Entrevista por Vicente Morin Aguado con Grady Ross Daugherty, un socialista estadounidense contrario al marxismo.
Luego de varias semanas de difícil intercambio vía Email, difícil como debe suponerse por la lentitud y alto precio de Internet en los hoteles, intento precisar el pensamiento del señor Grady Ross Daugherty, líder y fundador del Movimiento para un Socialismo Moderno, caracterizado como República Cooperativa de los Estados Unidos.
HT: ¿Cuál es el lugar de las cooperativas en el proceso de reformas que se desarrolla ahora dentro del experimento socialista cubano?
Grady Ross Daugherty: Gracias por caracterizar el periodo de medio siglo posterior al Capitalismo en Cuba como un “experimento.” Un experimento es una manera de probar una hipótesis razonable. Si nosotros miramos al modelo cubano como un experimento, un trabajo modificable, su funcionamiento podría alterarse, alcanzando mayor prosperidad y progreso.
En nuestra discusión nosotros debemos tener presente que la mayoría de los tipos de cooperativas requieren una cierta base de propiedad privada legal, si deseamos que sean funcionales. Por ejemplo, las cooperativas agrícolas requieren la propiedad de la tierra cultivada y sus estancias familiares, no el usufructo, si aspiramos a que sean efectivas y hacer a Cuba autosuficiente en la producción.
HT: Con su opinión en torno al tema de la propiedad, comienzo a entender la postura no marxista advertida por Grady Ross antes de comenzar nuestro intercambio. Tal vez parezca una disgregación, pero es bueno precisar algo tan polémico como el declararse no marxista y a la vez socialista.
GRD: Desde sus orígenes en el siglo XIX, el movimiento socialista era mutualista y cooperativo, algo notable en Francia e Inglaterra, donde los obreros y campesinos estaban ávidos de poseer la tierra y los instrumentos de producción como su propiedad privada. Ellos no deseaban el señoreo de capitalistas privados o funcionarios estatales.
Marx y Engels implantaron el prejuicio contra la propiedad privada como causa de los males de la sociedad bajo la ventolera de llamar “científico” a su proyecto socialista, en tanto las cooperativas, para ser reales, necesitan de la propiedad, lo cual supuestamente sería “capitalista”, frente a lo estatal o científico como “socialista”.
A pesar de lo anterior, la dura realidad ha inducido a los políticos cubanos a echar una nueva mirada a las cooperativas. Están empezando a ver el socialismo como un experimento continuo.
HT: Por cierto, Marx criticó duramente a Proudhon, padre del socialismo francés, cooperativo y mutualista, considerándolo un pequeño burgués con las indefiniciones propias de su clase social.
GRD: Si, Marx criticó a Proudhon como un pequeño burgués, pero Proudhon fue un obrero manual con sus manos encallecidas, en tanto Marx no fue nada de eso. Continue reading