Por Yasmín S. Portales Machado
Apenas se cuelga el teléfono y compruebo la bandeja de entrada: “Fincas en la web”. ¡Ay! Esta se tostó y ahora se va para el campo a reportar el avance de la 259 contra tanto burócrata del MINAGRI que en su vida vio un arado. Pero me equivoqué, lo que apenas vislumbré ayer en Cubadebate lo superara tan rápido que mis más desesperados sueños se tornan vómito de pusilánime.
Claro que si, ¿para qué irnos a Foz de Iguazú, en Brasil, y regalar los 100 reales que no tenemos para arreglar la casa? ¿Para qué ponernos en fila por la canalita de ponencias y wifis? ¿Para qué intentar explicarles de bloguear a ciegas por e.mail, del misterio de la intranet y de los servidores de la bicentenaria Universidad, siempre a punto de caerse? ¿Para qué bailar jotas, si de lo que se trata es de que “el son de todos no va a parar”?
Seamos realistas, soñemos el imposible Encuentro Nacional el que podremos reconocernos en nuestras pasiones políticas, estridencias sexuales, disidencias melódicas e irracionalidades con la melanina, en nuestra diversidad, nuestras limitaciones y nuestras creatividades para poner las voces de muy Adentro en el Afuera compartido de la plaza pública. Si se hizo en septiembre de 2008, ¿qué nos impide volver a vernos las caras? ¿Que somos muy diferentes en gustos e intereses?, a ese argumento opongo la opinión del Apóstol que “la libertad vive de respeto, y la razón se nutre en la controversia” (Obras Completas, vol 8, p. 442)
Ya estoy inscrita en el II Encuentro Nacional de Blogs sobre y desde Cuba -lenguaje inclusivo, que si no les acuso de machistas y les tiro a Negra Cubana encima. Es más, armo una mesa con quienes gritamos contra el patriarcado en la web. Y también llevaré cartelitos de “I ♥ you” cuando hablen de sus experiencias bloguers que dicen “amo esta Isla” en cada post criticón y conflictivo.
Fijemos una fecha para la blogui-cumbancha.