Category Archives: ninihilisme

Hegemonía Desituada

Diran l@s posmodern@s que un signo de si mism@s sea la no conclusión de los discursos. Ya no hay discursos absolutos, doctrinas acabadas que sirvan para todo. Eso dicen l@s posmodern@s y como no vamos a estar en desacuerdo con ell@s. Patente es que las doctrinas absolutas imperantes, que haberlas las habrà, nos dejan con el mismo dolor de espalda que el resto y los mismos mínimo 1000 unidades monetarias para reemplazar una muela podrida. El problema -y valga sea dicho el interés- no està en la falta de doctrina absoluta que ya des de Spinoza y su Ética se viene proclamando, sinó más bien en la falta de finitut en los articulos mismos, incluso en los más breves aforismos.
La posmodernidad avanzada, aquella que podria decirse, no sin falta de originalidad, posposposmodernidad, no termina nada tan en absoluto que no se sabe si alguna vez llegó a empezar algo. Así por ejemplo cuando empieza algo y le pone un título, digamos al caso y por ejemplo “Filosofias de Impoderes y Resistencias”, no le sigue, castigo de los tiempos, un texto que de cuenta del título sinó màs bien como otro título de lo que le viene antes así como por ejemplo: “Manifiestos Incendiarios para Viej@s Activistas”. Que hacer entonces, tirar el primer título y seguir por el segundo que a todas luces parece tener un tiron más comercial. Claro. Pero que sucede que en la escritura no sucede sinó la aparición de un terrcer título este sí, incendiario y antiimpoderista a toda piñona: “Hegemonia Desituada”. Tal cual sin plurales, aunque quizá eso sólo sea un error ortogràfico que los hay y muchos -signo preclaro de la posposmodernidad al menos.
Claro que ante tal verborrea siempre podemos declarar solemnemente que nunca fuismos posposposmodernos, que más bién siempre fuimos deleuzianos y que lo que esta sucediendo es claro y no es más que el surgir de una superficie textual en la que la titulación aunque sea ful, en algunos casos, sólo refleja las singularadidades que se plegaran o se plegaron para formarla. Que por supuesto no podemos estar siempre diciendo a la vez lo que decimos y como lo decimos. O sea que si plegamos el mapa para que nos quepa en el bosillo y debemos leerlo entonces lo leemos por los pliegues o por los dibujos y, no podemos decidirlo sin antes conocer el lugar al que vamos, y como conocerlo si no hemos ido o de haberr ido pra que el mapa…
En el surgir del texto, entre los títulos sucesivos un personaje conceptual aflora la napia con resiliencia: l@s viej@s activistas. Cabe primero distinguirlo de l@s activistas viej@s que podria también serlo pero no es necesario para lo que aqui nos atañe. Así a esta napia que le sigue un cuerpo viejo, en deceso, transitando el post, o mejor los post, como a la deriva del barco que va perdiendo sus aparejos y que sin embargo sigue navegando. L@s viej@s activistas, devenid@s activistas no se sabe si ya de antes o de nuevo cuño, dada la precariedad propia de la provecta edat. Por qué viejo? Pues pues por deleuziano también es spinozista y en tanto lo segundo pues el universo infinito e indeteerrminado, por lo cual incognoscible si bién autodinamizado en si mismo dejando el actor como un paciente a la merced de los derechos igual a los poderes o lo que és lo mismo si con el poder va el derecho entonces l@s viejas activistas maread@s ven mermar sus derechos y entonces, es cuando ante el decaimiento que se les avecina, como una repetición conocida, pues ajá! manifiesto incendiario. O como no incendiar aquello que l@s hace viej@s aquello en lo que los impoderes parecen arremolinarl@s llevandol@s a la cola de los tiempos. Y las resistencias son las resistencias de los huesos y los musculos y las redes neuronales atrofiadas. Pues si en el spinozismo la esperanza estaba en el conocimiento de las singularidades, más como un esteticismo o sentido de la pelea que como otro cosa. Y eso, que más es bien nada, también es sustraido ya que, en la viejitud, es norma el olvido y los conocimientos adquiridos en la vida más que articular una red de guirnaldas con las que ir a bailar a las fiestas de los repartos de las bienaventuranzas no son más que artrosis, alergias, fiebres y otros cansancios de demasiado trotead@s.
El fuego, el regreso y la invocación del fuego en un manifiesto, como para reinventarse, como para quemar todas esas dolencias que habria que nombrar, nombrar como hegemonias desituadas. Por qué? Porque solo ardiendo aquello en lo que se sustentan el amasijo de senctudes, viejismos y fosilizaciones cabe el regreso de lo otro, lo no aún sabido, el tiempo por venir, las cosas de la juventud que tan lejos paran y que sólo ellas no siendo ya prótesis, ni viagras, ni complejos vitaminicos pueden alargar el vivir de algo que parece ser abandonado dia en dia.
Allí en la bajeza de la necesidad, en la superabundancia de la no ya perdida posible, no la guerra sinó el manifiesto incendiario como piromagia sobre el mal cuando otra práctica ya no alcanza. La guerra que todo lo cruza es para jovenes que reconfían aún en su energia para la victoria. Los tiros lejanos de l@s activistas viej@s, versan sobre esa guerrra que siempre se esta guerreando ya pasada aún por venir, como para reiniciarla o derrrotarla, como para instalarle el juego en que tod@s ganan y morir así con el juego en que algun@s ganan y otr@s envejecen antes de desaparecer.
Y esa guerra siempre guerreada la que se desitua pese a ser hegemonica pues solo a l@s viej@s actictivistas atañe y no más quieren no enemistarse con l@s jovenes que les mecen y les mastican la comida sino con el varullo de sus traqueteosseniles perdidos en el tiempo.
Un@ joven activista grabadora en mano pregunta a l@s decrepit@s en su lecho de muerte agotadas las rejuvenecientes pocimas viagreras hace ya milenios. Brillan los ojos de las casi muerrtas, una última oportunidad, a caso:
– Cuales fueron sus guerras?
– Mis impoderes se debatieron en derrrota entre aquell@s deseantes de propiedad y aquell@s anticomunistas, entre aquell@s de sexualidad productiva y aquellas de sexualidad esteril, lujuriosa, vacia, entre aquellas del no hacer como forma del no herir i aquellas del hacer como forma del crear, entre aquellas que amavan la rápida verdad y aquellas que tartamudeando a la espera de la luz nunca la consiguieron.
Todo ha sido dicho de repente el Manifiesto Incendiario reclama bosques, leña, carbon, piroflautas. L@ joven activista, enchida de energia y ceguera añade ignifuga:
– Podria explicarse?
– Naturalmente, más no ahora que debomos ir a comer del elixir de la juventut a dos carrillos.

Els no existents pensaments

Els no existents pensaments i les no existents pensadores i pensadors que els encarnaren o encarnen. La història d’aquelles que pujades a una escala o penjades d’un balcó, amparades en la no existència que els donava aquest seu pensar furiós, varen pintar el graffitti del que parlavem a l’anterior post.
Com el Vicente Guedes del qual Fernando Pessoa dirà:

” […] una das almas mais subtis na inércia, mais debochadas no puro sonho que tem visto este mundo. Nunca -eu o creio- houve criatura por fora humana que mais completamente vivese a sua consciència de si propia. ‘Dandy’ no espírito, passeou, a arte de sonhar através do acaso de existir.
Este livro é a biografia de alguém que nunca tuvo vida.” [1]

Perquè com saber d’aquestes ‘almas […] desbochadas no puro sonho’ fins al punt de de devenir pensament sense existència, si no és en els textos […]  on el pensament viu en la inexistència. I d’entre aquests textos destacar “Livro do desassossego” que Vicente Guedes i Bernado Soares transmetren a Fernando Pessoa i, l’obra de Macedonio Fernàndez que descriu amb magistral humor a “Continuación de la nada” les tragicomiques peripècies d’aquells que en el no-res, el revés activista de la no-existència, fan el seu viure.

Perquè l’existència és només un concepte present en alguns paradigmes discursius. Qui no somia, en una fiblada de lirisme recuperar els mots de Parmènides? aquells on allò que és, és, i, allò que no és, no és, i, no és el no ser. Possiblement mai s’escrigué uns versos tan aclaridors amb una economia tal de conceptes. Amb l’ésser i la negació, en permutacions matemàtiques -l’espiral ja era inventada?- l’impuls inicial tan simple no ha deixat, des de llavors, de giravoltar en els pensaments que s’hi acosten i s’hi acostaren. I d’alguna manera en aquesta energia va sorgir l’existència. Puix es feu palés que hi havia entitats, coses, que si ve no eren en el sentit que Parmènides doná al no-ser, alhora eren d’alguna manera evident a una espectadora atenta. A vegades, per exemple, tinc a bé recordar aquell somni on dormia placidament fins que venies a despertar-me amb petons. La joia era tal que podia agarrar-m’hi i fer una lentissima tombarella aèrea com si fos un astronauta en un espai sense gravetat. En veritat allò fou només un somni -dirant els guardians de la realitat- mai has estat en un espai sense gravetat, mai has sortit de l’atmosfera terrestre, mai has abandonat l’esfera d’influència de la seva atracció. I, tanmateix, dir que allò no va ser, ho sento com excessivament fals. La sensació quan recordo el somni és encara avui, d’una materialitat tal que pot canviar-me l’ànim en un vespre melangiosament gris. Així, la necessitat d’explicar allò que ens reviu, crea noves distincions en el llenguatge: al ser i al no-ser, els van seguir l’existir i el no existir, el real i l’irreal, el somni i la vigilia i, tantes d’altres. Paraules que ens venen a la llengua quan puges al tren que s’etendú i, sabem que ja res serà el mateix. Que el petó és de comiat que ara venen les nits de llit fred i cendrers plens. I rebusquem un conjur que desfaci el devenir, que torci el camí de la matèria i que tornis. I, a vegades, meravella aconseguim una nova distinció, un nou matís, una nova il·lusió en el buit de la distància, com si cada vinguda demanés una crida nova, com si els camins desapareguessim rera els nostres passos y no poguessim passar dues vegades pel mateix camí. [3] Passatgers sense mapes llençant tramoies de paraules, maquillatges, explicacions, senyals:

“[…]mi afición al lleno de vacíos se me manifestó por entero desde joven. Cuando ya lo era, hice una frase atrozmente literata com ésta: ‘Ido el Sol, el mundo se llena de su ausencia’; después en crónica literaria esta otra: ‘Este libro viene a llenar un gran vacío, con otro’ […] Viniendo, mi libro, querido lector, espero que reconocereis que también és de los que tiene el mérito de llenar un vacío con otro, como todos los libros. Viene a colmar ese gran vacío que han cubierto todas las solemnidades escritas, habladas, versificadas, desde miles de años, tanto vacío que no se entiende cómo ha podido caber en el mundo. Con la diferencia que el vacío que llena con otro mi libro es su verdadero asunto. Hay que descomponer la última de las cinco parejas inmortales: Sócrates y Platón, Plauto y Terencio, Cástor y Pólux, Héctor y Paris, Solemnidad y Esterilidad: cuando lo serio va con lo solemne, es que lo serio no va: lo mío no va solamente porque no es estéril: Por fin tendréis la Nada.” [2]

El no-res i el buit sovint passegen de la mà. Paraules elles de significat inexistent. Hom dirà que el buit clama de quelcom existent al seu voltant que el delimita. El no-res seria el buit sense l’existència delimitant.

Per què el no-res? Perquè, per exemple, Si el món guardés simetria com guarda la memòria dels solsticis en els troncs dels arbres llavors podria tenir sentit que si com molts llibres volen dir coses no duen res molts llibres no volen dir res dirien alguna cosa. I, també, és clar, perquè així donen llum a la pregunta amb que iniciavem aquest llibre sobre el pensar sense existència. Lògicament si el No-res tingui existència encara que sigui conceptualment llavors qualsevol cosa és possible, doncs d’una proposició és pot seguir qualsevol cosa.
Una cosa ben diferent seria creure que per justicia estètica tot condicional hauria de convertir-se en bicondicional. Així quan dic si menjo flors semblo foll implicaria també que quan semblo foll menjo flors. Això darrer potser els astronautes algun dia descobreixin el planeta del condicional enmirallat. O sota una estora una escala a un soterrani de proporcions propicies, tan és. S’ha de posar esment en la incomoditat d’un tal planeta o soterrani. En ell els que mengen si tenen gana no deixarien mai de menjar, els que pinten si tenen pintura posarien empreses de venda de materials per a la decoració i acoloriment de la llar. Del tot enutjos en definitiva per a comensals i pintors.

[2] Macedonio Fernández, Continuación de la Nada, Ediciones Corregidor, Buenos Aires
[1] Fernando Pessoa, Livro do desassossego, ediçao de Teresa Cunha, Relógio d’Água Editores, Lisboa, 2013.

Tagged , , ,

Penso, si bé no existeixo

Tot passejant sense rumb per Lisboa amb motiu d’unes improvisades vacances de quatre dies vaig trobar-me la següent pintada de cinc metres de llarg per un d’ample en la frontissa de la portalada dels baixos d’un carrer cèntric:

Pensomasnaoexisto400

“Penso mas nâo existo”

Si no es poguessin escriures graffittis sense significat llavors en bona lògica sabriem que hi ha un món on l’existència no resulta necessària al pensament.
Hom podria argumentar que ben bé podria donar-se significat a la sentència com se li dona signifcat a un signe. Podrien els parlants d’un llenguatge, decidir que el significat de “penso mas no existo” és estic escoltant una música que no es pot ballar. En aquest cas els parlants usarien la sentencia per a referir-se al tipus de música i no pas per a parlar de la natura del pensament.
En aquest cas la sentència seria considerada un signe atòmic. És a dir la sentència es considera com un tot que ho bé pot ser declinava en els temps del verb o no. En el cas de la sentència atòmica declinable quelcom com “Pensavem si bé no existiem” tendria el signifcat de escoltavem música que no es podia ballar. La mateixa traducció del portugués al català té significat en el cas de les sentències atòmiques declinaves. No així en el cas de les sentències atòmiques pures o no declinaves. Aquestes com per exemple si “Penso mas no existo” la uses una societat secreta de filosofes i filòsofs com a salconduit que dona accés a les seves biblioteques. En aquest cas parlariem d’un signe atòmic pur i les declinacions gramaticals i traduccions de la sentència no permetrien el pas a les biblioteques no tindrien el significat de pertanyer a la societat secreta i poder accedir a les biblioteques de la societat secreta filosòfica.
Tanmateix allò que més encuriosí al turista ocasional fou la sentència entesa com a sentència lògica. És a dir, que el significat de penso si bé no existeixo bé donat pel significat dels seus mots i les relacions gramàticals que entre ells s’estableixen. En aquest cas que l’existència no és necessària al pensament i que aquest pensament sense existència és concreta en un jo. En la primera persona del singular que l’escriu amb lletres majúscules en la part superior de la planta baixa d’un carrer transitat d’una ciutat del segle XXI.

Pensar i no existir; saudade, melangia, estar amb la imaginació en un temps en un lloc en el qual no estem efectivament. No per això desapareix el pensador del lloc on es troba, no per això deixa d’existir, protestaria una cartesiana sentint la seva doctrina amenaçada. Totes hem somiat paradisos, totes hem recordat amb enyorança les compartides rialles dels amants, els dies feliços de la infància, una olor, un instant de mágica plenitud. No per això hem desaparegut de vora l’estufa que ens escalfava en plena crisi de melangia. No per això hem deixat lliure el seient del vago de metro que ens ha catapultat a les carreres de tricicle sota la comprensiva presència d’un avi lector de novel·les de l’oest. Aquesta permanència en l’existència és el que queda ben palés quan amablement la revisora ens desperta del nostre somieg per a demanar-nos el tiquet, quan ens despertem gelats perquè l’estufa fa hores que es va quedar sense llenya.
L’argument de la nostre improvisada cartesiana sembla confondre existència amb presència en l’espai comú d’un cos fisic. M’explico: si considerem que una humana existeix en un lloc quan té una presència amb unes determinades caracterísitiques (per exemple: llenguatge, percepció de l’entorn i interacció amb aquest, consciència, moralitat, etc.) llavors el somiador en els seus trànsits no existeix com a persona humana. Tampoc pot dir-se que existeixi com a persona humana a l’interior del seu pensament, doncs seria característic de la humanitat l’existir en un espai comú amb d’altres humanes.
Llavors, si seguim aquesta darrera visió d’existència ens trobarem que gran part de les humanes i humans haguts i per haver escassament podrà dir-se que hagin existit o existeixin com a màxim, en  breus intervals. I, si així protestés algú estranyat o adolorit en la seva vanitat que es volia perenne existent, només hauriem de contesar-li certament. Certament és ben poca l’existència que d’habitut disfrutem. Som ,en majoria d’hores, espectres; fantasmes que ben just freguen la vida com les plomes de les malhumorades oques freguen l’aroma de la rosa d’un sol dia. Es breu passatge la vida i ben just gran part d’ell ens el passem sense existir: li recordarem al contertuli volgut etern existent tot fent posat de clàssica saviesa i, ja per acabar la conversa amb elegància, farem amb algun escarafall de braços i benevolència complice a la mirada:
-El terme existència és només un terme del llenguatge, una més peça d’un joc lògic, sense més poder que servir d’ajuda a la parla a trencar el silenci.

Tagged , ,