@uto-organizar¿nos?

Comienza mañana el Sexto Foro Social Observatorio Crítico
LA CEIBA 2012
Un foro para apreciar, socializar y pensar las experiencias creativas y liberadoras en nuestro país y el resto del planeta, para indagar sobre nuestro entorno ecológico e ideo-estético, para inter-conectar los espacios que potencian las capacidades de gestión comunitaria, local y horizontal, las memorias históricas populares, el compromiso social y los saberes emancipadores: AQUÍ y AHORA.

Dimas Castellanos: Economía de mercado y justicia social

Por Yusimí RodríguezHAVANA TIMES — Escuché hablar de Voces Cubanas por primera vez, dos años atrás. Mi idea sobre los blogueros anclados en esa plataforma no se apartaba mucho de lo que intenta hacernos creer el gobierno: un grupo de cibermercenarios al servicio del imperialismo.

La entrevista con Miriam Celaya me permitió ver que la oposición cubana es más compleja y diversa de lo que el gobierno está dispuesto a admitir. Ahora converso con Dimas Castellanos, nacido en 1943, licenciado en Ciencias Políticas, Diplomado en Ciencias de la Información y Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos. El blog de Dimas también se encuentra en Voces Cubanas. Para mi sorpresa, Dimas es un socialista.

HT: ¿Se define como un opositor?

Dimas: Sí, aunque el término tiene sus connotaciones en Cuba. Prefiero definirme como un analista crítico de la situación nacional, pero aquí a todo el que no está en una línea se le incluye en la otra, por tanto, también soy un opositor.

HT: ¿Si le hubiesen pronosticado en los años sesenta que llegaría a ser un opositor o un analista crítico de la realidad cubana, qué habría respondido?

Dimas: Quizás no habría tenido respuesta en ese momento, pero lo que soy ahora tiene que ver con lo que era entonces. No tenía nivel para ser un analista crítico, pero era un revolucionario crítico. La secuencia de críticas al sistema, en distintos momentos, me fue llevando a la posición que tengo ahora, considero que el modelo es inviable. No podía pensarlo en aquel momento, porque era parte del proceso.

HT: Miriam me lo describió como un socialista convencido. ¿Por qué continúa creyendo en el socialismo cuando ha fracasado donde quiera que se ha implantado? Continue reading

Críticas a la izquierda del Gobierno cubano

Por June Fernández

El Gobierno de Cuba ha establecido una nítida separación entre quienes defienden el socialismo y los partidarios del intervencionismo estadounidense. Aún así, hay grupos que mantienen posiciones críticas para fortalecer las libertades y conquistar derechos.

Revolucionarios o disidentes. A simple vista parece que en Cuba no haya más opciones que ensalzar el sistema cubano o tildarlo de cruenta dictadura. Quien discrepa es tachado de contrarrevolucionario desde las filas oficialistas, y quien defiende el socialismo, calificado de cómplice del régimen por una oposición procapitalista. Sin embargo, en ese clima polarizado afloran colectivos que arremeten contra la falta de libertades y el autoritarismo del Gobierno desde un discurso anticapitalista y antiimperialista. Redes de activistas y blogueros critican la visita del Papa, claman contra el racismo y la homofobia, alertan de la deriva de la política económica de Raúl Castro y difunden en la isla las movilizaciones del 15M. Sobre todo, exigen poder organizarse sin ser controlados por el Gobierno cubano ni utilizados por el estadounidense.

Internet, una esperanza

El tímido avance en el uso de internet (minoritario y precario; pero la información se expande mediante las socorridas memorias USB) es uno de los elementos que han permitido consolidar espacios autogestionados como el Observatorio Crítico, una especie de paraguas de proyectos autónomos que promueven la participación ciudadana desde discursos emancipadores como el feminismo, el ecologismo, el antirracismo el anarquismo.

Apuestan por un proceso revolucionario que se aleje del estalinismo, en el que se hagan efectivas la igualdad, el respeto a las libertades y la autogestión. Difunden por email compendios de artículos, celebran foros sociales y debates sobre temas tan diversos como los transgénicos, el transfeminismo o el reguetón y la cultura popular, y organizan acciones en espacios públicos, en las que se cuelan (ocurrió en un debate con una activista del 15M) tanto agentes de la Seguridad del Estado como periodistas “independientes” –de la disidencia oficial–.

Observatorio Crítico nació de la Cátedra Haydée Santamaría, creada dentro de la Asociación Hermanos Saiz (AHS, la institución de jóvenes artistas y escritores) para investigar las transformaciones de la sociedad cubana. En 2010, cuando sus propuestas empezaron a resultar incómodas, AHS comunicó que sus integrantes habían superado la edad para permanecer vinculados a la institución. “Entonces ya no hubo la necesidad de ser políticamente correctos en cuanto a la crítica a las instituciones”, señala una de sus integrantes, Yasmín Silvia Portales Machado, lo que convirtió al Observatorio en uno de los colectivos más contestatarios de la isla. Varios de sus integrantes participan también en la comunidad Bloggers Cuba y como columnistas del diario digital Havana Times, dos espacios que aportan pluralidad y debate sosegado frente a la “ciberguerra” declarada entre webs oficialistas y disidentes.

Estos grupos exigen poder organizarse sin ser controlados por el Gobierno ni utilizados por la oposición procapitalista

Aunque esos espacios puedan resultar innovadores e ilusionantes, su incidencia es muy limitada. ¿Por qué no existen en Cuba movimientos sociales autónomos? El bloguero y miembro de Observatorio Crítico Rogelio M. Díaz Moreno cita el discurso oficial de que el concepto sociedad civil es “burgués, subversivo y una estrategia de EE UU para penetrar en el Tercer Mundo”, mientras que “las organizaciones de masas incorporan en sus estatutos el liderazgo del partido”. Dado que muchas asociaciones “no son más que grupúsculos promovidos por EE UU”, el bloguero considera imprescindible que ese país renuncie a promover un cambio de régimen en Cuba: “Entonces veríamos qué voluntad tiene el Gobierno de dejar de ejercer sus férreos controles”.

Se refiere entre otras cosas a la conjunción de trabas burocráticas y falta de voluntad política que hacen prácticamente imposible constituir asociaciones. Si bien la Constitución reconoce en su artículo 54 los derechos de reunión, manifestación y asociación –aunque el artículo 62, advierte que es punible ejercer esas libertades contra “la existencia y fines del Estado socialista–, para que el Ministerio de Justicia autorice la inscripción de una asociación, ésta tiene que recibir el aval de una entidad estatal “que la controla y atiende”, explica Dmitri Prieto, fundador del Observatorio Crítico. El registro tarda años en llegar (cuando llega), así que los colectivos optan por fórmulas como crear cátedras académicas o proyectos adscritos a centros culturales: “Mientras no hay confrontación con el sistema actual, las autoridades no ponen impedimentos, pero pueden toparse con incomprensión, falta de recursos y poca visibilidad”, señala. “Toda iniciativa individual asociativa se demoniza sistemáticamente, más si es de carácter político. Cuestionar de fondo las estructuras políticas y sociales es muy difícil, y además es suicida”, lamenta Portales.

Feminismo y diversidad sexual

Una estrategia reciente del Gobierno, según Rogelio, ha sido la de “canalizar inteligentemente las tensiones sociales”. El caso paradigmático es el del movimiento LGTB. El Centro de Educación Sexual (Cenesex), adscrito al Ministerio de Salud, promueve redes de gays, lesbianas y transexuales que, si bien se movilizan por sus derechos, lo hacen tuteladas por la institución.

Fuera de la institución, el Gobierno frenó iniciativas como el boletín electrónico NotiG.Se informó de que no podía circular sin estar inscrito en el Registro Nacional de Publicaciones Seriadas. “Aceptamos el aval Del Cenesex, pero seguimos esperando respuesta”, cuenta Isbel Díaz, uno de sus promotores, que se unió al proyecto para encontrar “un espacio de mayor libertad, no mediatizado”. Isbel –impulsor también de El Guardabosques, un proyecto ecologista contra la deforestación– y Yasmín se han embarcado en una nueva aventura: Proyecto Arcoiris, adscrito al Observatorio Crítico. Quieren ofrecer asesoría legal sobre discriminación y promover debates contra los prejuicios heteronormativos.

En el caso del feminismo, el discurso oficial mantiene que no hace falta un movimiento autónomo, puesto que existe la Federación de Mujeres Cubanas. Sin embargo, esta organización de masas no afronta con valentía problemas como la violencia machista o la presión policial hacia las prostitutas. En 1993 se formó Magín, la asociación de mujeres comunicadoras que aglutinó a un centenar de periodistas, artistas, científicas e incluso políticas. No duró mucho: en 1996 se les informó de que no podían seguir funcionando, bajo el argumento de que se temía que Estados Unidos las utilizase.

Desde hace año y medio, el foro feminista Mirar desde la Sospecha se ha convertido en un espacio de debate interesante, promovido por tres comunicadoras feministas con el respaldo de una ONG legalizada y de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. “Podíamos habernos reunido en nuestras casas, pero nos interesaba penetrar en el espacio institucional”, explica Danae C. Diéguez, una de sus impulsoras. En todo caso, varias de las participantes habituales fantasean con la idea de crear una red de comunicadoras autónoma y transgresora, como lo fue Magín.

PASOS ADELANTE: CUATRO EXPERIENCIAS

‘HAVANA TIMES’

El diario digital Havana Times publica en castellano e inglés artículos de actualidad; aporta informaciones sobre cuestiones que los medios oficiales silencian (los derrumbamientos de edificios o el misterioso cable de fibra óptica) y entrevistas para dar a conocer a nuevos talentos de la cultura.

ANTIRRACISMO

La Cofradía de la Negritud es el proyecto más potente de los ligados a Observatorio Crítico. Critica las formas de racismo social e institucional que persisten en la sociedad cubana y construye la memoria histórica de una comunidad ignorada a menudo en los relatos oficiales.

FEMINISMOS

Feministas institucionales y autónomas debaten en Mirar desde la Sospecha, un espacio promovido por tres comunicadoras dentro del programa Género y Cultura, que cuentan con el respaldo legal del Grupo de Reflexión y Solidaridad Monseñor Óscar Arnulfo Romero.

BLOGGERS CUBA

Esta comunidad de blogs nació con la vocación de romper con la dicotomía entre la experiencia de vida en la isla y su escaso reflejo en los medios nacionales y extranjeros. La mayor parte de sus integrantes defienden el socialismo y se distancian así de blogs anticastristas como el de Yoani Sánchez.

Publicado en Diagonal

El (ominoso) silencio inmediato a la zambullida

Por Rogelio M. Díaz Moreno

En estos días, semanas, meses, nos azota una vez más un mal típico de la manera en que se rigen los asuntos en este país. Nada menos que tres importantes cambios se están cocinando tras las bambalinas, y los cubanos y cubanas de a pie no recibimos sino el silencio respecto a sus detalles.

La ley de cooperativas no agrícolas, la reforma migratoria y el nuevo código de familia son marcos impactantes para la profundización de las transformaciones que experimenta este país. De todas las reformas que han tenido lugar, hay pocas que puedan competir con las mencionadas en cuanto alcance y posibilidades; tal vez, únicamente, las dedicadas a abrirle las puertas a la pequeña empresa privada bajo el término eufemístico de trabajo por cuenta propia. Se supondría que los periodistas estarían a la caza de los miembros del Parlamento cubano, de los miembros de las comisiones y ministerios que debaten hasta el infinito cada mísera coma y cada ínfimo guión ¬porque la demora del asunto es harina para otro gran costal¬ para poner así al alcance de la ciudadanía los elementos que le permitan juzgar cuán bien están haciendo su trabajo estos diputados y diputadas; ajustar y planificar las vidas de cada cual según lo que presagie el futuro o, simplemente, contar con la condición mínima -poseer la información- para ejercer el papel que la Constitución define como legítimo del pueblo: la soberanía. Delegar la soberanía en los miembros de un cuerpo electivo tiene sentido en una democracia, pero solo cuando se tiene el control de lo que aquellos debaten y las posiciones que asumen, para poder dirigirse a los mismos y requerir que, en su papel de servidores de la población, persistan o rectifiquen la dirección de sus gestiones.

En cambio, todo lo que disponemos por acá abajo se puede resumir en aislados anuncios escuetos que nos exigen paciencia y confianza; algunos renglones que no especifican demasiado en un documento aprobado hace algún tiempo en un Cónclave; buenas dosis de rumores y una no menor de impaciencia y temores por posibles frustraciones.

¿Qué pasa si las finalmente autorizadas cooperativas urbanas solo se autorizan para menesteres de baja calificación, y no se les arrogan de paso suficientes prerrogativas relativas a su gestión productiva y comercial? ¿Y si en la reforma migratoria se establecen requisitos aberrantes para ciertos grupos profesionales que no tienen otra culpa que servir al país? ¿Qué tal si, en el Código de Familia, se retira la posibilidad de que la ley extienda una protección igual a todas las parejas, sin importar su composición? ¿Cómo sé yo a favor de qué está el delegado que salió electo en mi circunscripción? ¿Qué tipo de conversación debo sostener con él, si no sé cuál es su postura? ¿Cómo sé si debo votar por él para que vuelva a salir en el próximo período de la legislatura, o por algúna otra persona que me ofrezca mayor afinidad con mis ideas?

¿Son, estos temas, de aquellos que amenazan la seguridad nacional, con la perspectiva de una invasión de la OTAN, y por eso no se discuten abiertamente? Si me explicaran convincentemente que es así, me callaré la boca. Pero si no fuera así, entonces, ¿por qué, quiénes, escamotean el precepto constitucional de la soberanía popular? ¿Será que bajo el manto del secretismo, pueden aventurarse a defender posturas de arcaicos dinosaurios estancados en la era del estalinismo? ¿Será que se necesita la impunidad del desconocimiento, para favorecer la voluntad de algunos de conservar indebidos privilegios que a la plena luz pública serían intolerables?

La mejor manera de demostrar que mis dudas resultan descabelladas, es hacer público todo el debate realizado y por realizar en estas materias. Y en las que le sigan.

Sin noticias sobre el cable de fibra óptica para Cuba

CUBAENCUENTRO – A más de un año del anuncio de la llegada a la Isla del cable de fibra óptica proveniente de Venezuela, la conexión de Cuba a la red de redes sigue siendo de las peores del continente y hasta ahora nadie se explica qué pasó con una infraestructura por la que se pagó unos 70 millones de dólares, informa AP.

Un reporte recuerda que el 9 de febrero de 2011 varios funcionarios del Gobierno cubano recibieron en la oriental playa de Siboney el cable que cruzó parte del mar Caribe y prometieron que en julio de 2011 la fibra óptica entraría en operación.

Las autoridades cubanas aseguraron desde el principio que hospitales y universidades tendrían prioridad en la conexión al nuevo sistema así como el uso que fuera considerado de interés público. Los millones de cubanos con poco o ningún acceso a Internet en sus casas tendrían que esperar, señala el reporte.

Sin embargo, una docena de personas con acceso a Internet que fueron entrevistados en estos días por la AP dijeron que no habían notado ninguna mejora en sus conexiones.

Conectarse a Internet en la Isla

Desde mediados de la década de los 90 Cuba compró una señal satelital que es costosa y ofrece muy poco ancho de banda. Las reglas del embargo estadounidense le impiden conectarse a los cables submarinos que pasan cerca de sus costas.

El reporte destaca que conectarse a Internet en Cuba es una operación que desafía la paciencia de cualquiera que haya tenido contacto a la tecnología DSL: se puede tardar varios minutos en lograr que baje la página más sencilla y hasta horas para obtener un vídeo o un archivo que simplemente contenga imágenes.

Mientras que el mundo disfruta del ancho de banda que ofrecen plataformas como Flash, Cuba aún está en la era del Web 1.0. El popular sitio YouTube es irrelevante en la Cuba del acceso telefónico, y apenas utilizable en conexiones de banda ancha no convencionales.

A una velocidad de 3 a 5 kilobytes por segundo en un sistema de conexión telefónica, un vídeo que pesa 500 megabytes tardaría en descargar, en teoría, entre 28 y 46 horas desde iTunes.

Artistas y fotógrafos aseguraron que es casi imposible ver en línea el trabajo de otros y las personas prefieren intercambiar fotos digitales usando tarjetas de memoria antes que enviarlas correo electrónico.

“Tenía esperanzas, muchas expectativas con el cable”, dijo a la AP una médica que solo tiene acceso a intranet, una red doméstica que permite navegar en algunas páginas locales y recibir correos del planeta. “Para mí, que estoy haciendo un posgrado, (la intranet) verdaderamente no sirve, es algo elemental y muy pobre para las necesidades que tenemos”.

La institución para la que trabaja empezó a tomar medidas contra los pocos que tienen acceso completo a Internet y les ordenó no utilizar sitios como Facebook so pena de represalias, dijo la médico, quien no quiso revelar su nombre pues no estaba autorizada a ofrecer detalles a la prensa. Lo mismo ocurrió con otros funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato por temor a meterse en problemas con sus empleadores estatales.

El cable de fibra óptica, una novela de misterio

El viceministro Ramón Linares, uno de los funcionarios del Gobierno que fue a recibir el tendido en febrero de 2011 a la playa Siboney, dijo que la capacidad de 320 gigabytes de la fibra óptica multiplicaría “hasta por 3.000 veces la velocidad actual de transmisión de datos, imágenes y voz”.

Pero luego la historia del cable se volvió una novela de misterio que incluyó versiones sobre corrupción según las cuales, las personas involucradas hicieron una estafa millonaria y estarían en la cárcel.

La filial en Venezuela de la empresa de telecomunicaciones francesa Alcatel-Lucent, basada en París y contratada para tender el cable, refirió las preguntas que hizo la AP a la empresa cubano-venezolana Telecomunicaciones Gran Caribe S.A., donde un funcionario indicó que necesita la aprobación del Ministerio de Ciencia y Tecnología venezolano para hablar del proyecto.

El Ministerio no respondió a las peticiones de entrevista hechas por la AP.

Diplomáticos en La Habana dijeron que varios funcionarios cubanos corruptos se apropiaron de millones de dólares del presupuesto del proyecto.

Un alto ejecutivo de la empresa de Alcatel-Lucent dijo que los franceses cumplieron con el contrato. “El cable debe estar conectado a algo o no va a funcionar”, indicó el ejecutivo que también habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a discutir un proyecto tan sensible políticamente.

Las autoridades cubanas y venezolanas contactadas por la AP no quisieron hacer comentarios.

Controlar la información o eliminar desigualdades

Para los críticos la demora y el “filtro” a algunas páginas constituyen ejemplos de cómo el Gobierno pretende controlar la información.

“Tienen miedo de él (del cable)”, dijo Larry Press, un profesor de sistemas informáticos de la Universidad Estatal de California Dominguez Hills, en relación al protagonismo de la Internet en los alzamientos de Medio Oriente. “Ellos no quieren una ‘Primavera de Cuba’, por así decirlo”.

Pero para las autoridades y los blogueros que defienden esa política, la distribución social mediante los trabajos y universidades y no por la capacidad de pago de un recurso tan escaso y caro, es clave en el modelo isleño de igualdad.

“Cuba ha privilegiado el acceso social porque es la manera de garantizar que los limitados recursos que posee impacten con mayor efectividad en los sectores que más pueden beneficiar al país: la salud, la ciencia, las universidades, la cultura”, explicó a la AP el bloguero Iroel Sánchez.

Desde la mirada oficial, el avance de Internet a nivel mundial trasladó las rivalidades ideológicas y la polémica sobre Cuba a la red y ha generado una suerte de “ciberguerra”.

A comienzos de 2011 un vídeo filtrado mostró a un supuesto analista informático cubano del Ministerio del Interior explicando supuestos planes tramados desde EEUU para desacreditar a Cuba en internet.

En 2011, el contratista estadounidense del Departamento de Estado Alan Gross fue condenado a 15 años por atentar contra la soberanía cubana al intentar armar una red de conexión satelital a Internet sin permiso gubernamental usando a la comunidad judía para introducir ilegalmente al país los equipos necesarios.

En 2009, el presidente Barack Obama autorizó a empresas estadounidenses a enlazar a los dos países por fibra óptica o satélite. Pero el posterior entramado legal que suponía dejó en suspenso esa posibilidad.

“Como país subdesarrollado en el marco del embargo de EEUU es comprensible que Cuba diseñe su propio programa para conectarse a la red en base a sus propias características”, dijo a la AP el economista Arturo López-Levy, de la Universidad de Denver. “(Pero, si) como algunos informes indican hubo un caso de corrupción, el Gobierno debería… hacer rodar cabezas por el escándalo”, no sin antes dar una explicación “clara y abierta”.

Actualmente no es posible contratar en la Isla una cuenta en Internet aunque se tenga el dinero, salvo que se obtengan en centros de trabajo y universidades. Los hoteles son los únicos lugares donde se puede acceder a la red de manera rápida pero a siete dólares la hora.

Lo cierto es que la actual falta de transparencia gubernamental sobre el cable submarino y la conectividad indujo a algunos a considerar que el cable estaría en operaciones aunque las autoridades lo usarían de manera discrecional.

“He oído que ha aterrizado (el cable)”, dijo Press. “Recibí un par de personas que me dijeron que creen que algunas oficinas de gobierno están conectadas al mismo”.

El bloguero cubano Yohandry Fontana reportó que a finales de 2011 un grupo de personas asistió a un foro restringido sobre redes sociales organizada por las autoridades y donde aseguraron que el tendido estaba en funcionamiento.

Pero incluso operativo, el cable no sería la panacea por sí solo explicaron expertos como Press.

“Si el resto de la cadena no está allí, el cable es irrelevante”, dijo Press para quien además se debe contar con una inversión de capital en infraestructura enorme para echarlo a andar.

A ciencia cierta nadie sabe si el cable funciona, y si presta o no sus servicios.

“El fracaso del Gobierno cubano para lograr ese objetivo es una de las peores situaciones gestionadas por ellos, agravada por un fiasco peor de relaciones públicas para hacerle frente”, dice el economista López-Levy.

Publicado en Cubaencuentro

China de Mao, China de Deng…

Por Isidro Estrada

HAVANA TIMES — El colega Pedro Campos acaba de publicar un artículo en este espacio, en el cual, según entiendo, enfila todas sus armas teóricas contra el modelo de desarrollo que prima hoy en China.

Quiero partir de aclarar que no intentaré una defensa a ultranza de los fundamentos de este modelo, ni mucho menos, pues Pedro lleva buena parte de razón en lo que afirma cuando ubica algunos de sus pecados originales.

Sólo que, al leer su apasionado alegato anti-capitalismo chino, noto que pasa por alto ciertos factores históricos, que no pueden perderse de vista si se procura una visión un tanto desprejuiciada del tema, a favor de un saludable equilibrio.

Luego de vivir más de quince años en esta tierra, creo que algo he aprendido al respecto.

Lo primero que quisiera señalarle es que, en su afán por demonizar al “socialismo de mercado” que hoy impera en estos lares, Pedro casi santifica el período maoísta, presentando los cambios que se gestaron bajo el liderazgo de Deng Xiaoping como una traición virtual y amañada contra lo que alguna vez los chinos denominaron Pensamiento Mao Zedong, que en ciertos momentos devino casi religión de Estado, al mejor estilo de los dictados de los ayatolas iraníes.

Tomar partido a favor de Mao en detrimento de Deng, no ayuda a dilucidar el cómo y por qué China ha recorrido un sendero de cambios de más tres décadas, el cual, como saldo más destacado y positivo – obviando por un momento los pecados a que ya hice referencia -, hoy la ubican en el segundo escaño económico mundial.

Mucho menos contribuye a una visión balanceada afirmar palmariamente que Deng fue “sancionado en vida de Mao Zedong por desviaciones pro-capitalistas”, pues en el fondo de la prolongada purga política maoísta – y de eso se trató en esencia el castigo – hubo mucho más que un mero rechazo al sistema “enemigo”.

Las represalias contra personas como Deng se inscribieron en una cacería de “desafectos”, que comienza con el Movimiento Antiderechista de 1957 y no culmina hasta 1976, con la muerte de Mao y, de forma coincidente en fecha, con el fin de la traumática Revolución Cultural, que el propio Gran Timonel desencadenara en 1966.

Más que procurar la pureza del Socialismo (según se aparentaba en la superficie), Mao y sus acólitos de ocasión hicieron lo indecible durante casi dos décadas por sacar de circulación a cuanta persona con un poco de visión se opusiera a sus desastrosas políticas colectivistas y campañas tan hiper-ideologizantes como inútiles.

Y para ello Mao se servía sin empacho del culto a la personalidad, mediante el cual fue encumbrado como un emperador más (y no exagero), capaz de situarse por encima de cualquier otra autoridad, la Ley y el Partido incluidos, y de dispensar condenas y perdones según su particular arbitrio.

Para 1976, al fallecer el llamado Gran Líder, China se hallaba al borde de la total paralización económica. La “solución biológica” llegó oportuna, ofreciendo a la sección más moderada del Partido Comunista la posibilidad de deshacerse de los elementos maoístas más recalcitrantes, cuyos empeños – en especial durante la RC- habían colocado al país al borde la guerra civil, dinamitando de paso, y en buena medida, las bases sociales y culturales de la milenaria China, y poniendo en peligro la supervivencia misma del Partido que los grupos más extremistas afirmaban defender.

Es decir, que los reformistas (y otros que no lo eran tanto, pero al menos cohabitaban con el realismo), recibieron como herencia del Gran Líder un país semi-arruinado, hermanado con el atraso en casi todos los órdenes de la vida y marcado por un cisma ideológico.

A los comunistas de entonces se les planteaba la disyuntiva de mantenerse atados al carro del maoísmo sin Mao, lo que suponía llover sobre mojado, o emprender un nuevo camino, que sacara al país del marasmo económico, político, social y cultural en que el maoísmo lo había hundido.

Sin hoja de ruta precisa para comenzar a andar, las nuevas autoridades no tenían otra alternativa que echar mano al ancestral sentido del pragmatismo asiático, tanteando cuanto sendero les resultara factible, combinándolo con una buena dosis de los preceptos confucianos sobre los cuales se ha asentado la vida china por más de dos milenios.

A finales de los 70 todo era pura especulación sobre el rumbo que tomaría China en lo adelante. No había modo de saber, a ciencia cierta, cuál de los “ismos” rescataría al país de los brazos del desastre.

Pero, ojo. Renunciar a las funestas prácticas maoístas no implicó condenar a Mao. No al menos en su totalidad. De ahí el eufemismo oficial, que cita Pedro Campos, de resumir en un “70% de hechos positivos y un 30% negativos” la trayectoria del Gran Líder, relación que, a mi modesto juicio, funcionaría mejor a la inversa, pues solo pasando a “mejor vida” detuvo Mao su cadena de monumentales meteduras de pata.

A este tenor, las nuevas autoridades decidieron sacar experiencias de la “desestalinización” iniciada en la URSS en 1956, bajo el liderazgo de Nikita Jruschov, que a la larga desembocaría en el estancamiento brezhneviano, por lo cual los chinos optaron por no invalidar totalmente a Mao.

Hasta han conservado casi todas sus estatuas y el gigantesco retrato de la Tribuna de la Plaza de TianAnMen, pero con el obrar de cada día han ido refutando en la práctica casi todo su funesto legado.

No sólo la jerarquía

Hay un hecho de aquella época, que no por anecdótico deja de ser revelador, sobre cuáles eran los tiempos que se avecinaban en la nación asiática, donde a zancadas se desmoronaba el predominio de la palabra absoluta del líder a favor de una opinión más consensuada. Y esto no sólo ocurría entre los jerarcas del Partido y el Gobierno.

En 1978, en una rústica vivienda de adobe de la aldea de Xiaogang, en la oriental provincia china de Anhui, 18 campesinos se reunieron en tono de conciliábulo para cometer una herejía. Tras escribir sus nombres sobre un pliego de papel, estamparon con su propia sangre sus huellas dactilares al pie.

Aquel documento los comprometía a renunciar a la colectivización forzosa que el maoísmo había decretado sobre las tierras de todos los labriegos. Hastiados de pasar hambre (y de incluso morir de ella) en nombre de una utopía inalcanzable e impuesta, juraban dar la vida si era necesario a cambio de no cejar en administrar, a su cuenta y riesgo, las tierras que laboraban de sol a sol.

Cuando aquella iniciativa, que en vida de Mao habría conllevado una condena a muerte automática, llegó a oídos del Partido, hubo un revuelo. El propio Deng, empero, se encargó de calmar las aguas, cuando dijo que aquello era “un gran aporte de los campesinos chinos.”

Tomando muy en serio el “juramento de Xiaogang,” en 1982 el Gobierno daba carta blanca a lo que desde entonces sería refrendando como “sistema de responsabilidad familiar sobre la tierra”.

Así, a instancias del campesinado, del que Mao un día se había declarado abierto aliado y defensor, pero a los cuales dejó finalmente sin alimentos, comenzó la reforma china. Y lo hizo en dirección opuesta al discurso del Gran Líder.

De tal suerte, dejaban de existir las comunas campesinas, en la cuales Mao reagrupó las tierras repartidas durante la Reforma Agraria que siguió a la Revolución china en 1949.

Dichas comunas habían alcanzado su apogeo al calor del frustrado Gran Salto Adelante, que Mao decretó en 1958, con el fin declarado de hacer de China una potencia mundial. Con dicha campaña se produjo la definitiva colectivización de las tierras, junto a la tala de bosques y reconversión de parcelas productivas en improvisadas fundiciones de acero.

Al cabo, las condiciones de vida del campesinado chino se deterioraron hasta desembocar en una hambruna que, de 1960 a 1962, dejó como saldo de 35 a 40 millones de muertos, según diversas estadísticas cotejadas en China y en el extranjero.

Muchos comunistas estaban conscientes de la culpa de Mao en este desastre. Pero a los pocos que se le enfrentaron sólo les quedó la opción del ostracismo político y social, con frecuencia condenados como “perros capitalistas” o “revisionistas al servicio de Moscú”, pues en China siempre se temió más al “imperialismo” soviético que al estadounidense. Así funcionó en esencia la sociedad china hasta la muerte del Gran Timonel.

En respeto al espacio he tenido que obviar múltiples matices, datos, consideraciones y coyunturas. Tampoco me es posible asumir en pocas palabras las luces y sombras del actual proceso de reformas.

Sin embargo, lo esencial para comprender lo que hoy acontece en China estriba en admitir la inviabilidad de las propuestas maoístas. A la postre, ni fueron sinónimo de auténtico socialismo, ni produjeron verdadera prosperidad.

A Mao hay que reconocerle, eso sí, la creación de un poderoso partido, la derrota de las fuerzas imperialistas invasoras extranjeras y de las locales semi-feudales, así como la unidad de la nación en una república de nuevo contenido, que restituyó el sentido de orgullo nacional de millones de compatriotas.

Lástima que con el paso del tiempo, como decimos los cubanos, lo que hizo con la cabeza lo fue desbaratando con los pies.

!Internet libre para los cubanos sí!, pero…¿con qué culo se sienta la cucarach a?

Carlos Alberto Pérez
Hace algunos días está circulando por la red una supuesta Resolución Ministerial del MIC donde finalmente se aprueba la Internet y el correo internacional para los cubanos. De ser así, ¡perfecto!, atrasados estábamos, ahora bien, ¿por qué esa manía de cobrarlo todo en CUC y no en la moneda que tiene establecida este país como “nacional”, misma que se utiliza supuestamente para acceder a los servicios indispensables que ofrece Cuba a sus ciudadanos?
Darle Internet a los cubanos a un precio de 6 cuc por hora y correo internacional a 1. 50 no sería más que otro robo institucional del monopolio ETECSA y el Ministerio de la Informática y las Comunicaciones.
Me importa un carajo que la inversión haya sido millonaria, o que el servicio pueda colapsar si se libera a bajos precios, lo que sí me importa es que como en cualquier país del mundo yo pueda tener acceso libremente a una Internet decente con mi mísero salario mensual, como también lo pueda tener un científico, un maestro, un artista o un trabajador de servicios comunales.
Creo que si realmente esta resolución llega a ver la luz y se hiciera oficial algún día, tanto el MIC, ETECSA, como el Estado cubano, tendrían mucho que explicar a este pueblo que apenas le alcanza su menudo para mal comer y vivir.
¡Revolucionariamente!
Carlos Alberto Pérez
La Chiringa de Cuba

http://lachiringa.wordpress.com/2012/05/18/internet-libre-para-los-cubanos-si-pero-con-que-culo-se-sienta-la-cucaracha/