Por Yenisel Rodríguez Pérez
Temprano en la mañana comienzan a llegar personas de todas las edades a la pista de atletismo de la Ciudad Deportiva. Siendo está institución uno de los mayores centro deportivos del país, constituye un excelente indicador para diagnosticar la disposición de la gente común para incorporar el ejercicio físico a su rutina diaria de vida.
Para aquellos que valoramos altamente el poder curativo y profiláctico del ejerció físico, es muy reconfortante ver a personas de todas las edades, clases sociales y un largo etc; acudiendo entusiastamente a los diferentes espacios de la Ciudad Deportiva para practicar deportes o simplemente para realizar ejercicios físicos.
Personas de la tercera edad caminado por las pista de atletismo en grupos pequeños, sumergidos en controversias, llevando a modo de mochila deportiva sus clásicas jabitas para las compras del mes. “Amas de casa,” profesionales y jóvenes cumpliendo los más variados trainings: unos para eliminar o atenuar las secuelas postparto, otros para bajar la barriguita que llega con los cuarenta o simplemente aquellos que buscan resaltar una atractiva fisonomía.
He conocido de mujeres que caminan más de 7 kilómetros todos los días para poder llegar a este centro deportivo donde realizan sus programas de “Ponte en forma.” Otras que engañan a esposos machistas para poder participar de los ejercicios acuáticos que se ofrecen en las piscinas del Centro.
Aunque afectado por situaciones de precariedad infraestructural, en otros centros deportivos de la capital se puede apreciar a la gente acudiendo asiduamente a ellos y con espíritu deportivo.
Más allá de la Ciudad Deportiva existe un sinnúmero de centros deportivos populares en acelerado deterioro. La gente se las arregla para practicar deporte sin detenerse en comodidades o en estéticas de primer mundo.
El apego a ejercitar el cuerpo florece por toda Cuba, sobre todo cuando cuenta con el respaldo de proyectos de promoción bien diseñados, sean estos de iniciativa gubernamental o no gubernamental.
Por ejemplo, se han instalado en lugares específicos de la ciudad un módulo mínimo de equipos para realizar ejercicios. Estos encienden de sobre manera la motivación popular para realizar ejercicios físicos.
Quizás este sea uno de los pocos casos donde la propaganda televisiva, la infraestructura existente y las necesidades de la gente confluyen en un mismo espacio-tiempo, generando prácticas reales y cierto consenso social.
Publicado en Havana Times