Por Ovidio D´Angelo Hernández
1RA. PARTE
Aunque se han escrito bastantes opiniones y análisis sobre los lineamientos del Congreso del Partido, deseo compartir algunas cuestiones que me han parecido importantes para determinar en que avanzan, en que se quedan cortos y en que pueden generar limitaciones peligrosas, desde mis puntos de vista.
Me concentraré aquí en la integración de diversos lineamientos, que resumo en 11 aspectos que me parecen centrales para el modelo socio-económico y político del país, todos los cuáles implican concepciones de la sociedad socialista en su conjunto y relaciones entre esos ámbitos, además del jurídico y otros.
Por un lado, creo que ello contribuye a una mejor comprensión y a evitar la dispersión de asuntos claves para el desarrollo del socialismo en el país, que aparecen en diversos lineamientos; asimismo el trabajo puede presentar un cierto mapeo articulado desde esos 11 criterios que ayude a una reflexión más profunda del documento.
Una consideración previa, a las que muchos entre ellos yo- nos hemos referido en el proceso de discusión de los lineamientos, es la cuestión de que las relaciones económicas y políticas no pueden estar separadas; unas son parte de las otras y se condicionan mutuamente, por sólo plantear dos aspectos importantes de la multitud de fenómenos en las relaciones sociales que interactúan en el Todo.
Si bien la dirección del Partido determinó priorizar los aspectos socio-económicos en el Congreso, con un grado amplio de consulta que no debate real en la población- y postergar para una Conferencia algunos aspectos generales de carácter político y organizativo social que parece se discutirían sólo entre la militancia del partido-, de hecho esos aspectos generales estarían condicionando la forma de concebir los propios lineamientos. Aquí tratamos de mostrar esa relación desde el detalle de los aspectos abordados.
La primera conclusión es que los lineamientos no sólo hay que aplicarlos, sino que deben entrar en un proceso meditado socialmente, de reflexión y reajuste progresivos, si no queremos desvirtuar el carácter socialista de la sociedad y el desarrollo social y económico a que aspiramos.
Esos 11 puntos seleccionados son los siguientes:
-Proceso de debate
-Modelo de gestión
-Formas de propiedad no estatales
-Participación social
-Control
-Descentralización-separación empresarial y estado
-Autonomía local
-Planificación socialista
-Fuentes de empleo
-Política de precios e ingresos
-Papel de las Ciencias
-Proceso de debate.
Algo que llama la atención en la página 3 de los Lineamientos, como ya se ha dicho, es que se trató de una consulta popular, constreñida a tres o cuatro posibilidades (solicitud de aclaración, enmienda, aporte nuevo, etc.) sin que se propiciara un debate de posiciones, ni previas ni durante el debate, ni sobre los resultados de las asambleas; en todo esto el papel de los medios de comunicación fue prácticamente nulo, limitándose a comentarios descriptivos y poco profundos sobre los temas en cuestión). No obstante, la realización de la amplia consulta que se ha realizado en procesos de otros Congresos del Partido y con la discusión de documentos-base del país en otros momentos- permitió una modalidad de participación popular más o menos abierta y amplia, lo cuál fue beneficioso.
El proceso que podía haber sido más transparente, socialmente, resultó fragmentado a cada lugar de consulta, lo cuál constituye un límite importante. Sin embargo, se plantea que en el análisis de la primera etapa asamblearia popular, a nivel de las provincias participaron 978 delegados al Congreso y 216 invitados en total, seleccionándose una cantidad de nuevos planteamientos, los que fueron reducidos progresivamente después en las sesiones de las Comisiones del Congreso; este proceso no fue monitoreado públicamente. Aunque parte del debate en Comisiones transcurrió de manera televisada, fueron bastante escuetos y pobres, en opinión general. No se aclararon cuáles fueron los argumentos de las propuestas eliminadas ni como las que se aprobaron implicaban cambios fundamentales del modelo económico político de la sociedad.
-Modelo de gestión.-
En el lineamiento no. 2 se identifica modo de gestión con forma de propiedad; lo cual me parece un error a superar. Esto se repite en otros lineamientos, empleándose de manera equivalente: formas productivas no estatales, gestión no estatal, formas no estatales de propiedad, etc.
En ese lineamiento se afirma, adecuadamente, una expresión más diversificada y ahora legitimada de las formas de propiedad; se plantea en el lineamiento 3 la autorización de formas de gestión no estatales, incluida el cuentapropismo, las cooperativas, etc. Esto puede abrir algo más el diapasón de empleo y fuentes de servicios y producciones de la población.
Sin embargo, la confusión inexplicable- entre formas de propiedad y modos de gestión deriva en el lineamiento 2 a que se defina la empresa estatal socialista como forma principal de la economía nacional. Esto podría tener dos lecturas: la tradicional, en que la empresa estatal sigue siendo dirigida con subordinación desde arriba y por funcionarios designados, que es lo que parece que predomina en el enfoque; o lo que debería ser, que la empresa estatal podría abrirse a nuevas formas de gestión de los trabajadores y la sociedad, de manera más socialmente autogestionada, es decir como propiedad socializada realmente y no como un instrumento de organismos del estado solamente.
En este sentido, en los lineamientos no se aborda de ninguna manera la participación de los trabajadores en la gestión de las empresas de todo tipo, aspecto deficitario que constituiría un nodo central en la concepción política socialista. Al parecer, esta participación seguiría los canales actuales de representación en los consejos de dirección de los factores que supuestamente se identifican con el sentir de los trabajadores.
En el lineamiento 4 sólo se menciona de esta participación, en el sentido de que se informarán y escucharán sus opiniones por los directores administrativos, mientras que en el lineamiento 8 se concede mayores facultades a las direcciones de las entidades. Este es un reforzamiento de los mecanismos administrativos por encima de la posibilidad que se podía abrir para la gestión y control, obreros y populares, en las direcciones empresariales de la sociedad. Por lo que no sólo estos aspectos se quedan cortos, sino que limitan el desarrollo de una relación social fundamental para el desarrollo socialista.
-Formas de propiedad no estatales.-
Ya nos referimos, anteriormente, a este punto. Primero, baste comentar que las formas cuentapropistas quedan reducidas a los 178 cargos aprobados sin que, apenas más allá de los oficios corrientes, se consideren otras profesiones diversas que pudieran aportar ingresos a las personas y servicios sociales, limitando su acción en la coyuntura económica actual a una desprofesionalización que opera en algunos casos que se deciden por esta vía de ingresos y a una limitación para muchos profesionales diversos que podrían acogerla para desempeñar un servicio útil a la sociedad, después de su jubilación o en tiempo extra a sus trabajos.
Además de las formas mixtas y asociativas internacionales, las cooperativas adquieren un espacio importante en los lineamientos. Lamentablemente, se les considera una forma no estatal de propiedad cuando debería considerárseles como formas socialistas de producción y servicios. La denominación no es gratuita, porque implicaría consideraciones importantes de su funcionamiento como empresas colectivas y asociadas a comunidades y localidades.
Hay 15 lineamientos dedicados a esta forma de producción y servicios (17, 25, 27, 29, 53, 54, 180, 189, 200, 217, 239, 291, 295, 304, 308). Plantean, en síntesis, que pueden surgir de liquidación de empresas estatales, tienen personalidad jurídica y asumen gastos e ingresos; pueden ser de primer grado y ubicarse en diferentes sectores, pueden constituirse en cooperativas de segundo grado (en actividades complementarias afines, etc.), tener relaciones contractuales con diferentes entidades y realizar ventas sin intermediarios, reciben créditos y estímulos al desarrollo, tienen autonomía de gestión, sistemas de capacitación, posibilitan la reorientación de producciones e industrias locales y de servicios, pueden dedicarse a construcción de viviendas y contarán con un comercio mayorista.
No obstante su considerable ampliación, que requerirá experimentación de formas de implementación diversas y considerarlas como una medida positiva, no alcanza la proyección referida en el segundo párrafo del comentario de este punto, como forma socialista para un desarrollo socioeconómico y político superior.
-Participación social.-
En el mismo sentido anterior, se considera en el lineamiento 30 que a las unidades presupuestadas se les define misión, función, atribución y obligaciones, etc., por lo que no aparece cuál va a ser el papel de los trabajadores y las aportaciones que pudieran hacer en ese campo organizativo empresarial.
Sólo en el lineamiento 139 se llama a estimular la creatividad de los colectivos laborales de base, en relación con su participación en el fortalecimiento de las tecnologías y la innovación, lo cuál es reduccionista en extremo. Sólo queda, de manera muy vaga, el rescate, en el lineamiento 129, de que las ciencias deben incentivar el papel de la participación de la población en la construcción socialista, lo que sigue siendo estrecho a cualquier objetivo de desarrollo propuesto..
-Control.-
Sobre el control solo hay referencias en los lineamientos 8, 11, 12, pero en la dirección de mayor exigencia a directivos por decisiones inadecuadas y daños y por el fortalecimiento del control externo a las empresas. Para nada hay alusión a los planteamientos leninistas del control obrero que constituyeron fundamento de la etapa soviética inicial pre-estalinista.
-Descentralización-separación empresarial y estado.-
Este aspecto, positivo para el actual desempeño de la economía nacional, sin embargo, no puede verse fuera del contexto de los anteriores comentarios.
Al menos se plantea en 11 lineamientos (6,7,11,15,16,19,23,31,32,35,36), en los que se abordan la separación de funciones estatales y de las empresas (no queda claro dónde y cómo esto se produciría y es fundamental para entender la idea), la decisión por las empresas de inversiones y capital de trabajo, la creación de fondos de estimulación y desarrollo de los trabajadores, aprobación de las plantillas de cargos según plan-, la cooperación entre empresas, la flexibilidad de sus objetos sociales, condiciones para el paso a autofinanciamiento en algunas, los CAM con función estatal no empresarial lo que no ocurre ahora por norma-.
-Autonomía local.-
Este tema se enfatiza en el lineamiento 167 al menos, quedando pendiente de una profundización de hasta donde esta autonomía local será monitoreada y se reduzca al plano financiero, o constituirá un factor más amplio de movilización local, comunitaria y poblacional.
2DA. PARTE
-Planificación socialista.-
Con relación a este punto no trascendemos una posición de capitalismo de estado que también puede ser planificado. Resulta positivo que se establezca un vínculo legítimo entre planificación y mercado, nuevos métodos de planificación que abarcan lo territorial, estatal, empresas mixtas, etc. y que la facultad de aprobación se distribuya entre OACE, empresas y CAM. La cuestión esencial es que se obvia una planificación democrática con participación amplia de la población y los trabajadores. Punto crítico que limitará el sentido de pertenencia social y de efectividad y coherencia misma del modelo socialista.
-Fuentes de empleo.-
Este es otro punto esencial en las condiciones actuales. Se ha enfatizado el cuentapropismo como una de las vía fundamentales para el reordenamiento de la fuerza de trabajo. Aunque esta es una opción positiva desde el punto de vista de la autonomización de las personas y sus ingresos y la descarga del Estado de muchas actividades secundarias, el punto débil es que no se aprecia lo mismo con formas más socializadas como las cooperativas a pesar de su mayor reconocimiento actual- y otras formas de autogestión social.
Se pueden considerar como promoción de otras fuentes de empleo, además de la diversificación de las formas de propiedad, otras a determinar en la práctica, al menos, por los lineamientos 96 y 97 referidos al capital e inversión extranjeros-; el 106 sobre el financiamiento internacional a producciones necesarias, el 260 que aplica a la ampliación de las formas de turismo salvedad echa del posible inconveniente ecológico de los campos de golf, que requieren cantidades de agua insostenibles y no han sido brindadas las informaciones y estudios a la población-, el 264 sobre iniciativas locales de turismo y otras ramas como transporte y construcción -269,270,271) que se plantean con incrementos de trabajadores.
Aunque la autonomía local plantearía las posibilidades de industrias locales, cooperativas en diferentes sectores, etc., no se aprecia que se disponga su enfoque intensivo para resolver las necesidades de empleo y remuneración de la comunidad y localidad, lo que podría constituir una gran potencialidad.
-Política de precios e ingresos.-
Un punto crucial que se emparenta con la doble moneda y las deterioriadas condiciones de compra e ingreso actual de la población y tiene relación con el anterior refiere, al menos, 8 lineamientos. Algunos francamente con la apariencia de ilusorios, que quedan para definiciones posibles y posteriores. Así, el 66 declara la necesidad de establecer políticas, el 70 a la eliminación de la diferencia de precios injustificadas (cuando la tendencia visible es que en el mercado nacional y de divisas los precios aumentan inconteniblemente, sobre todo en este último), el 170 a que los ingresos correspondan a satisfacción de las necesidades casi apunta al delirio en las condiciones actuales-, (309) sobre la promoción de ventas de artículos de primera necesidad. Otros son tan cuidadosos como poco estimulantes para gran parte de la masa trabajadora: el 171 sobre el incremento gradual de salarios en los sectores de mayor aporte económico y social para lo cual la economía tiene que alcanzar un grado de mayor suficiencia que costará mucho trabajo, reenfoques y retos.
Por otra parte, lineamientos como el 282 y el 310 referidos a la revisión de los artículos de la canasta normada reducida casi a la nada actualmente- y al aumento de tarifas de servicios públicos, con el 69 referido a la eliminación de gratuidades indebidas, tensan extraordinariamente el ya bajísimo poder adquisitivo de la población. No se menciona para nada las gratuidades indebidas por privilegios extras otorgados a diferentes círculos de funcionarios de manera legitimada pero onerosa.
Aunque se puede rescatar la promesa de que los cambios de la libreta de abastecimiento, del voluminoso reordenamiento de plantillas, etc., serán más graduales y deben basarse en la creación de condiciones económicas que permitan asumirlos, no parece que esto vaya a esperar a esa primera condición; incluso, la cuestión de que no se quedará nadie desamparado, como garantía oficial, está considerando otras formas de empleo que, al momento, no tienen la suficiente fuerza para suplir adecuadamente los actuales, o bien que se hagan compensaciones a la manera de las jubilaciones cuyo monto no alcanza ni para sobrevivir, realmente-, con lo que esto pone en solfa las intenciones propuestas.
-Papel de las Ciencias.-
Se reconformó esencialmente este acápite de los Lineamientos y fue uno de los más cuestionados en el sector, añadiéndose la necesidad de una política integral al respecto (129), el papel de las tecnologías sociales y educativas (131), el desarrollo de la investigación social y humanística y los métodos de introducción de resultados en la toma de decisiones del país (137), entre otros importantes, que de todas maneras requerirán de una atención especial y sostenida para que, en esos campos y en otras, las ciencias y, en específico las sociales y humanas, lleguen a tener el impacto al que aspiran.
3RA. PARTE
Muchos puntos clave de los aspectos tratados tienen que ver con lo que se anunció para la Conferencia del Partido que debería ser un asunto aún de más profundo debate real para toda la nación-: la visión de sociedad futura, las relaciones entre Partido y Estado, las relaciones y funciones del Partido y las organizaciones de masas, etc.
Cabría referir, a modo de anticipación, que esa visión de sociedad socialista futura está ya marcada, fuertemente, con trazos de avance pero también de limitaciones importantes, en los actuales Lineamientos aprobados. De manera que no se trata sólo de sus formas de implementación, sino de su corrección progresiva para que cada vez, respondan más a los objetivos que se proyecten, de un estado socialista con profunda democracia de los trabajadores y el pueblo.
La relación Partido-Estado, cabría agregar, no sólo habría que analizarla en las bases y organismos, sino también la necesaria separación a nivel de toda la dirección de la sociedad. Hay que tener en cuenta que en el sistema eleccionario actual también requerido de cambios profundos, tanto como nuestra Constitución Socialista- el Gobierno, a todos los niveles y, de acuerdo a los mecanismos establecidos que también requieren ajustes y cambios importantes- es elegido por el Soberano el pueblo, según la propia Constitución-.
Por tanto, también se impone una nueva interpretación del artículo 5, más diáfana y acorde con los tiempos, acerca del papel dirigente del Partido en toda la sociedad, sobre todo teniendo en cuenta que el Partido no rinde cuentas al pueblo ni sus dirigentes son electos por este. Otras funciones ideológicas, de orientación política, etc., que le son propias, deberían ser también no sólo precisadas, sino adecuadas en sus prácticas actuales.
Esto, en mi modesta opinión, debería ser parte de los Lineamientos de la Política, que habría que acometer en términos más tempranos que tarde, para lograr un acople orgánico y coherente de los Lineamientos y un funcionamiento integral de nuestra sociedad hacia objetivos socialistas consensuados con todos.