El enemigo, el contrario y las leyes de la dialéctica

Por Pedro Campos

El contrario no es enemigo”, un escrito del joven filósofo cubano, Boris González, lleno de preocupaciones sobre la situación actual y perspectiva de Cuba, me inspiró este artículo.

De acuerdo con las leyes fundamentales de la dialéctica (1- la conversión de los cambios cuantitativos a cualitativos, 2-la unidad y lucha de contrarios y 3-la negación de la negación), todo fenómeno atraviesa por un proceso de desarrollo en que estas leyes se manifiestan en relación interdependiente.

Los cambios cuantitativos, en su acumulación, generan cambios de calidad que van siendo cada vez más trascendentes y estos cambios se van dando a través de la unidad y lucha de contrarios: de lo viejo por perdurar, de lo nuevo por predominar y de hecho en cada cambio cualitativo, por pequeño que sea, hay una negación del estado anterior de ambos sujetos.

Pero muy importante: esa lucha se da en “unidad” –como categoría filosófica-, que no quiere decir igualdad, identidad ni mucho menos unanimidad, si no participación conjunta desde distintas posiciones. Esa lucha en “unidad”, que encierra intercambio, no puede realizarse desde la separación, desde la ruptura total. La ley se denomina unidad y lucha de contrarios, no por gusto. Continue reading

Internet, Intranet, mis inquietudes y Cuba como Nación

Por Luis Rondón Paz

Así que Venezuela ya tiene dos satélites y nosotros en Cuba nada de nada. ¿No se supone nos beneficiaríamos con el acceso a la soberanía en materia de telecomunicaciones a través del primer satélite? No lo dije yo, eso fue lo que hace unos años vi en Cuba Visión, si mal no recuerdo: había varias personas firmando acuerdos que garantizaban que, paralelamente al enlace por fibra óptica, la conexión al satélite Simón Bolívar garantizaría la redundancia y el adecuado flujo de la información (datos, audio, video, telefonía).

¿Donde está la calidad de acceso a la Intranet e Internet en Cuba? ¿Por qué siguen siendo abismales los precios de la telefonía celular y el acceso a Internet? La Intranet (red de infocomunicaciones interna, dentro de Cuba), es tráfico puramente interno y no influye en nada el tráfico hacia fuera, a no ser que a estas alturas aún se esté usando un sistema de enrutamiento tipo cuello de botella, para que toda la red colapse. Algo así se arregla sencillo: tener par de fibras de alta velocidad y grupos de equipos enrutadores para que cada uno se encargue de direccionar, reconocer y gestionar de manera coherente y eficiente el tráfico interno en el país. Continue reading

Vocación por lo público. Empresas sociales: proyectos que marcan tendencias

Por Cristina Calvo

En mi habitual actividad en el campo social y universitario constato con alegría y esperanza que, cada vez son más los jóvenes que se acercan y me comentan sobre la felicidad experimentada al haber dejado atrayentes puestos de trabajo, para dedicarse a emprendimientos sociales que generan trabajo digno y prestan servicios directos a sectores vulnerables de la sociedad, o bien se dirigen al consumidor en general, pero involucrándolo en un consumo ético y responsable.

Son jóvenes con vocación emprendedora que sienten el compromiso de poner sus talentos e idoneidad al servicio de lo público, diferente de lo estatal, pero público en cuanto a la promoción y defensa de derechos universales: un ingeniero mecánico que dejó su cómoda posición laboral para construir turbinas que dieran energía eléctrica a los pescadores en las orillas del Paraná con un costo bajísimo de mantenimiento, un biotecnólogo que rechazó ofertas para trabajar en el exterior y provee de saneamiento ecológico a sectores sin infraestructura cloacal, una empresaria de turismo que ofrece destinos no tradicionales donde el turista no sólo puede disfrutar de bellezas increíbles, sino también aportar recursos al desarrollo local.

¿Qué diferencia a este tipo de empresas? Las motivaciones. Hay vocación. La elección personal de construir una sociedad justa y fraterna se prolonga en todas las decisiones de la vida, incluida la vocación empresarial.

Una empresa social está, por naturaleza, orientada a la equidad y más aún, a la justicia. Lo que caracteriza a una empresa social no es solamente el colocar como fin de la misma a la persona en relación (y a la ganancia como medio para ese fin) ni tampoco la sola organización participativa y democrática dentro de la misma, sino también la superación de la contradicción entre interés propio e interés por los demás: es la lógica de la convergencia en la que cuanto más aporto al bien de mi comunidad más crecemos todos en humanidad".

No hay otro rumbo posible: la integración de la racionalidad ética con la económica, también en el contexto empresarial, se encamina hacia una visión del desarrollo como acción cultural que propicie espacios de vida más humanos y aporte a dotar de horizonte de sentido al mundo en el que vivimos..

Tomado de LA NACION (Argentina)

Preguntar con la Asamblea

Por Rogelio M. Díaz Moreno

En estos días, la Asamblea Nacional del Poder Popular de nuestro país está efectuando el segundo y último de sus breves períodos de sesiones ordinarias. Se conoció, por la prensa, que están tratando temas económicos y sociales. A mí me gustaría ver que los delegados preguntaran, o inquirieran, o aclararan, o explicaran un par de dudas que me han dado vueltas por la cabeza.

Se recordará el reporte triunfal en nuestra prensa sobre cómo el experimento efectuado con el arriendo de las barberías ha resultado en un gran ahorro y mayor recaudación para el Estado. Ha pasado también un buen tiempo desde el fin de la mayoría de las escuelas de estudiantes becados, lo que también ha implicado un considerable ahorro de recursos. Con la extensión de la edad de jubilación, unos cuantos pesos se han dejado de erogar por el presupuesto nacional en el concepto de retiro. Se han recortado ya bastante los alimentos subsidiados del racionamiento (la libreta), cesaron también los subsidios a los materiales de construcción ofrecidos a la población. Se liquidaron muchos premios literarios en metálico, y las editoriales han experimentado grandes tijeretazos en sus presupuestos. El financiamiento de proyectos culturales y comunitarios sufrió lo suyo. El INDER recibe menos recursos también. Se han reorganizado servicios médicos y educativos buscando mejor eficiencia menos gastos y, finalmente, en todas las ramas de la economía se han despedido unos cuantos miles o decenas, o cientos de miles, sabrán la Virgen y Marino Murillo la cifra exacta de empleados del estado que, de un tiempo a esta parte, se consideraron prescindibles.

A esto hay que añadir que, gracias a la regularización y extensión del trabajo por cuenta propia, existen hoy centenares de miles de contribuyentes más que en tiempos anteriores.

Entonces, lo que quisiera que se expusiera en estas sesiones por los ilustres diputados, es la cuantificación de todos esos recursos que se han ahorrado o aumentado su recaudación. Seguramente sería de gran ayuda comparar el presupuesto de este año y el próximo con aquellos de los años anteriores, y los fines a los que se han dedicado unos y otros dineros, no más para ver de una manera global si la actualización del modelo económico cubano ha valido la pena.

Será marxismo, ¿será?

Por Rogelio M. Díaz Moreno

En estos últimos años, parecen verse algunas señales desde las altas esferas que indican cierta voluntad de rescatar la filosofía marxista, reimpulsar su estudio, celebrar eventos y todo ello. Pues bien, en estos nuevos escenarios por donde nos movemos, ahora que ya es bueno (casi) todo lo que antes era malo las divisas, vender tu carro o vivienda, ir a un hotel, tener celular y trabajar sin que sea para el Estado, un humilde servidor que no sabe mucho de filosofía y marxismo se pregunta si no estaremos viendo la aplicación diáfana de los teoremas marxistas más elementales.

En la calle 23 del municipio capitalino de Plaza, por ejemplo, y en muchas otras vías importantes o no tanto, florecen los negocitos por cuenta propia, ya sea de venta de mercaderías o de servicios varios. Los establecimientos equivalentes del Estado, por contraste, languidecen. Se me ocurre si no tendrá que ver con aquella parte de El Capital donde se explica que las formas económicas que explotan más eficazmente la fuerza de trabajo son las que vencen en la marcha larga. Lo mismo, pienso, se puede aplicar a la actividad agrícola cuyo principal motor parece ser la entrega de más tierras a campesinos privados, mucho más productivos que los obreros agrícolas de las granjas administradas por el gobierno.

En más de 50 años, el mecanismo de acumular sistemas de control y burocracias y llamados a la conciencia y el patriotismo y la disciplina, habrá producido hipertrofiados aparatos de dirección, pero nada capaces de competir hoy con la más elemental célula económica privada. A mi modesto entender, los dirigentes de alto nivel podían encontrar la explicación teórica de este problema en los mismos manuales que orientaban estudiar, pero parece que no la buscaban allí. Ahora la respuesta se ha impuesto con mucho dolor, en la práctica hasta los niveles de merolicos y concentraciones disimuladas de medios de producción pero, sin el reconocimiento teórico consciente de esta realidad y su estudio colectivo para sacarle el mejor provecho, un día de éstos se nos abre la caja de Pandora.

Y mientras solo sean cubanos, ya es seria la cosa. Pero cuando son las empresas extranjeras las de mayor empuje en el asentamiento de empresas explotando la fuerza de trabajo cubana, ¡ay mamá!

Tengo otro escenario que creo que se explica por la también marxista Ley del Valor. En la industria azucarera, por decenios el Estado recogía el fruto del trabajo de los centrales (el azúcar y sus derivados) y entregaba a cambio a las empresas lo que estimaba conveniente, que se traducía en pagar salarios, efectuar algunas reparaciones, etc. A todas luces, esto no fue suficiente para mantener capitalizadas a las empresas. Los administradores de este ministerio, ¿no conocían la ley marxista, o apretaban firmemente los ojos para no ver la ruina creciente delante de sí?

Finalmente, otra pedrada mía en esto del marxismo para que la rebatan los que saben más que yo. Decía Marx que lo menos que podía pagarle el patrón a su fuerza de trabajo era lo mínimo indispensable para la reproducción de esta. Si lo que recibe esta fuerza de trabajo es menos de lo que necesita para alimentarse y adquirir los bienes materiales y espirituales mínimos y con el desarrollo del mundo, esos bienes mínimos crecen en cantidad y calidad la fuerza de trabajo sufrirá un detrimento inevitable. ¿Será que hay una relación entre lo magro de nuestro salario, y el envejecimiento y decrecimiento de la población cubana, con sus bajos índices de natalidad y altas tasas de emigración? ¿Serán, tantas de nuestras realidades, comprensibles mediante la aplicación de la teoría marxista?

Islandia: Revolución en curso

por Deena Stryker y Daily Kos

Los islandeses piden responsabilidades por la crisis económica- BOB STRONG (REUTERS)

Un programa radial italiano hablando sobre la revolución en curso de Islandia es un ejemplo impresionante de lo poco que nuestros medios de comunicación nos dicen sobre el resto del mundo. Los estadounidenses pueden recordar que al inicio de la crisis financiera de 2008, Islandia, literalmente, se declaró en quiebra. Las razones se mencionan sólo de pasada, y desde entonces este miembro poco conocido de la Unión Europea (*) volvió a caer en el olvido.

Como los países europeos caen uno tras otro, poniendo en peligro el euro, con repercusiones para todo el mundo, la última cosa que los poderes desean es que el caso de Islandia se convierta en un ejemplo. He aquí por qué:

Cinco años de un régimen puramente neoliberal había hecho de Islandia, (población de 320.000 personas, sin ejército), uno de los países más ricos del mundo. En el año 2003 todos los bancos del país se privatizaron y en un esfuerzo por atraer inversionistas extranjeros ofrecieron préstamos en línea, cuyos costos mínimos les permitió ofrecer tasas relativamente altas de rendimiento. Las cuentas, llamadas “Icesave”, atrajeron a muchos pequeños inversores ingleses y holandeses. Pero a medida que las inversiones crecieron también lo hizo la deuda de los bancos extranjeros. En 2003 la deuda de Islandia era igual a 200 veces su PIB, pero en 2007 fue del 900 por ciento. La crisis mundial financiera de 2008 fue el golpe de gracia. Los tres principales bancos islandeses, Landbanki, Kapthing y Glitnir, quebraron y fueron nacionalizados, mientras que la corona perdió el 85% de su valor con respecto al Euro. Al final del año Islandia se declaró en bancarrota. Continue reading

Quo vamos

Rogelio Manuel Díaz Moreno

Busqué estos días la transcripción del discurso de Marino Murillo en la recién concluida sesión de nuestra Asamblea Nacional, pero me cuesta trabajo encontrarla. Aparece un sitio con algo que parece una grabación para escucharla, aparece un discurso del susodicho en el Parlamento en el 2009, pero este discurso particular no lo encuentro. Sin embargo, lo retransmitieron una vez por televisión y mi memoria, que tiene su propio sentido del humor, retiene una serie de detalles que son de ampanga.

De hecho, si yo fuera el Gobierno cubano, me sería difícil evitar la tentación de impedir que el discurso apareciera en mis medios oficiales de prensa que, como sabemos, son todos los que circulan legalmente en Cuba. Las cosas que recuerdo que dijo ese hombre, no son como para celebrar precisamente. Lo que es más penoso, que se vienen a reconocer y a tratar de poner algún remedio a problemas que tienen decenas de años y han estado todo este tiempo expuestos a la vista de todo aquel que no mantuviera sus ojos firmemente cerrados.

La corrupción alimentada de burocratismo y la manía del hipercontrol que agrava los problemas en vez de resolverlos recibieron sus respectivos fuetazos. Si se empieza por la agricultura, fueron de notar en el discursante los centenares de miles, hasta millones, de hectáreas de tierras cultivables que se cubrieron de marabú frente a la mirada de unos ministerios de agricultura y azúcar totalmente incapaces de controlar el avance del espinoso arbusto. No quedó más remedio que repartir estas tierras entre particulares, lamentablemente con veinte o más años de retraso respecto al momento en que empezó a hacerse notar más seriamente el problema. Problema, por cierto, que no termina con el cambio de propiedad del medio de producción hacia unas manos más eficientes, porque el fruto de estas se pierde con demasiada frecuencia al volver a caer en el mismo vórtice de ineficiencia de los sistemas estatales, llámense Acopio o Frutas Selectas, cuyas estructuras fueron el blanco de otras palabras dinamiteras: a volarlas en pedazos llamó Murillo, para que los productores puedan comercializar libremente sus mercancías, por ejemplo, a los hoteles, porque las instituciones oficiales son causa reconocida de sangrientas erogaciones subsidiadoras por parte del Estado.

Los materiales de construcción y su comercialización fueron también abordados por Murillo. El hombre reconoció que mientras se trató de mantener una venta subsidiada de estos, en los expendios todo el mundo sabe lo que pasa. Enlacemos con la situación de las instituciones administradoras de todo lo que tenía que ver con la vivienda, si uno tenía que hacer alguna gestión de permuta, donación, lo que fuera: o se demoraba un universo o, para resolver rápidamente, todo el mundo sabe lo que pasa. No era útil aumentar la cantidad de control, más bien por el contrario, se creaban más trabazones y corruptelas administrativas con cada intento.

Para no parar en esas, también Murillo comunicó la decisión de pasar al sistema de turismo común y corriente, posiblemente en pesos cubanos sin subsidios, la aplastante mayoría de la capacidad de alojamiento en villas, moteles y demás de los distintos organismos, pues su uso adecuado era, de nuevo en palabras de Murillo, incontrolable. Como todo el mundo sabe, lo que pasaba era que mucho dirigente y funcionario y socio y familiar pasaban sabrosas vacaciones y paseos pagados por Liborio. Ahora por lo menos, dos cosas buenas pasarán, que todo el que pueda pagar tendrá un acceso normal, y una empresa estándar recaudará ingresos normalmente.

Y para no quedarse a pie o con cucarachas en la cabeza, explicó Murillo que ha salido bien el experimento con los barberos y los taxis, ese de dejarlos a su aire, dejando que vivieran oficialmente de cobrar lo que el mercado determinara por el servicio, en lugar de un sueldo fijo más lo que no oficialmente les diera el mismo mercado. No había manera de controlar aquello, y todo el mundo sabe lo que pasaba con el precio de los pelados y de los paseos. Ahora, en vez de mantener esos servicios, el Estado recauda impuestos a su cuenta.

Todas estas ideas expresadas suenan convincentes y pareciera que los chicos del Gobierno se vuelven listos. Ah, pero uno se preocupa un poco por varios motivos cuando lo piensa mejor.

Según lo que también se ve en la prensa, en muchas reuniones y procesos asamblearios partidistas y de todo tipo, mucha gente parece que perdió la más reciente seña, y sigue exigiendo más y más control, hasta llevar supuestamente la supervisión personalizada y continua al pie del mismo trabajador que está en el surco o frente a un torno, para controlar todo lo que éste débil cristiano hace o deja de hacer. Uno no sabe si indignarse con estos fariseos o si reírse de la futilidad del intento. De lo contradictorio. De lo deshonesto. Porque ya ellos comprobaron, como sabe todo el mundo, ya reconocieron públicamente, que bajo su sistema de omnicontrol lo que tienen es un controlito malo, una hiperinflación de estructuras aberrantes que estorban el buen desempeño de cualquier iniciativa productiva o de servicios, y según lo que vemos están empezando a remediar algunas, las más dramáticas, de la manera más burda, esto es, cediéndole potestades a particulares que lo hacen mejor, que permiten a las personas desenvolverse más libremente, al menos a primera vista. ¿Para qué hablar tanto entonces de los remedios viejos y reconocidamente malos? ¿Qué suerte de alquimia desprestigiada están reivindicando aquellos fanáticos acérrimos del control?

Otro motivo de preocupación surge porque uno no sabe, no lo dicen, se lo ocultan, hasta dónde están dispuestos a llegar en esta ofensiva a lo Marino Murillo. ¿Cuál o cuáles van a ser los próximos sectores a descontrolar?

Recientemente se mostraron mayores flexibilidades a los pequeños empresarios surgidos con el auge del cuentapropismo, que sean empleadores de otros asalariados. ¿Estará explícitamente establecido el límite de tamaño de la actividad económica que la sociedad considera adecuado que se libere de controles, para empezar a funcionar de manera particular, tal vez explotadora de otros proletarios, esto es, capitalista? A ello nos puede llevar a una idea expresada anteriormente por los adalides modernos del desentendimiento por el Estado de un número de funciones, aquella según la cual el Gobierno no se debe meter a regular las relaciones entre individuos. ¿Aún cuando estas se encarrilen por moldes neoliberales a pequeña escala?

¿Llegaremos al punto en el que el Estado se confiesa incapaz de mantener el control sobre todos los sectores, de los cuales igualmente todo el mundo sabe que también están en crisis? Y, si es así, ¿se liberarán estos sectores a las fuerzas del mercado? ¿Quo Vadis (dónde vas)? o, mejor dicho, ¿Quo vamos, Murillo?