Huevos sucios para cubanos pobres

Por Isbel Díaz Torres

Los cubanos pobres sabemos que los productos de mala calidad son para nosotros. Es el caso de los huevos de gallina, una de las principales fuentes de proteína de las clases bajas en este país, pues buena parte de las veces llegan muy sucios y son muy pequeños.

Y no es que las gallinas cubanas sean especialmente desaseadas. Los huevos siempre salen por el mismo lugar por donde las aves desechan sus heces, eso se sabe. Pero al parecer, un proceso selectivo envía los más diminutos y sucios para el consumo en pesos (MN) de la población general, y los más grandes y limpios para el mercado en divisa (CUC).

Hace poco una humilde señora mexicana que visitaba la isla por primera vez para conocer “la Cuba revolucionaria de Fidel”, pero con poco presupuesto para un turismo “revolucionario” adecuado, me decía extrañada que los huevos de las gallinas cubanas eran muy pequeños.

Había comprado lo que llamamos un “cartón de huevos”, todos muy sucios, en un establecimiento en MN en Centro Habana, y para colmos, cuando llegamos a donde se estaba alquilando descubrimos que algunos estaban llenos de gusanos, debido a la falta de refrigeración.

Le expliqué entonces que nuestras gallinas no eran peor que las del resto del mundo, solo que para apreciar sus bondades debía ir a los surtidos mercados en CUC, donde las clases altas de este país hacen sus compras. Allí vería los blancos y grandes huevos que deseaba. Continue reading