Internet y la Metatranca

Por Luis Rondón Paz

Hace un tiempo asistí al debate que convocó la revista Temas, esta vez el tópico fue sobre las “Redes sociales e Internet”, tema que me propició dudas por lo cual me ubiqué en tiempo y espacio para reflexionar un poco lo siguiente:

Según algunos especialistas del tema, en Cuba alegan que el problema fundamental de la desconexión es el bloqueo. Bueno, iré por partes.

Primero me tomare la libertad de opinar brevemente de algunos criterios expuestos, según algunas de las personas autorizadas. Para ellos internet es malo y las redes sociales son algo contraproducente para las personas del país. Algunos ven como peligroso que los jóvenes vean al “Facebook ” como la discoteca y Twitter como espacio de chismes en la red.

Mi pregunta viene de la siguiente forma: ¿Por qué entonces esas redes cuentan con tantxs usuarixs? Porque el crecimiento es diario y no es sólo para chismear o discotequear, ya que el uso que le den lxs usuarixs a estas herramientas tecnológicas esta en el objetivo que busquen. Hay muchas pruebas tangibles de que las redes sociales son más que lo que han expuesto sus detractores nacionales.

Seguimos en el atasco de Internet vs Intranet, donde Internet es lo que esta fuera de Cuba e Intranet es lo que esta dentro. Hay mucho debate inútil sobre si Cuba no tiene Intranet porque eso es una pequeña red, pero ¿acaso Cuba no es una pequeña red comparada con el resto del mundo? Sea pequeña o mediana, por qué la empresa de telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) no arma la “internet cubana” (desde el 2006 estoy oyendo el rumor del famoso NAP nacional pero concreto nada aún), pese a estar conectada por un cable de fibra óptica actualmente subutilizado, según informaciones proporcionadas de algunos especialistas del tema.

Quisiera ejemplificar la pertinencia de esta red con un ejemplo:

Este es un especialista en contabilidad que gana 600 pesos al mes, tiene dos empleos uno de profesor y otro en una empresa x en la cual tiene acceso a Internet, pero el necesita hacer una gran parte de su trabajo en casa ya que como esta la mayor parte del tiempo ocupado con los números en su trabajo apenas tiene tiempo de entrar a Google, sin contar que el acceso a redes sociales esta prohibido porque esto implica que la fuerza de trabajo este empleando el tiempo en otra tarea ajena a la producción.

Esta problemática se desglosa de la siguiente manera. Según mi análisis, este obrero en su casa no tiene teléfono fijo y para obtener el número debe pasar por un proceso burocrático extensivamente agotador.

Primero debe solicitar a la dirección de la empresa una carta dirigida al Poder Popular para que este se dirija a la dirección de Etecsa, entonces la empresa otorgue al Poder Popular las disponibilidades -con nombre y apellidos- de las personas elegidas para obtener el aparato, teniendo en cuenta que en muchas ocasiones es una gestión perdida ya que siempre dicen en la mayoría de los casos que “no hay pares”, aunque existen unos dispositivos que a través de un cable pueden sacar hasta 4 números por la variación de las frecuencias en las que se pueden dividir la señal por la que transita un número telefónico. Sin embargo si esta persona hace un contrato con esta misma empresa en CUC, al mes ya el tiene el dichoso cable con un número telefónico asignado, sin hablar de las especulaciones que se hacen al respecto -si pagas aproximadamente 1 000 CUC- tendrás garantizada la instalación del mismo equipo.

Estos dos son prohibitivos teniendo en cuenta que la conversión del Cuc a por el Cup es uno por cada veinticuatro y no necesariamente tiene que ver con el bloqueo externo que las telecomunicaciones sean prohibitivas para los que necesitan hacer el uso de ellas. Otro dato interesante, la telefonía celular es igual de asfixiante, pero la gente tiene una inmensa necesidad comunicarse por lo que las corporaciones imperialistas que tienen el control del monopolio en infocomunicaciones ofertan y regulan a su propia conveniencia sin dar elementos objetivos de por qué tan restrictivos precios, solo hacen campañas en aras de incentivar la inflación y enriquecerse no importa el precio ya que como esta no tiene competencia no corre el riesgo de quebrar.

Bueno ya está identificado el problema de por que no se puede tener teléfono, ahora está el problema de la computadora. En las tiendas estas se venden con precios prohibitivos, sin embargo, existe una élite no profesional que vive de la circulación del dinero, obtienen este medio al instante sin saber que hacer con el y el que está directamente en la “producción” no puede por la prohibitividad del mismo que no concuerda con su salario.

Ahora el acceso a Internet:

¿Cómo se pretende otorgar acceso a Internet a la mayoría de las personas si uno de los problemas fundamentales no se han resuelto aún? Teniendo en cuenta lo prohibitivo que es el acceso a teléfono fijo y los medios de cómputo, supongamos que el personaje fue tocado por “la gracia divina” y se ganó una herencia, pudo comprar por la izquierda la linea para el teléfono fijo y por la derecha el ordenador, pero ahora necesitaría el acceso a la red de redes.

¿Cómo lo hará si para obtener acceso a esta los mecanismos reiteradamente siguen siendo igual de prohibitivos?

¿Qué tienen que ver estos precios con las limitaciones, por qué no se puede potenciar la explotación y uso productivo de la “Internet cubana”? Me parece que esto no representa un gasto tan alto. ¿Será que existe una tendencia de disfrazar la incompetencia de algunos funcionarios con mecanismos prohibitivos que en vez de sacar adelante el desarrollo tecnológico del país y potenciar una eficiencia mayor de las fuerzas productivas, lo que refuerzan es el estancamiento por medio de regulaciones prohibitivas de acceso al libre movimiento en las autopistas del “saber” con el fin de explotar a los clientes y obtener una mayor ganancia?

¿Entonces en definitiva cuál es el objetivo o cómo se pueden materializar los objetivos del tan cacareado programa de la informatización de la sociedad cubana?
¿Quién tiene que levantar las barreras para que estos objetivos puedan ser tangibles?
¿Para el cumplimiento de estos las intenciones son facilitar o prohibir?

Tomado de Espacio Cr0

El empeño es noble, la complicación es más que consabida

Por Rogelio M. Díaz Moreno

He tropezado con un artículo de la periodista Natacha Santiago en el sitio web de RadioCOCO, (emisora a la que admiro y respeto profundamente desde todos los puntos de vista), que me llena de una sensación donde no sé si predomina el estupor, la indignación o algún otro sentimiento relacionado.

Sucintamente, el trabajo defiende la convocatoria a la recogida de peticiones para que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, evalúe intervenir favorablemente en el caso de los cinco cubanos presos en aquel país desde 1998 por cargos de espionaje y otros. Lo que enardece mi sentido común, mi sensibilidad como ser humano y mi patriotismo, es la idea de la autora de que no existe ninguna complicación para participar de esta iniciativa; para lo que solamente haría falta la sencilla operación de entrar a un sitio de Internet relacionado con peticiones efectuadas al gobierno estadounidense, albergado bajo el espacio https://petitions.whitehouse.gov/petition/. Se aspira a alcanzar una cifra de 25 mil solicitudes.

Antes de seguir, y para que quede clara mi posición frente a posibles malintencionados (a las personas de buena fe no tengo necesidad de aclarárselo): apoyo incondicionalmente la liberación para los cinco compatriotas prisioneros, cuanto antes mejor; si bien albergo la impresión de que la táctica empleada por el gobierno cubano en los últimos quince años no ha dado buenos resultados.

Ahora continuamos con el articulillo de marras. Cualquiera con un ápice de información sobre la realidad cubana que una periodista de nuestro país debiera dominar sabe que el acceso a la Internet, entre nosotros, está restringida a una exigua y privilegiada minoría de personas. Por lo tanto, más de diez millones de cubanos estamos impedidos de participar de la tal convocatoria. Por ejemplo, cuando yo intento activar el vínculo que me están sugiriendo, aparece en mi pantalla la imagen que inserto en este escritillo, con la que el servidor de Infomed me explica que no estoy autorizado a acceder a la página deseada.

Esta imagen, a pesar de lo que intente discutirnos cualquier vocero del discurso oficial, no la puso el presidente Obama en el monitor de mi computadora. Como conozco que existe un cable óptico, funcional, que une a Cuba a la red mundial, y como mi centro laboral tiene conectividad internacional desde hace bastante tiempo solo que limitada para temas académicos y clínicos, para lo cual sí la aprovecho con gran satisfacción, me consta que la responsabilidad de mi incomunicación en el resto de los campos de la Web recae sobre los directivos, la burocracia y los funcionarios que organizan y gozan de esas cosas en nuestro país. Sin forzar demasiado los estimados, se podría decir que no menos de medio millón de profesionales están en una situación parecida a la mía, es decir, con este tipo de acceso restringido a Intranet. Muchos más cubanos y cubanas, millones podríamos decir, tienen a su alcance variantes parecidas de conectivad limitada en centros laborales, educativos y los Joven Club de computación. De tal forma, podemos considerar que las aspiraciones de 25 mil firmas son irrisorias, en comparación con lo que se podría alcanzar, dadas las potencialidades nacionales.

Aún cuando estos puntos son del conocimiento común, la periodista se va por una imposible tangente y pretende que todas las personas decentes, que todo aquel que tenga idea de lo que representa el sufrimiento innecesario de tantas personas pueden participar. Esfuerzo que, según ella, nos permitirá experimentar satisfacción al hacer el balance habitual de nuestra conducta al concluir este año, por haber incorporado a nuestros nobles gestos, el cumplimiento de esta acción de carácter moral, desinteresada y benéfica y sólo con un pequeño esfuerzo. No se encuentra por todo el artículo una salvedad para solicitar la comprensión y la sugerencia de alguna otra forma de manifestar nuestro apoyo a los que disponemos solo de variantes limitadas de conectividad, o de ninguna.

A veces se hace difícil asimilar el nivel de hipocresía que se puede acumular en un discurso. Natacha Santiago cierra con evocaciones a la esperanza y a la familia, explica que ella ya firmó y que cuenta con todos nosotros para acompañar este fin. Después de recibir tan utópica tunda de intenciones, tan buenas como imposibles de materializar, a uno solo le queda preguntarse si se es una mala persona por no haber respondido con el fervor esperado o masticar la sensación de que este es otro material de esos que se estilan para el rastrero objetivo de ganarse el beneplácito de los superiores, al costo de la manipulación de sentimientos tan hondos, sagrados y dolorosos para las familias y el pueblo cubano. Tal vez deberíamos sentir compasión por las conciencias y las vidas de las personas capaces de caer en esas situaciones; además de desear, como es obvio, la liberación de todos nuestros compatriotas que se encuentren injustamente prisioneros en cualquier lugar del mundo.

Internet, Intranet, mis inquietudes y Cuba como Nación

Por Luis Rondón Paz

Así que Venezuela ya tiene dos satélites y nosotros en Cuba nada de nada. ¿No se supone nos beneficiaríamos con el acceso a la soberanía en materia de telecomunicaciones a través del primer satélite? No lo dije yo, eso fue lo que hace unos años vi en Cuba Visión, si mal no recuerdo: había varias personas firmando acuerdos que garantizaban que, paralelamente al enlace por fibra óptica, la conexión al satélite Simón Bolívar garantizaría la redundancia y el adecuado flujo de la información (datos, audio, video, telefonía).

¿Donde está la calidad de acceso a la Intranet e Internet en Cuba? ¿Por qué siguen siendo abismales los precios de la telefonía celular y el acceso a Internet? La Intranet (red de infocomunicaciones interna, dentro de Cuba), es tráfico puramente interno y no influye en nada el tráfico hacia fuera, a no ser que a estas alturas aún se esté usando un sistema de enrutamiento tipo cuello de botella, para que toda la red colapse. Algo así se arregla sencillo: tener par de fibras de alta velocidad y grupos de equipos enrutadores para que cada uno se encargue de direccionar, reconocer y gestionar de manera coherente y eficiente el tráfico interno en el país. Continue reading