abril / april 2013
Pechblenda nace como una necesidad de generar un espacio adecuado a nuestras necesidades en Calafou, un espacio TransHackFeminista no patriarcal en donde el aprendizaje surge de la experimentación cruda (reparación electrónica y de electrodomésticos, experimentación con turbinas, bio-electro-química), de la auto-formación de donde emergen conocimientos libres.
En Pechblenda los comportamientos maxirulistas, asistencialistas, invasivos y patriarcales NO son bienvenidos.
Hartas del polvo mugriento, monótono y aburrido, de las atmósferas inertes, irrespirables, competitivas y excluyentes, de la información semiliberada y, por tanto, totalmente bajo control, poder y decisión de maromos encogidos de hombros por su enorme infantilismo y egocentrismo.
Cansadas de cuerpos reprimidos, impenetrables y “homogenéricos”, reseteamos y migramos nuestros cuerpos,códigos modificables lubricados y fluidos, lejos de tan triste panorama.
Cansadas de la manipulación inservible y recursiva de la información, estudiamos, construimos y fallamos en todo lo que nos rodea con fines múltiples, monstruosos y odiosos. Desde la expansión informativa hasta la mutación dispositiva, deseamos hackear y recodificar todo aquello que se encuentra estática y estrictamente programado, social y tecnológicamente impuesto.
PECHBLENDA se inocula en nuestras venas como antídoto destructor de la arrogancia heteropatriarcal que nos rodea. Un disturbio, una distorsión electrónica transhackfeminista.
Hemos encontrado el lugar para nuestros rituales,
lo habíamos soñado, escrito en ciencia ficción.
Ahora lo habitamos
con la potencialidad del alto voltaje,
con la intensidad de las tinieblas;
despegamos unidas con deseos comunes, con nuestras diferencias.
Las paredes tiemblan y el agua penetra los ínfimos agujeros,
se expande cual código indescifrable excitándonos las neuronas;
cambiamos el rumbo aparente del acontecer de las cosas transitando antimelodías,
el noise como apertura aritmética, fuera de lo homogéneo y calculado,
el ruidismo como fuente de alimentación hacia la experimentación ilimitada.
Si no podemos generar noise no es nuestra revolución.
Performance improvisada
creando y descifrando códigos,
construyendo máquinas híbridas.
Beat roots y oscuros paisajes mutantes
que devienen secreciones incontroladas de nuestros deseos.
Electronáutica y bioelectricidad que saturan el entorno químicamente
el olor a ácido de nuestras hormonas sacude el espacio,
resituadxs entre cables, resistencias, condensadores y líquidos corrosivos.
Natura y tecnología no son cosas diferentes,
la natura fue a las brujas lo que la tecnociencia es para nosotrxs, las cyborg witches.
Nos infiltramos en la máquina con las manos, el sudor y la atención dispersa,
nos preparamos para una verificación inexacta donde el error aparente es deseado,
donde FXLLAMOS, somos.
Somos putones geeks,
cyborg zorras.
Devoramos Haraway y Asimov,
Preciado y manuales de Python,
Itziar Ziga y Neil Sthepenson,
Margulis y Despentes,
hackmeetings y jornadas transfeministas,
electronica DIY y bricolaje sexual;
absorbemos pdfs sobre teoría de la electrónica
escuchando psicofonías del entorno;
leemos y diseñamos circuitos,
y experimentamos con ellos en nuestros cuerpos.
Chillamos noise y akelarres cyborgs,
soldadura y alquimia;
escupimos performances e instalamos gnu-linux,
frikeamos reciclando y reparando hardware en tetas.
Nos reímos de todo, de nosotrxs mismxs…
Nos repugna lo políticamente correcto.
Parodiamos lo socialmente entendido como femenino y masculino.
Cuestionamos la identidad de género que nos asignó el sistema,
la exageramos, la ridiculizamos.
Extremadamente sexuales, irónicas, sarcásticas,
nos encanta la fiesta, no dormir si nos apetece,
drogarnos si nos sale del coño,
tanto para irnos con nuestrxs amigxs
como para acabar un circuito
o improvisar una jam noise ad infinitum.
Nutridas por el pornoterrorismo y la cultura libre,
sabemos sacar garras y dientes cuando hace falta.