La Habana, 27 mar.- Después de narrar parte de la polémica cubana desatada alrededor de los cultivos transgénicos, Carlos Martínez hizo una fuerte crítica a su liberación y extensión en los campos cubanos. Para ello viajó desde Santa Clara a La Habana, donde sesionó el quinto Foro Social Observatorio Crítico los días 26 y 27 de marzo.
En el panel titulado “Ecología, salud y conciencia ambiental”, el joven biólogo denunció las irregularidades en el proceso de autorización para el cultivo de estos productos biotecnológicos, así como violaciones en los protocolos de liberación de los mismos.
Juan Carlos Menéndez, director del Centro Nacional de Seguridad Biológica (CNSB), había declarado el pasado mes de septiembre que “la información del proceso de autorización no es pública; solo el resultado”.
Martínez recordó que las pruebas ya están en manos del CNSB, y propuso ampliar las redes informales de información sobre los transgénicos, y materializar acciones que presionaran a las instituciones responsables a detener ese proceso.
“Los espacios de la prensa nacional no han sido capaces de absorber el debate sobre este tema. Los que estamos preocupados hemos tenido que mover el debate a Internet”, dijo el ecologista.
Cuba ha desarrollado durante veinte años un modelo agroecológico propio y efectivo, paradigma para muchos países latinoamericanos y europeos. No obstante, la Unión Agropecuaria Militar dirige actualmente un intenso y extenso programa de producción de soya con tecnología brasileña en un 90 por ciento.
Varios ecologistas afirman que se trata de soya y maíz transgénicos, aunque el reportaje de la televisión nacional no hace referencia explícita a ello. Lo cierto es que las áreas ya cultivadas demandarán en el 2011 unas 5 800 toneladas de químicos para el control de plagas.
Martínez mostró un calendario cubano que promocionaba el manejo responsable de envases, y entre los patrocinadores de la campaña se encontraban justamente las compañías Syngenta y Bayer Crop Science, empresas transnacionales que promueven y comercializan alimentos transgénicos y agroquímicos.
Para el ecologista “el mayor peligro del proceso de liberación de los transgénicos es que no es participativo; la gente no tiene derecho a decidir qué tipo de maíz o soya pondrá en su plato”.
La primera jornada del Observatorio hizo hincapié en la protección ambiental, por lo que también se promocionó la producción casera de compost. El activista comunitario Erasmo Calzadilla, coordinador del proyecto “Salvadera” en el capitalino barrio del Reparto Eléctrico, compartió su experiencia produciendo este abono orgánico y llamó a la búsqueda de soluciones limpias para los cultivos en áreas urbanas.
Por su parte, la bióloga Ivette Ávila presentó varios cortometrajes de promoción de conciencia medioambiental.
El barrio de Coco Solo, en el municipio Marianao, acogió esta quinta edición del Foro Social Cubano, que culminó su primera jornada con la presentación de Skuadrón Patriota. Los temas del rapero criticaron la situación social, política y económica de la isla, y fueron aplaudidos por las y los asistentes (2011).