Entrevista a Yasmín Silvia Portales Machado, por Dmitri Prieto Samsónov
Yasmín Silvia Portales Machado
HAVANA TIMES, 9 agosto — Los lectores de HT probablemente conocieron a Yasmín por su reciente iniciativa en pro de la comunidad LGBTI de Cuba (Proyecto Arcoíris). Pero, en realidad, Yasmín es una multifacética activista y bloguera, defensora de la libertad de expresión y de los derechos femeninos y de grupos “periféricos” (disculpen, no se me ocurre un mejor calificativo) como las personas afrodescendientes o LGBTI.
Una militante social que se autodefine feminista y marxista, y firma sus correos electrónicos con la frase de Carlo Frabetti: “Engels no podría haberlo dicho más claro: la primera explotación, base de todas las demás, es la explotación de la mujer por el hombre; pero ni siquiera Marx lo escuchó.”
HT: Yasmín, inicias uno de tus últimos posts con la breve y tajante frase: “He llegado al punto de saturación: tengo derechos políticos, tengo deberes cívicos, tengo un problema con la legalidad de este país”. ¿Cómo valoras la situación cubana actual en general, y en particular en torno al tema LGBTI?
YASMÍN SILVIA: Yo no te puedo decir cómo valoro “la situación cubana actual en general”, porque no la veo. La falta de transparencia a que nos acostumbraron los “amigos” del PCUS y los enemigos de Washington impiden que sepa(mos), a derechas, hacia dónde nos movemos.
Para mí este momento está, con todo, preñado de esperanza: los discursos del presidente hablan de los combates en su (nuestra) guerra soterrada con la burocracia y de que hay que escribir “despacito y buena letra”, para arreglar el Estado. Pero no sé dónde se desarrollan esos combates, ni quién va ganando -a juzgar por las noticias Trabajadores desde Bayamo y de Juventud Rebelde en Acuse de Recibo, los burócratas se anotan puntos.
No sé, en fin, a dónde vamos, solo que no me puedo quedar quieta, porque este también es mi Estado ¿no?
En el caso específico de la política entre las personas LGBTI, la diversidad florece, lo cual es bueno, y estamos luchando por aprender a respetarnos así: diversos sexual y políticamente, a debatir con argumentos frente a una norma social que nos discrimina y al interior de una comunidad que apenas empieza a pensarse a sí misma como parte de la ciudadanía con plenos derechos.
HT: ¿Cómo se relaciona todo eso con el Proyecto Arcoíris, que acabas de iniciar? ¿Qué se puede hacer?
Colectivo fundador del Proyecto Arcoíris
YASMÍN SILVIA:Proyecto Arcoíris es precisamente eso: una iniciativa para reunir a personas LGBTI que coincidimos en la idea de que debemos renovar los recursos para que nuestras demandas de reconocimiento y protección frente al Estado cubano sean escuchadas. Somos activistas que, desde diversas formaciones y experiencias de vida, llegamos a asumir posiciones anticapitalistas, antipatriarcales, antidiscriminatorias y ecologistas. Desde ese perfil político asumimos nuestro diálogo con el Estado y la sociedad civil y ello marcará el modo en que nos organizamos, actuamos, proponemos.
Se puede hacer mucho, creo, a partir de ejercicios de lectura crítica, por la recuperación de la memoria histórica y en la divulgación de los elementos en las leyes actuales que consagran nuestros derechos, o al potenciar la acción solidaria en redes de profesionales de diverso tipo. Todos estos campos de acción están abiertos, son espacio natural del trabajo de las organizaciones fraternales comunitarias.
En este sentido de “alcance” Proyecto Arcoíris es solo una pequeña célula en un mar potencialmente fértil de asociaciones diversas, no es solo una iniciativa de gente con ganas de actuar, es también una invitación a la acción desde distintos referentes socio-culturales.
Jornada contra la homofobia
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