¿Es la autogestión social una opción de desarrollo para Cuba?

Por Ovidio D´Angelo Hernández

Ovidio D'Angelo

Ovidio D'Angelo durante el V Foro Social Observatorio Crítico en Cocosolo, La Habana, 2011. Foto: Isbel Díaz Torres

Se discuten en el presente diversas vías de encauzamiento del desarrollo económico y social del país. A partir de los Lineamientos del VI Congreso del PCC han quedado en claro varias direcciones por la que se apuesta de manera oficial; a veces en sentidos aún ambiguos, ya que los planteamientos operan en rumbos diversos y, aunque se entreve el predominio del control estatal, se marcan rumbos que, de precisarse en direcciones socializadoras, pudieran constituir apoyos para un desarrollo económico y social beneficioso; veamos algunos, a saber:

  • Mayor descentralización empresarial
  • Mayor autonomía local
  • Gestión empresarial con focalización en los directivos nombrados por el Estado.
  • Planificación centralizada
  • Predominio de la forma estatal de propiedad empresarial.
  • Mayor diversificación de formas de propiedad productiva y comercial “no estatal”.
  • Inversión extranjera en modalidades de colaboración nacional.

El tono, predominantemente tecnocrático, de muchos de los Lineamientos (no se menciona el papel de los sindicatos, de la población ni de los trabajadores en procesos vitales tales como: gestión de la producción, planificación social, control social, etc.) hace pensar en que el cauce de los procesos iría por la vía de la gestión estatal, de sus organismos, funcionarios y especialistas, con poca o ninguna participación popular. Se apuesta, por tanto, a fórmulas gastadas e ineficientes ya demostradas, del socialismo de estado; ahora con retoques descentralizadores, algunos, incluso, con potencialidad de restauración de intereses individualistas y de gerencialidad capitalista.

Algunas de las medidas como la posibilidad de cooperativas en otros sectores, la autonomía local, el cuentapropismo extendido y otras, pueden generar beneficios económicos y sociales, pero tendrían mayores posibilidades en función del papel y la profundidad de su posible extensión y concepción en el marco del interés colectivo.

Por otro lado, otras propuestas de socialismo participativo o autogestionario son generadas desde ámbitos diversos (académicos, alternativos, etc.) y no logran publicidad ni acogida entre los sectores gubernamentales y partidistas. El argumento parecería ser el de que la experiencia autogestionaria (particularmente, la yugoslava), constituyó un fracaso y no debe ser reeditado. Paralelamente, se obvia que esa experiencia fue castrada por la intransigencia estalinista del bloque del “socialismo real” europeo, con la URSS al frente y que muchos errores internos y coyunturas internacionales determinaron su desaparición. Continue reading

A propósito del mercado, la sociedad total y el socialismo

Por Ovidio D’Angelo

Necesidad de contextualizar y ampliar el debate

De acuerdo al comentario de Rolando López del Amo, aparecida en cubadebate el 27de julio de este año, parece que el libro del compañero Vascós Socialismo y Mercado puede ser interesante. De hecho, la relación entre socialismo y mercado ha sido, durante años, uno de esos temas excluidos a priori de la discusión sociopolítica. No el único, como veremos más adelante.

Sin embargo, me quiero referir primero a ciertas cuestiones planteadas que, me parece, merecen un comentario aclaratorio.

La primera, de Rolando López, plantea la opinión ciertamente ya esbozada entre algunos autores- de que la denominación Socialismo del siglo XXI debería sustituirse por la de Socialismo en el siglo XXI, algo con lo que pudiéramos estar medio de acuerdo ó medio en desacuerdo, en dependencia del énfasis argumentativo.

1- Si se trata, no de la referencia a una corriente que, en realidad, parece aún bastante difusa sino de un espacio-momento histórico de apertura a la superación de los socialismos reales ó de los socialismos de rumbo transnacional capitalista (en lo que coincido con algunos otros comentaristas sobre la realidad china, al menos mientras no se vislumbre una vía de re-encauzar la apertura capitalista hacia objetivos socialistas, más allá del impacto económico y de algunos indicadores sociales, mientras otros se mantienen críticos), entonces estaría de acuerdo en que el socialismo en el siglo XXI, aún con características propias de los países, estaría definiendo algo diferente a lo entendido hasta ahora por Socialismo volveré a esto-.

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