Cómo recibió la Habana la muerte de Chávez

Por Erasmo Calzadilla

Ayer, cuando anunciaron su muerte yo estaba en pleno centro de la ciudad y pude captar el espíritu con que se recibió la partida del presidente.

No sé en el interior de su alma, pero la gente en la calle no parecía demasiado afectada por la novedad. Era un día como otro cualquiera salvo porque la noticia estaba en todos los televisores.

En la Habana del centro es muy común que las puertas y ventanas que dan a la calle permanezcan abiertas hasta tarde en la noche. No es necesario hacer una encuesta, caminando por la acera se puede saber cuántas pulgadas tiene el televisor de la familia y qué programas prefiere.

Y ayer al caer la noche casi todos los hogares sintonizaban programas venezolanos referidos al deceso del mandatario. Había tanta sincronía que el clamor de sus emocionados partidarios colmaba el ambiente sonoro de las callejuelas de la ciudad.

Pero era un clamor extraño, ajeno en una Habana que parece hastiada de lo político. Tal vez por eso no duró demasiado. En cuanto apareció la novela brasileña, auténtica diosa de la familia cubana, las voces del doblaje mexicano inundaron el solar.

Una de las personas más emocionadas que vi con la muerte de Chávez fue a mí mismo. Continue reading