Carta de un viejo que no se fue…

Por José Antonio Gómez

(Camagüey, Cuba)

He seguido con sumo cuidado las respuestas en forma epistolar con que varias personas han respondido la Carta a un joven que se va del señor director de la revista Temas. No es mi intención hacer valoración alguna acerca de su argumentación, ni la de las personas que le responden, expreso eso si, que hay respuestas de alto vuelo.

Recuerdo haber leído alguna vez que Camilo Cienfuegos fue uno de los jóvenes que viajó a EE.UU en busca de mejores condiciones de vida, de libertad, huyendo de la represión del gobierno de Fulgencio Batista. De USA fue deportado, volvió, y de allí se fue a México para ser uno de los hombres que vino en el Granma en 1956 para eliminar el estado de cosas existentes en la tierra de José Martí en realidad insostenibles.

Luego de una cruenta guerra civil los expedicionarios triunfaron, establecieron un gobierno e iniciaron una nueva etapa en la historia de Cuba. Hubo grandes mejorías, tan grandes que nadie puede ocultar.

En los inicios de esa revolución triunfante se fueron numerosos personajes vinculados al gobierno defenestrado, burgueses, propietarios, profesionales, entre otras personalidades que no gustaban del nuevo régimen lo cual era lógico pues una clase social desplazaba a otra. Sin embargo si logramos toda, o casi toda, la justicia cabe preguntarse: ¿Por qué la migración no cesa? ¿Por qué una parte importante de nuestra juventud no ve otra posibilidad de realización que abandonar su país? ¿Qué generalizo? Si, generalizo: los que están, quieren o quisieran irse, suponiendo encontrar mejores condiciones de vida. Los que se quedan no logran, en general, crearse un proyecto de vida por el cual trabajar. La desmotivación es un mal generalizado.

Tengo cumplidos 77 años y llevo más de 50 luchando u oyendo hablar de luchar, para que las futuras generaciones tengan un futuro mejor, para que cada matrimonio tenga su hogar; el enfermo, hospital; el niño, escuela; el joven, universidad; para que el quien desee tomarse un vaso de leche pueda hacerlo. Nada de esto hemos conseguido plenamente. Continue reading