Por Pedro Campos
Intento aportar algo al debate sobre las alianzas políticas y los frentes, que –con toda razón- preocupa a algunos compañeros de la izquierda, por la eventual contaminación ideológica que se puedan generar entre diferentes posiciones políticas, en colaboraciones tácticas, transitorias, coyunturales, sobre la base de objetivos concretos comunes.
Y efectivamente, tales contaminaciones pudieran darse, si no hay claridad en la estrategia propia y si se confunden los intereses tácticos con los estratégicos.
Llevará a confusiones tácticas, estrategias y a alianzas equívocas, el no tener claros, bien definidos, los propósitos que se persiguen, no disponer de un programa político-económico y social –científicamente fundamentado- que seguir, ni conceptos filosóficos precisos que guíen la acción; o confundir revolución, con gobierno, estado, partido, líderes o cualquiera de estos conceptos entre ellos; desconocer que los valores humanistas se han ido perfeccionado como resultado de un proceso histórico, al que han aportado todas las clases sociales revolucionarias en su momento.
Confundir táctica con estrategia, impide tener una estrategia clara, triunfadora y puede reducir el alcance de una estrategia dada, al creer que logrado un objetivo táctico, ya se llegado a conseguir todo lo que buscado. Creer que cualquier fin se consigue con cualquier medio y que no existe una correspondencia entre ellos y su carácter, es condenarse a cometer errores. Creer que solo existe la verdad propia, que los demás están equivocados, lleva al sectarismo y al aislamiento. Continue reading