Por: Colectivo Autogestionario de Pensamiento Crítico y Culturas Emergentes “Cátedra Haydée Santamaría”
El boletín Por Cuba, servicio mediático del portal Cubarte adscrito oficialmente al Ministerio de Cultura de la República, acaba de circular por email un número especial (Año 10 Número 57 | Fecha 2012-07-13) con la expresa finalidad de solicitar desagravio por ALGUNAS de las acusaciones contenidas en “una saga de textos sobre un mismo tema” aportados por Percy F. Alvarado Godoy. A continuación, reproducimos la totalidad de los contenidos de ese número:
Noticias
A LOS LECTORES DEL BOLETÍN POR CUBA
Por un error imperdonable del equipo de redacción del boletín Por Cuba en su número 56 se publicó ayer como parte de una saga de textos sobre un mismo tema el artículo "OBAMA CENTRALIZA SU GUERRA MEDIÁTICA CONTRA CUBA" (4to y final) de Percy F. Alvarado Godoy, lo que no se corresponde con nuestra política editorial.
Los editores no revisaron con cuidado el texto con el que se finalizaba la publicación. En él se señala a reconocidos escritores cubanos como Lina de Feria, Reyna María Rodríguez, Desiderio Navarro, Víctor Fowler y Daniel Díaz Mantilla, como participantes en planes completamente ajenos a nuestras instituciones de la cultura cubana, testimonio totalmente falso sobre estos destacados intelectuales.
Le pedimos a todos ellos profundas excusas por nuestra superficialidad en replicar este trabajo.
Equipo de Redacción del Boletín Por Cuba.
Fuente: Cubarte
Hasta aquí el texto suministrado por Cubarte. Agradecemos la pronta reacción de su staff ante la situación creada, pero consideramos legítimo formular las siguientes interrogantes:
¿Cuál es el valor real de la información que brinda Percy F. Alvarado Godoy en su “saga”, si no se pudo percatar de que ésta contenía un “testimonio totalmente falso sobre … destacados intelectuales”? ¿Se puede confiar en alguien que logra “meter la pata” de manera tan espectacular, mientras osa advertir “que sabemos más, mucho más. Por ahora, es suficiente”?
¿Cuál es la calidad de un trabajo investigativo (¿basado en fuentes operativas?) si puede ser desmentido por una simple (no superficial) revisión editorial? ¿Acaso ya en primer año de periodismo no enseñan a los estudiantes que las fuentes se chequean, que cualquier información debe ser confirmada? Además, ¿de qué fuentes estamos hablando? ¿Dónde están las pruebas, más allá de tantos adjetivos y corta-y-pegas interminables (con origen mayoritario en el dominio público) de nombres, proyectos, instituciones, “financiamientos” sin siquiera citar un (¡UNO SOLO!) documento? ¿Tiene todo esto algún sentido desde el punto de vista de la labor operativa-investigativa? Y, suponiendo que la base de la “saga” la constituyen fuentes operativas: ¿Qué clase de trabajo operativo-investigativo es ese que genera “testimonios totalmente falsos sobre destacados intelectuales”?
¿Acaso sirve para algún fin un informe operativo si los datos que aporta resultarían DERRIBADOS por una revisión “con cuidado” de su texto por un mero “equipo de redacción” de un portal dedicado al ARTE (¡!), que –presumimos- carece de preparación técnica en materia de Inteligencia y Contrainteligencia?
¿Fuego amigo?
Recordemos que, como ya fue publicado en este blog, no es la primera vez que Percy F. Alvarado Godoy acusa sin fundamentos. ¿Se disculpará en esta nueva ocasión?
Recordemos el triste final del poeta mayor de El Salvador –ROQUE DALTON- acusado por sus compañeros guerrilleros de agente de la CIA, de traidor, y fusilado en plena selva. Recordemos la cosecha de mártires de las más diversas causas que en el siglo pasado cobró el totalitarismo que se escudaba en intenciones socialistas e independentistas. ¿Cuándo, cuándo quienes invocan altos ideales -en los que (presumimos) creen sinceramente- acabarán de aprender que éstos no se conquistan con medios bajos, que la lucha antimperialista y anticapitalista será más eficaz mientras más autonomía –franca y sin miedos- emerja entre la gente del pueblo, que la pluralidad de opiniones, la libertad de expresión, la ausencia de paranoias, el respeto a la diversidad y el diálogo sin ofensas son vacunas eficaces contra los paroxismos totalitarios: que “la libertad no vale nada si con ella viene el deshonor”?
Y, entrando en la cuestión de la racionalidad, eficiencia y transparencia económica, tan importante en estos tiempos:
¿Cuánto paga el presupuesto de la República a Percy F. Alvarado Godoy y a sus colegas por producir informes que culminan en trabajos como la “saga de textos” reproducida en Cubarte? ¿Tiene sentido acaso seguir gastando dineros que son fruto del sudor de trabajadoras y trabajadores de Cuba -¡de nosotrxs mismxs!- en empresas de tan dudosa consistencia, de tan dudosos efectos?
Y ahora, ¡pues hablemos de política!: ¿La “labor” (¿se le puede llamar “labor” al corta-y-pega conspirológico sin pruebas de ningún tipo, mientras se dan “testimonios totalmente falsos” lesivos al honor y a la legalidad?) de personas como Percy F. Alvarado Godoy, acaso no compromete la credibilidad del proyecto de la izquierda, del proyecto socialista, ya tan sufrida por las barbaries totalitarias que en su nombre se han cometido hasta hoy?
Y sobre todo: ¿DÓNDE ESTAN LAS DISCULPAS DEL PROPIO PERCY F. ALVARADO? ¿DÓNDE ESTÁN LAS DISCULPAS POR OFENDER A LOS COLECTIVOS DE HAVANA TIMES, DE LA COFRADÍA DE LA NEGRITUD, Y A TODOS LOS DEMÁS QUE TAN INFUNDADAMENTE OSÓ DENIGRAR? ¿DÓNDE ESTÁN LAS DISCULPAS DE CUBARTE POR LA DIVULGACIÓN DE OFENSAS A QUIENES NO FORMAMOS PARTE DE LA COHORTE DE LOS 5 “DESTACADOS INTELECTUALES” QUE CITA EN SU NOTA DE DESAGRAVIO? ¿DÓNDE ESTÁN LAS DISCULPAS DEL PORTAL REBELIÓN?
¿DESEAN ACASO SEGUIR MANCILLANDO EL HONOR DE LA REVOLUCIÓN CUBANA CON LA VIL INMUNDICIA DE LA MENTIRA?
Esperemos sinceramente que ni Cubarte ni ningún otro portal, sitio o blog que se respeten (que deseen ser respetados) sigan publicando o reproduciendo materiales suministrados por Percy F. Alvarado Godoy.
¡Cerremos filas! Como uno de nuestros activistos le escribía en reciente misiva personal al staff de Cubarte, la participación en cualquier campaña de calumnia (¡quisiéramos equivocarnos sobre la existencia de tal campaña!) debe conllevar consecuencias políticas, administrativas y legales para sus autores y cómplices. Cualquier conato de semejante campaña debe ser atacado por todos los medios necesarios y legítimos hasta conseguir su total desarticulación: hasta las últimas consecuencias.
No decimos “por ahora, es suficiente”. Decimos “¡YA BASTA!”…