Por Francisco Rodríguez Cruz (Paquito el de Cuba)
Qué extraña casualidad, tanto Juventud Rebelde como Granma —los dos diarios de circulación nacional— citan este jueves en sendos comentarios el artículo 36 de la Constitución que define al “matrimonio como la unión voluntariamente concertada de un hombre y una mujer” ¿Será una contraofensiva a la IV Jornada Cubana contra la Homofobia que recientemente concluyó con todo éxito en el país?
¿Les inquieta a algunos sectores que nuestra sociedad asuma finalmente en la letra de la ley la existencia real, pero negada en la legislación, de otros modelos de familia no tradicionales, carentes de protección legal y derechos jurídicos?
En el caso específico del comentario Educación sexual, ¿asunto familiar? me parece muy sintomático que su autor sea Doctor en Ciencias Físicas, del Departamento de Física y Electrónica del Instituto Superior Pedagógico «Juan Marinello», de Matanzas; sin dudas una especialidad muy afín con el tema que aborda.
Su tesis, en esencia, equipara muy sutilmente el respeto a la educación familiar con la facultad de escamotearles información sobre sexualidad a la niñez y la juventud en el sistema escolar, uno de los actores más resistentes según especialistas de CENESEX a la aplicación del Programa Nacional de Educación Sexual en los distintos niveles de enseñanza, de forma transversal, con enfoque de género y basado en los principios de igualdad y no discriminación.
Y en Matrimonio: protección jurídica nos conminan a todas y todos a casarnos y a “detener la crisis actual del matrimonio en nuestro país”, pero casi sobrentendiendo que la única combinación posible de pareja legalmente constituida será hasta el fin de los tiempos entre un hombre y una mujer y que ese es el único modelo de familia que las leyes cubanas admiten ¿y admitirían?…
No creo en tantas casualidades en un solo día… Ojalá yo esté equivocado, pero todo esto me resulta muy sospechoso.