Conversaciones con Mariela Castro Espín (partes 2, 3 y 4 final)

Por Salim Lamrani

PARTE 2 – “El PC cubano era el reflejo de la sociedad cubana, es decir machista y homófobo”

El “Quinquenio Gris”

SL: Recordemos ahora el oscuro periodo del “Quinquenio Gris”, entre 1971 y 1976, cuando, otra vez, intelectuales de primera magnitud fueron marginalizados y víctimas de ostracismo por su homosexualidad.

MCE: El ostracismo del cual fueron víctimas los homosexuales durante el “Quinquenio Gris” fue mucho peor que lo que tuvieron que sufrir en las UMAP. Esta etapa sombría tuvo un impacto terrible en la vida personal y profesional de los homosexuales. En el Congreso nacional “Educación y Cultura” en 1971, se establecieron parámetros exclusivos contra los que presentaban una orientación sexual distinta de lo que se consideraba la norma. Así, no podían ni trabajar en el mundo de la educación, es decir ser maestros o profesores, ni en el universo de la cultura. Se consideraba, de modo muy arbitrario, que serían malos ejemplos para los niños y los alumnos y que por lo tanto había que alejarlos de la juventud. Ahora, desde luego no se quedaban sin trabajo, pero no podían integrar esos dos campos y resultaban por consiguiente discriminados.

Fue una experiencia muy dura para ellos. Imagínese el caso de una persona homosexual que deseaba ser profesor por vocación. Se le prohibía el acceso a ese mundo por el sectarismo, la intolerancia de algunos dirigentes y burócratas. Prohibir a un estudiante ser médico u otra cosa por su orientación sexual es inaceptable para toda persona que cree en los valores de libertad y justicia. Esto duró muchos años aunque los homosexuales encontrasen empleo en otro sector. Se les recordaba sistemáticamente su condición de minoría sexual. Algunos vivieron esa situación mejor que otros pero muchos sufrieron ostracismo y discriminación.

SL: ¿Hasta cuándo duró esa política discriminatoria?

MCE: Duró hasta 1976, fecha en que se creó el Ministerio de Cultura. La Resolución que se aprobó en 1971 y que apartaba a los homosexuales de los mundos de la educación y de la cultura se declaró inconstitucional en 1976, tras la adopción de la nueva Constitución ese año. Entonces se eliminó y se adoptó otra política a nivel educacional y cultural.

SL: ¿Cuál fue la postura del Partido Comunista de Cuba hacia la diversidad sexual?

MCE: El PC cubano era el reflejo de la sociedad cubana, es decir machista y homófobo. Un homosexual no podía ser militante del Partido. Cada vez que descubrían a uno lo expulsaban inmediatamente. ¡Hubo un momento en que se excluía incluso a los hombres casados con mujeres adulteras! Continue reading

Conversaciones con Mariela Castro Espín (I)

Salim Lamrani

UMAP: forja de ciudadanos útiles a la sociedad

UMAP: forja de ciudadanos útiles a la sociedad

Mariela Castro Espín ha logrado emanciparse de su herencia familiar. Sobrina de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana, e hija de Raúl Castro, actual Presidente de Cuba, Mariela se ha ganado un reconocimiento internacional no gracias a su apellido sino gracias a su acción a favor del derecho a la diversidad sexual.

Directora del Centro de Educación Sexual (CENESEX), licenciada en Psicología y Pedagogía, titular de un máster en sexualidad, Mariela Castro ha hecho suya la causa de los homosexuales, bisexuales, lesbianas y transexuales y ha permitido que esta comunidad salga de la marginalidad en la cual la había acantonado la sociedad.

La acción del CENESEX ha sido coronada de éxito. Desde 2007, se celebra en Cuba todos los 17 de mayo el día contra la homofobia. El Estado se encarga gratuitamente de las operaciones de cambio de sexo. La homofobia ha disminuido de modo sensible aunque persista todavía en algunos sectores. Finalmente, importantes instituciones como el Partido Comunista de Cuba o el Ministerio de Cultura son ahora aliados de primer orden en la lucha por los derechos de todos.

Mariela Castro se parece a su madre, Vilma Espín. Ha heredado a la vez su belleza natural y su carácter. En efecto, como ilustran estas conversaciones, desprecia soberanamente el lenguaje estereotipado y no vacila de ningún modo en señalar las injusticias que se cometieron en Cuba en el pasado, ni en denunciar los obstáculos institucionales todavía presentes en la sociedad. Su franqueza no suscita la unanimidad en el poder cubano, particularmente en el sector más conservador. Pero, como se complace en recordar, cada vez que el Presidente Raúl Castro recibe una queja con respecto a ella, su respuesta sigue siendo invariable: “Si tienes algo que decir sobre mi hija, ve a verla directamente”. De momento, los críticos no han dado el paso.

En este diálogo no se ha eludido ningún tema, sea la situación de los homosexuales tras el triunfo de la Revolución, las tristemente célebres Unidades Militares de Ayuda a la Producción, el famoso “Quinquenio Gris”, la Fundación del CENESEX, la lucha contra la homofobia, la prostitución, el fenómeno transexual o el matrimonio para todos. Mariela Castro no eludió ninguna pregunta y no impuso ninguna condición previa al diálogo.

Salim Lamrani: Mariela Castro, ¿cuál era la situación de las minorías sexuales en 1959, tras el triunfo de la Revolución, en Cuba?

Mariela Castro Espín: Al inicio de los años 1960, la sociedad cubana era el reflejo de su herencia cultural, principalmente española. Cuba tenía una cultura “homoerótica”, patriarcal y entonces, por definición, homófoba, como todas las sociedades patriarcales. En aquella época, el mundo entero era patriarcal y homófobo, sin distinción alguna, tanto los países desarrollados como las naciones del Tercer Mundo. Continue reading