le hacemos el juego al enemigo sino que, simplemente, resulta que coincidimos según él con los malos en alguna que otra significativa ocasión. De cualquier forma, urge aclarar un punto neurálgico en esta historia.
Como puede conocerse, el OC emitió una declaración en los días posteriores a la detención de una persona que recibió mucha atención mediática, el fundador del proyecto conocido como Estado de Satz, Antonio Rodiles. Esta declaración nuestra ha despertado un grave descontento en Manzanares Blanco y en otros sujetos que ahora no vienen al caso.
Ahora soy yo el que ruega a Manzanares Blanco que repase con atención nuestro examen digo, nuestra declaración, para que se percate del sentido que la impregna y que, tenemos la convicción, es capaz de encontrar vías de comunicación con cualquier observador de buena fe. Nuestra proclama tiene a Rodiles apenas como un punto tangencial y secundario; nuestra principal preocupación y la voy a repetir aquí con las mismas palabras con que figura en nuestra Declaración es lo tocante a
grupos considerados marginales, como afrodescendientes, rastafaris, abakuás, rocker@s, trabajador@s sexuales, personas LGBT, vendedor@s del sector informal menos favorecido, migrantes de provincias orientales, y otras, sufren por la aplicación de burdos y atávicos prejuicios por parte de las fuerzas policiales. A diferencia de los casos <políticos>, estas situaciones no despiertan sino una mínima repercusión, solamente en el estrecho marco de dolientes directamente afectados y sin ecos en la esfera mediática. La situación de desventaja de estas personas, inocentes de todo pecado que no sea el de vivir con el color de su piel, o ejercer en condiciones difíciles el derecho de manifestar sentimientos y personalidades propias, constituye un poderoso motivo de movilización y emociones para toda la gente honesta capaz de ofrecer su solidaridad con el inocente.
Si Manzanares Blanco no es capaz de entender la diferencia entre una motivación y la otra, es lógico que yerre al calificarnos. Independientemente de este roce, no tenemos que asumir que aquel no sea capaz de proponerse una actitud de persona consecuente con la emancipación de los seres humanos, tal que implicaría
la condena a tales situaciones, la solidaridad con las personas afectadas y la demanda de que la justicia sea aplicada a l@s responsables de tales violaciones, que amenazan los fines por los que luchamos: los de una sociedad libre de toda forma de dominación, exclusión y explotación.
Es cierto que nuestra proclama pudo haber tenido lugar, entonces, en cualquier otro momento. Sin embargo, lo que menos despeja cierto material que cita Manzanares Blanco, son las dudas acerca de posibles acciones irresponsables o excesivas en el caso particular que mencionamos. Si el detenido es responsable de algún delito, existen mecanismos legales dirigidos a asegurar tanto el restablecimiento del orden como la sanción para el que sea hallado culpable por un tribunal, sin desmedro de sus derechos como ciudadano; todo ello con la debida transparencia. Aún cuando el afectado principal no sea santo de nuestra devoción, la violación de la ley en cualquier caso es una amenaza contra TODOS los ciudadanos del país, y seguimos sin considerar aclarado totalmente el hecho. Y repetimos lo fundamental es que, al ocurrir este acontecimiento, y atraer la atención sobre el tema, consideramos que nos permitiría derivar un poco de esa luz hacia un costado, hacia ese rincón al que miran pocos y con desgano.
Ahora fíjense si no estamos del todo errados en el OC, que parece que otros profesores nos conceden mejor nota. Al menos, se comenta que en la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, actualmente en su sesión final de la actual legislatura, están bajo propuesta y estudio ciertos proyectos para mejorar el funcionamiento de estos mecanismos, que protegen mejor los derechos de los ciudadanos y dirigidas a abordar ese tipo de problemas a los que nos gustaría ayudar a remediar aunque el acostumbrado secretismo del gobierno cubano no nos permite prever demasiado sobre las leyes que nos aplicarán.
Ahora hago abstracción y le devuelvo la pelota a Manzanares en el campo general de los acercamientos que ha pretendido realizarnos la SINA y demás animales afines. Obviamente, en un panorama de monótona unidad monolítica que esconde colosales dosis de simulación, las voces críticas aún desde posiciones bien claras de principios revolucionarios van a atraer la atención del enemigo. No podemos evitarlo. Podemos, y eso sí lo hacemos, despejar las dudas con nuestra respuesta. ¿Pretende desconocer nuestro letrado antagonista que la Embajada estadounidense también se acercó, zalameramente, al gobierno revolucionario encabezado por Fidel Castro, en las primeras semanas después del triunfo de la Revolución? Si mis limitados conocimientos de historia no me permiten citar un ejemplo menos llamativo, pues que me excusen. Los que desean restaurar la neocolonia están ahí, para molestar, hay que vivir con eso; sin permitirles confundirnos u ofuscarnos.
A quienes la SINA o sus agentes no pretendieron acercarse habrá sido, seguramente, a aquellos que se esforzaron en todas las épocas por vociferar, más alto que los demás, que todo lo que ha hecho el gobierno es sublime; los que en el año 1970 cortaban con la lengua la caña que no tumbaban con una mocha; los que se dedicaban a perseguir mientras tanto a los religiosos y afeminados por no ser lo suficientemente puros; a los extremistas recientes que se ganaron el mote de los talibanes; a los que sostuvieron hasta el último viaje de regreso de la beca, que las escuelas al campo eran maravillosas; a los que ensalzaron las excelencias de los maestros instantáneos y las teleclases con las que se aprendía cuatro veces más; a los conductores, en fin, de las Mesas Redondas de hoy y de siempre. Al final, la SINA no tenía que preocuparse por acercarse a todos ellos puesto que, en buena medida, muchos terminaron derivando de motu propio hacia el Norte revuelto y brutal al que profesaban tanto aparente aborrecimiento, cuando se cansaron de los pequeños privilegios a los que su guataconería les permitía acceder.
Y por ahí mismo se puede elaborar la respuesta para el último cuestionamiento de Manzanares Blanco. No solemos dedicarle demasiado espacio a las loas solares, porque para eso tiene el gobierno sobrados epígonos. No se progresa con el regodeo, con la complacencia fácil, sino con el propósito firme de trabajar para poner remedio a todo lo que se interpone en el camino de la emancipación del ser humano. Resulta, dicho sea de paso, que tantas otras cosas, por nosotros flageladas, han sido corregidas o reevaluadas paulatinamente por el gobierno, como las restricciones migratorias, las limitaciones sobre los agricultores, las potestades del trabajo cooperativo, etc. Por otra parte, puedo percibir que las muchas historias de valor humano que solemos divulgar le resultan opacas a este exigente profesor, desde su palco allá en las alturas, y no solo a él. Sin embargo, no desmayamos. Por la luz de los ideales que encontramos justos, entregamos nuestro modesto trabajo como antropólogos, biólogos, físicos, abogados. Alguno de nosotros cultiva la tierra con sistematicidad y otros siembran una ceiba cuando tienen el chance. Otros retiran un poco de basura del litoral habanero, como un pedacito de mala sombra que contribuimos a limpiar.
Finalmente, lamento no tener la oportunidad de comprobar las muchas referencias que Noel Manzanares Blanco hace de su quehacer como revolucionario responsable. Como tantos cubanos, carezco de acceso a Internet. Pero hago un voto de confianza para el profesor y acepto su palabra de que es de los que se ven arrastrados a estas incómodas polémicas solo a desgano, cuando en realidad preferiría hacer algo más productivo. De tal forma, agradezco su intención de poner fin a un intercambio hostil que nos resta, a todos, energías y tiempo, y lo invito a transformar el sombrío eclipse en un mejor amanecer, por ejemplo para la próxima oportunidad en que convoquemos a la limpieza del Malecón.
Rogelio:
El derecho a la libertad de las personas (independientemente de su ideología) no tiene que ser justificado. Si no lo entiende que lea un poco de historia de los últimos 150 años.
La libertad sólo para los que apoyan al gobierno, sólo para los miembros de un partido (por numeroso que este sea) no es libertad en absoluto. La libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa de manera diferente. No a causa de ningún concepto fanático de la “justicia”, sino porque todo lo que es instructivo, totalizador y purificante en la libertad política depende de esta característica esencial, y su efectividad desaparece tan pronto como la libertad” se convierte en un privilegio especial.
Pongo mi comentario al post del Doctor Manzanares:
“Dos: entonces, le lanzo una convocatoria al Observatorio Crítico de Cuba: ¡Qué desmienta la subestimación a la Luz del Sol —obra de la Revolución en Cuba— y el sobredimensionamiento de sus manchas!”
Otro autoritario más que se siente con derecho de decirnos que desmentir y que no. Hágalo usted si le interesa, tenemos temas propios, no tenemos nada contra su derecho, por lo demás no se entiende bien el sentido de la frase.
“….sí estoy en el deber de escribir que me resultó llamativo que representantes de Washington desde la Sección de Intereses Norteamericanos en la Mayor de las Antillas y de la tristemente denominada Radio Martí Made in USA, se ¿molestaran? en comunicarse con el mismísimo ¿revolucionario? Observatorio….”
Cualquier fuerza que luche contra el estado cubano, o por hacer al margen de este puede ser aliado de su enemigo, lo que no sabían es que tampoco tranzamos con otros estados, mire usted, más fácil se darán la mano el estado cubano y norteamericano por razones de estado que nosotros con alguno de los dos.
Correcto y preciso. “El derecho a la libertad de las personas (independientemente de su ideología) no tiene que ser justificado.”
Asi es. Tampoco nadie tiene que estar dando explicaciones sobre lo que ha expresado o analizado pues existe el derecho a la libre expresion, a la libertad de pensamiento. Y al que no le guste lo dicho pues que lo respete
Pues siempre sobraran aquellos que esten en desacuerdo y no alcanzarian los años de vida para intentar explicarle a cada uno de ellos lo que a su modo se interpreta.
@Yoyo
Oh me parece magnífico el razonamiento. No se me había ocurrido. En los bares, en el franquismo, se leía: ¡Reservado el derecho de admisión¡ En la Alemania nazi, lo mismo.
En los EEUU racistas, lo mismo. ¿A ver si adivinas qué tienen en común, el franquismo, el nacionalsocialismo alemán, los estados sureños racistas y Tomar La Palabra?
josepcalvet:¿A ver si adivinas qué tienen en común, el franquismo, el nacionalsocialismo alemán, los estados sureños racistas y Tomar La Palabra?
Bueno, en el fraquismo tú fuiste un soldadito de plomo, es decir, perteneciste al ejército fascista de Francisco Franco. Eres el único participante en temas cubanos que fue miembro de un ejército fascista.
El nacionalsocialismo no contó con tu ayuda, ni tampoco el racismo norteamericano de la época.
Y de TLP fuiste BANEADO.
No, no sé que tienen en común.
Excelente respuesta Rogelio.
El profesor no gusta de las opiniones diferentes a la suya pero tarde o temprano tendrá que aprender a convivir con ellas.