Un grupo de cuatro comuneros mapuches que se encuentran detenidos en Angol, a 575 kilómetros al sur de Santiago de Chile, a quienes les fue aplicada la nefasta Ley Antiterrorista del pinochetismo, ya cumplieron 45 días de huelga de hambre en protesta contra la condena de 25 años que recibieron. Los comuneros ya habían participado de una huelga de hambre el año pasado, junto con un grupo más extenso de presos mapuches que exigían la derogación de la ley.
La protesta finalizó con el acuerdo de que no sería aplicada la Ley Antiterrorista contra los comuneros. Sin embargo, la Justicia sí se basó para su fallo en la investigación realizada bajo los términos de la ley, que contempla una serie de atribuciones excepcionales a la fiscalía como la utilización de “testigos secretos” (!), mientras que la defensa denuncia que existieron torturas a los detenidos, que jamás fueron investigadas. De aquí salió la supuesta confesión de uno de los comuneros.
El año pasado, producto de la enorme movilización que se produjo en solidaridad con la huelga de hambre, fueron liberados 14 presos mapuches que se encontraban detenidos desde hacía dos años sin causa alguna. Un verdadero Guantánamo. La salud de los detenidos es extremadamente frágil. A los 14 kilos en promedio que han bajado, se suman las secuelas de la prolongada medida del año pasado que los debilitó severamente.
La persecución sistemática contra las comunidades mapuches por parte del gobierno chileno refleja una verdadera “política de Estado”.
¡Libertad a todos los presos mapuches!
¡Abajo la Ley Antiterrorista!