Por Pedro Campos
“Los enemigos de la libertad de un pueblo, no son tanto los forasteros que lo oprimen, como la timidez y la vanidad de sus propios hijos.”
José Martí
El partido comunista de Cuba y su gobierno permanente, luego de realizar un Congreso donde aprobaron continuar el fracasado modelo político-económico neoestalinista de capitalismo monopolista de estado, con ligeras modificaciones salpicadas de neoliberalismo, acaban de publicar el “documento base” que se proponen discutir en su Primera Conferencia de enero próximo, en 46 años de existencia.
El pliego se concentra en cuestiones internas del partido, en modificar, sin decirlo, los estatutos.
En los puntos 1.5, 1.6, 1.7 y 1.8, se reconoce la complejidad de la situación política interna y externa y la conveniencia de tener en cuenta las diferencias de criterios existentes en muchos sentidos en nuestra sociedad; pero sin abandonar los tradicionales enfoques estado-céntricos, maniqueos, intolerantes y sectarios que no le permiten hacer propuestas concretas para abordarlos exitosamente.
La Conferencia podría ser una oportunidad para que el PCC intentara esa unidad nacional que necesita y proclama, convocando –como parte de la misma- a un diálogo con la participación de las fuerzas socialistas y democráticas con posiciones y propuestas distintas a las aprobadas en el VI Congreso.
Pero el documento sigue insistiendo en que la unidad del pueblo debe ser en torno al partido, al gobierno y a sus políticas que siguen siendo excluyentes y monopólicas, responsables de la penosa situación actual y que siguen sin concretar la necesaria liberación de las fuerzas productivas, prometida desde la cúspide gubernamental.
Desde esas posiciones, desde el desconocimiento y hasta el rechazo de la realidad sociopolítica y la diversidad ideológica existentes, desde la defensa a ultranza del fracasado modelo económico y político actual, no es posible conseguir un proyecto consensuado, ni lograrla cohesión necesaria del pueblo que la situación demanda y el partido/gobierno quiere imponer.