Por Ramón García Guerra
Celebro en esta ocasión un breve artículo de Ana María Ceceña: “Cuba ante los desafíos y riesgos del siglo XXI”. Texto que fuera publicado en Kaos-Cuba (30/05/11).
Dedicaré mi artículo, entonces, a insistir en el análisis de la problemática que discute allí Ceceña. Este análisis lo estructuro en tres acápites: 1) hacer la crítica a una epistemología de centro a izquierda, 2) agregar otros argumentos al análisis, 3) discutir un falso dilema que se plantea. “Vayamos por partes”… diría los carniceros en Méjico.
Carecer de optimismo por miopía.
Siempre es difícil objetar en público a alguien que se encuentra en tu propia trinchera de lucha. Pero sería un hipócrita si dejara de hacerlo. Pronto y breve, digo: La crítica de Ceceña al proceso de reformas en Cuba se queda –entre los oficialistas y los libertarios cubanos– a medio camino. Según mi opinión, Ceceña debió estar metida en “situación” para lograr un análisis más fecundo de la realidad cubana.
Cuando al cerrar su artículo hace la paráfrasis que –dentro el espectro ideopolítico cubano–la situará más hacia la izquierda (hablo de FMH), resulta obvio este “fuera de contexto” por cuanto llega a invertir la lógica del referente que emplea. La batalla ideológica y política de FMH se realiza en un campo semántico que este guevarista maneja con singular destreza.[Una virtud que distingue a FMH es haber hecho entender a los obcecados el rumbo errático que han seguido y, ahora mismo, aquel absurdo de sociedad en que todos estamos metidos. Todo ello sin renegar de sus ideales ni aún menos hacerle el juego a la “ocasión”.]En esta línea de pensamiento crítico no menos de tres hornadas de intelectuales en Cuba han sucedido a FMH para radicalizar esta batalla ideológica y política por el socialismo. Proceso que incluso impulsó él mismo, además.
La nueva izquierda en Cuba, sin embargo, no se detuvo en aquel “Pensamiento Crítico” de la década de 1960.
Indiquemos ciertas marcas de diferencia en el discurso de estas izquierdas en Cuba. Intentemos hallar los límites epistemológicos que signan a la vieja izquierda. En tal sentido me atrevo a presentar una hipótesis de trabajo: La actitud de hacer desde el trotskismo la crítica al Estado obrerista, –sin resultar trotskistas en verdad– nos revela la adscripción de este Pensamiento Crítico en el régimen socialista de Estado que se estableció en Cuba. La crítica que practicó aquel Pensamiento Crítico en contra del régimen, entonces, entró en un juego político de fuerzas que se distingue por el empleo de cierto “realismo” en el análisis de la realidad. Este es una frontera que la nueva izquierda ha saltado para ensanchar la visión libertaria del proyecto de nueva sociedad. La nueva izquierda no será totalmente ácrata, así como tampoco fue aquella otra trotskista. Continue reading