Por Isbel Díaz Torres
El proyecto El Guardabosques ha encontrado más informaciones sobre la tala total de una arboleda de casuarinas en la localidad de Santa Fe. Por el momento, las labores constructivas están paralizadas.
Seguramente muchos lectores conocen que trabajo junto a un grupo de activistas en un proyecto ecológico denominado El Guardabosques. Algunas de estas personas me han proveído de informaciones muy interesantes sobre lo sucedido en Barlovento.
He sabido que los inversionistas de las obras, pertenecientes al Ministerio del Interior (MININT), estuvieron esperando durante casi dos años por el permiso de construcción. También debieron esperar varios meses por la autorización para el movimiento de tierra.
Ese detalle es significativo pues, con tanto tiempo de antelación, pudieron haber informado a las autoridades locales del Poder Popular y a la población sobre sus intenciones. Queda claro que no se sentían en el deber y la obligación de hacerlo.
Según una de las fuentes, que prefirió no ser identificada, la tala realizada posee una licencia de “forestales,” pero no aclaró si se refiere al Servicio Estatal Forestal, que es la entidad encargada de otorgar tales licencias. La arboleda contaba con un ejemplar de Palma Real, lo cual les preocupaba a los militares, por la posible complicación del proceso de otorgamiento de la licencia.