Conversaciones con Mariela Castro Espín (I)

Salim Lamrani

UMAP: forja de ciudadanos útiles a la sociedad

UMAP: forja de ciudadanos útiles a la sociedad

Mariela Castro Espín ha logrado emanciparse de su herencia familiar. Sobrina de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana, e hija de Raúl Castro, actual Presidente de Cuba, Mariela se ha ganado un reconocimiento internacional no gracias a su apellido sino gracias a su acción a favor del derecho a la diversidad sexual.

Directora del Centro de Educación Sexual (CENESEX), licenciada en Psicología y Pedagogía, titular de un máster en sexualidad, Mariela Castro ha hecho suya la causa de los homosexuales, bisexuales, lesbianas y transexuales y ha permitido que esta comunidad salga de la marginalidad en la cual la había acantonado la sociedad.

La acción del CENESEX ha sido coronada de éxito. Desde 2007, se celebra en Cuba todos los 17 de mayo el día contra la homofobia. El Estado se encarga gratuitamente de las operaciones de cambio de sexo. La homofobia ha disminuido de modo sensible aunque persista todavía en algunos sectores. Finalmente, importantes instituciones como el Partido Comunista de Cuba o el Ministerio de Cultura son ahora aliados de primer orden en la lucha por los derechos de todos.

Mariela Castro se parece a su madre, Vilma Espín. Ha heredado a la vez su belleza natural y su carácter. En efecto, como ilustran estas conversaciones, desprecia soberanamente el lenguaje estereotipado y no vacila de ningún modo en señalar las injusticias que se cometieron en Cuba en el pasado, ni en denunciar los obstáculos institucionales todavía presentes en la sociedad. Su franqueza no suscita la unanimidad en el poder cubano, particularmente en el sector más conservador. Pero, como se complace en recordar, cada vez que el Presidente Raúl Castro recibe una queja con respecto a ella, su respuesta sigue siendo invariable: “Si tienes algo que decir sobre mi hija, ve a verla directamente”. De momento, los críticos no han dado el paso.

En este diálogo no se ha eludido ningún tema, sea la situación de los homosexuales tras el triunfo de la Revolución, las tristemente célebres Unidades Militares de Ayuda a la Producción, el famoso “Quinquenio Gris”, la Fundación del CENESEX, la lucha contra la homofobia, la prostitución, el fenómeno transexual o el matrimonio para todos. Mariela Castro no eludió ninguna pregunta y no impuso ninguna condición previa al diálogo.

Salim Lamrani: Mariela Castro, ¿cuál era la situación de las minorías sexuales en 1959, tras el triunfo de la Revolución, en Cuba?

Mariela Castro Espín: Al inicio de los años 1960, la sociedad cubana era el reflejo de su herencia cultural, principalmente española. Cuba tenía una cultura “homoerótica”, patriarcal y entonces, por definición, homófoba, como todas las sociedades patriarcales. En aquella época, el mundo entero era patriarcal y homófobo, sin distinción alguna, tanto los países desarrollados como las naciones del Tercer Mundo. Continue reading

La PlomoCultura del autoritarismo cubano

Por Marfrey Cruz

…y si a alguien le preocupa tanto que no exista la menor autoridad estatal, entonces que no se preocupe, que tenga paciencia, que llegará el día en que el Estado tampoco exista.
Palabras a los Intelectuales, Fidel Castro, junio de 1961.

Foto: Isbel Díaz Torres

“Echar plomo” en el argot juvenil significa flirtear, ligar, conseguir sexo. Esta frase tan repetida en discotecas, plazas y playas demuestra cómo el ordenamiento militar de la sociedad durante 50 años ha destruido no solo la naturaleza y las fuerzas vivas que necesitamos para nuestro desarrollo sino que ha arruinado el lenguaje y los cuerpos de los jóvenes cubanos. Cuando el “Poder” entra en nuestras camas, es porque de alguna forma, nos hemos enamorado de las cadenas y mordazas de nuestra servidumbre.

El mito guerrero-heroico y el poder simbólico-represivo que ejerce el ente metafísico partidogobiernoestadonaciónrevoluciónpatria en nombre del pueblo, se usan para atemorizar e impedir que la gente se organice y actúe autónomamente para cambiar su realidad y así mantener los privilegios, el abuso y la violencia que lo perpetúa en el poder.

La cultura es la primera víctima y luego una eficiente aliada del autoritarismo cuando se masifica e histeriza. Es curioso que la palabra “autor” sea la matriz lingüística de tanta miseria y muerte (uno de los tantos riesgos de vivir en español). La militarización de la sociedad necesita la sublimación de la violencia como necesaria y característica de la naturaleza humana como lo son la sexualidad y la espiritualidad. Para ello, el Estado convierte al lenguaje en cómplice, ceba y agita los rencores hasta que, muertos, nos re-matamos unos a los otros y luego rectificamos errores. El reclutamiento, entrenamiento, la propaganda y las doctrinas repetidas como eco de nuestra evolución como especie, nos convierte en ciego rebaño que se idiotiza y hasta vuelve “inteligente” el cansancio que elegimos, democráticamente. El “Poder” es disciplinar; corrige, ejemplariza y mata sólo si es necesario. ¡Ah! y si nosotros autorizamos, claro.

A continuación, les comparto algunos casos y frases típicas de nuestra cotidianidad que refuerzan el autoritarismo y el consecuente militarismo de la PlomoCultura: Continue reading